Turismo oscuro

Desde hace muchos años los turistas de todo el mundo combinan sus momentos de esparcimiento con visitas a lugares icónicos donde han sucedido diversas tragedias para la humanidad. El artista israelí Shakak Shapira, en un intento de concientizar a los turistas para que sean más respetuosos, lleva adelante un proyecto artístico llamado “Yolocaust”.

“Durante los últimos años me he dado cuenta que la gente usa el monumento como escenario para sacarse selfies. Así que obtuve esas selfies y las combiné con imágenes de los campos de exterminio” Nos cuenta Shapira quien encontró las selfies publicadas en redes sociales como Facebook, Instagram, Tinder, Grindr, y luego las combinó con las imágenes de los campos de concentración, sin olvidar los comentarios, etiquetas y likes. Desde gente sonriendo, haciendo yoga o equilibrismo a comentarios como “saltando sobre judíos muertos”, el artista encontró de todo en las redes sociales y no pudo menos que horrorizarce.
En Argentina organismos de DDHH y funcionarios del gobierno kirchnerista también olvidaron el respeto y el decoro  cuando organizaban asados y vendían merchandising político partidario a los visitantes al centro de detención , tortura y desaparición de personas ubicado en la antigua Escuela de Mecánica de la Armada (Escuela de Suboficiales de Mecánica de la Armada ) convertida ya por entonces en museo de la memoria.

Pero el llamado "Turismo oscuro" no deja de ser una tendencia mundial fomentada por los propios gobiernos y sus agencias de turismo. La reacción de la gente tiene más que ver con mecanismos de auto defensa y desconexión entre el sitio actual y su historia reciente. No deberíamos culparlos si en algunos monumentos no hay nadie que los oriente. En la mayoría de los casos las visitas a este tipo de monumentos están acompañadas por recorridos por lugares especialmente preparados para el recogimiento, como museos donde se informa y prepara a los visitantes para que los mecanismos empáticos surtan el efecto esperado de un monumento a la memoria.

A lo largo y ancho del mundo han proliferado estos lugares de profundo significado aprovechados oportunamente para la propaganda política y la diferenciación ideológica.
Demos un paseo por algunos

Tuol Sleng es un retrato de la crueldad. Las fotografías de cadáveres demacrados visten las habitaciones con un fondo  macabro, mientras las salpicaduras de sangre manchan de óxido las baldosas en damero como evidencia de la detención sistemática, la tortura y masacre de civiles camboyanos durante el reinado inquietante de los jemeres rojos. Décadas después de jugar un papel integral en una de las peores matanzas en masa del siglo 20, el antiguo centro de detención invita ahora a los turistas a ingresar a su interior para explorar su historia de violencia.

La escena en Tuol Sleng no es inusual. Cada año, millones de los llamados "turistas oscuros" acuden a los monumentos de guerra, sitios de desastres naturales, y las prisiones desmanteladas en todo el mundo para presenciar lo que queda de sus trágicos pasados.

En junio de 1944, las tropas nazis entraron en el tranquilo pueblo de Oradour-sur-Glane (arriba) en la Francia ocupada por los alemanes y condujeron a 642 aldeanos a la plaza del pueblo. Los hombres fueron llevados a graneros, y las mujeres y los niños fueron encerrados en el interior de la iglesia antes de que fuera incendiada. Los que no sucumbieron por las quemaduras o asfixia fueron asesinados cuando trataban de escapar de las llamas. Los historiadores creen que las tropas se dirigieron al pueblo después de recibir informes de inteligencia indicando que los residentes estaban involucrados en la resistencia. En 1946, el gobierno francés declaró el sitio como monumento nacional.

El campo de concentración de Auschwitz fue establecido por las autoridades alemanas en 1940 en los suburbios de Oswiecim para contener prisioneros polacos atrapados en las detenciones en masa. En 1942 era uno de los más grandes campos de exterminio nazis, donde los prisioneros eran sometidos a trabajos forzados, experimentos médicos inhumanos y asesinatos en masa. El Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau (arriba) es un monumento y museo dedicado a la memoria de aquellos que fueron asesinados en los campos en un estimado de 1.100.000 personas-durante la Segunda Guerra Mundial.

