El primer vampiro documentado

Los vampiros se asocian generalmente con castillos en Transilvania y oscuros presentimientos. Sin embargo, las historias de los Strigoi existen en otras culturas también. En la mitología rumana, el strigoi (plural y singular son idénticos) son las almas de los muertos que salen de sus tumbas durante la noche para aterrorizar al vecindario. De hecho, uno de los cuentos más escalofriantes proviene de una ciudad de Istria, en un pequeño país europeo conocido hoy como Croacia. Es dentro de este estado balcánico que en 1672, el campesino Jure Grando se convirtió en la primera persona real que se describe en la historia como un verdadero vampiro.

La leyenda de Jure Grando comienza en una pequeña ciudad croata llamada Kringa, donde la vida era tranquila y convencional. Grando era conocido por ser un personaje algo desagradable, sin embargo, tenía un agradable esposa y vivia como un ciudadano normal, que llevaba una vida decente.

Jure Grando murió en 1656 debido a una enfermedad y fue enterrado en el cementerio local. De acuerdo con la leyenda, no permaneció en su tumba, pues se levantó en la noche y se dirigió al pueblo, tocando puertas y aterrado a cualquier persona que lo viera. La gente del pueblo comentó que quien había recibido el golpe siniestros en su puerta en medio de la noche se encontraría con el fallecimiento de un miembro de la familia en los próximos días.

Según un historiador del siglo 17, las personas que residían en la ciudad de Grando creían en un tipo de vampiro conocido como strignon . Estas criaturas se pensaba que eran hechiceros, que se alimentaban de la sangre humana y daban vueltas alrededor en el momento más oscuro de la medianoche, llamando a las puertas y en silencio se introducían en las casas en busca de mujeres para convertirlas en sus víctimas.

Los avistamientos de Grando se prolongaron durante 16 largos años, y los ciudadanos de la comunidad estaban aterrorizados. La propia esposa de Grando atestiguó que ella también lo había visto en varias ocasiones. Decía que aparecia en la ventana de su dormitorio con regularidad, sonriendo y respirando con dificultad, y con frecuencia la atacó sexualmente. Ella no tenía idea de cómo escapar de sus horribles visitas. Parecía que Grando  había pasado de humano a Strigoi.

Grando parecía que no era afectado por lo que la sabiduría popular decía sobre los vampiros. Cuando el cura del pueblo se encontró una noche cara a cara con el vampiro merodeador , le tendió una cruz y exclamó protección en el nombre de Cristo. Esto no parecía tener ningún efecto sobre Grando, y el problema continuaba sin resolver. En otra ocasión, el aldeano más valiente lo persiguió, tratando de perforar el su pecho con un palo afilado, pero tampoco tuvo éxito. Los aldeanos quedaron petrificados pues simplemente no podían encontrar la manera de vencer a la bestia.

Finalmente en 1672, el alcalde de la localidad y un grupo reducido de jóvenes valientes fueron a cazar a Grando y poner fin a su reinado de terror. Nueve en total, se dirigieron al cementerio local y abrieron la tumba del vampiro. A pesar de la fecha de su muerte datada 16 años antes, se dice que los hombres encontraron el cuerpo de Grando perfectamente intacto, con una amplia sonrisa en su pálido rostro. Los hombres estaban tan sorprendidos por el aspecto saludable del vampiro que se dieron la vuelta y corrieron de regreso a la ciudad.

Una vez que los hombres consiguieron la ayuda del cura local, regresaron a la tumba de Grando y la abrieron una vez más. Esta vez dispuestos a hacer lo impensable. En primer lugar, intentaron perforar el pecho con una estaca de madera, pero no fue lo suficientemente fuerte, por lo que el hombre más valiente cogió un hacha y le cortó la cabeza. Grando dejó escapar un grito penetrante, escupiendo sangre de su herida, y los hombres cubrieron rápidamente la tumba, enterrándolo por segunda vez.

Muchas personas en los Balcanes están de acuerdo en que Jure Grando fue, de hecho, un hombre de verdad que de alguna manera se convirtió en un legendario monstruo. Tres escritores científicos diferentes desde el siglo 19 han documentado ampliamente en libros y ensayos los detalles de la vida aquí y en el más allá de Grando. Algunos de ellos son más sensacionalista que otros, pero los detalles básicos de su existencia vampírica siguen siendo los mismos.

Hoy en día, la población de Kringa tiene poco entusiasmo en la leyenda de Grando, que ha sido ampliamente aceptada por la población local a través de la creación de grupos sociales vampiro-temáticos y tiendas turísticas. En este sentido, Grando todavía está muy vivo, manteniendo las calles de su ciudad natal sólo un poco más misteriosas.

Original de Jen Shulman para http://allday.com/