En 1982 las fuerzas israelíes invadieron el sur del Líbano después de años de tensiones crecientes. En respuesta, un grupo militante recién formado, Hezbolá, emprendió una campaña de guerrillas contra la incursión. Miles de civiles libaneses y palestinos murieron y cientos de miles fueron desplazados durante la ocupación que duró 18 amargos años , y que finalmente terminó en el 2000, cuando Israel retiró sus fuerzas. El punto de referencia turística de la Resistencia (arriba) se abrió en 2010 en un Mleeta base militar estratégica para Hezbollah para conmemorar el 10 aniversario de la retirada de Israel.

El 12 de mayo de 2008, un fuerte terremoto sacudió la región montañosa de la provincia de Sichuan, en el suroeste de China. Pueblos y ciudades enteras fueron borradas por el sismo de magnitud 7,9. Se estima que 90.000 personas murieron, entre ellas más de 5.300 niños, y millones fueron desplazadas de sus hogares. Una escultura conmemorativa (arriba) se abrió en 2009 frente a una escuela secundaria que se derrumbó en Yingxiu, epicentro del sismo. El gran reloj de granito indica las 14:28, hora en que los primeros temblores comenzaron.

La tortura y ejecución eran comunes en la prisión de Karosta (arriba) cerca de Liepaja, Letonia, lugar que fue utilizado por los nazis y la Unión Soviética como prisión militar durante la mayor parte del siglo 20. La prisión militar desde entonces se ha convertido en un museo, donde los visitantes pueden vislumbrar la vida tras las rejas y si tienen suficiente morbo, incluso pasar la noche.

En abril de 1986, una serie de errores de la central nuclear de Chernobyl en la Unión Soviética derivó en el peor desastre nuclear de la historia. Varias explosiones volaron la tapa del reactor número cuatro, liberando una nube de material radiactivo en la atmósfera. Los vientos llevaron el polvo tóxico sobre Ucrania, Bielorrusia y Rusia, dejando millones de acres de tierra contaminada a su paso. Más de 100.000 personas fueron evacuadas de forma permanente, y las enfermedades relacionadas con la radiación siguen afectando a aquellos que fueron expuestos a altos niveles de material nocivo. Los turistas pueden visitar la zona de exclusión y la zona que rodea el reactor abandonado. La ciudad fantasma de Pripyat, Ucrania, (arriba) fue considerada insegura para el asentamiento humano por los próximos 24.000 años.

En 1975, el Khmer Rouge tomó el control de Camboya, iniciando un genocidio sangriento que en última instancia se cobró la vida de 1,7 millones de personas. En un intento radical de crear una sociedad sin clases, las personas fueron despojadas de sus títulos y posesiones y obligadas a trabajos forzados en las granjas comunales en el campo. Los que no murieron por enfermedades y el hambre fueron detenidos y torturados en centros de ejecución como Tuol Sleng (arriba). Se estima que unos 17.000 prisioneros pasaron por el antiguo instituto, volvieron a prisión y finalmente terminaron enterrados en los campos de la muerte fuera de Phnom Penh.

Entre abril y julio de 1994, los miembros de la mayoría étnica hutu en Ruanda sacrificaron un estimado de 800.000 personas y violaron a un cuarto de millón de mujeres en una campaña aplastante y violenta con la intención de exterminar a la minoría tutsi. A raíz de la matanza, aproximadamente dos millones de hutus huyeron a Tanzania, Burundi y Zaire (República Democrática del Congo) por el miedo a las represalias, lo que agravó aún más la crisis humanitaria. En los monumentos conmemorativos del genocidio en Ruanda (arriba) se preservan y exponen los huesos de los muertos.

Son unos pocos ejemplos de miles de lugares alrededor del mundo donde se realiza esa extraña mezcla entre turismo y tragedia. Yo mismo he visitado Armero luego de ser destruida por el Nevado del Ruiz o paseado por los pabellones del campo de concentración de Dachau.  En todos los casos el sentimiento es de opresión y tristeza, pero tal vez se trate de una parte de nuestra humanidad que necesita ser alimentada de tanto en tanto con un poco de morbo en su versión turística.

Taluego.

Fuentes: Bored Panda, National Geographic

Fotografías de: Ambroise Tézenas y Shakak Shapira