Los programadores argentinos están haciendo estragos en la red y a algunos eso los pone nerviosos. Hasta hace pocos días existía un servicio denominado Popcorn Time que había sido desarrollado por un grupo de geeks argentos que en tan solo una semana diseñó y puso en funcionamiento una página donde los usuarios accedían a películas y series sin necesidad de bajadas largas y tiempos de espera. Todo soportado por el protocolo BitTorrent y sus maravillosos engranajes.
Lamentablemente Pochoclin (así se hacía llamar el diseñador detrás del sitio) se cansó de ser amenazado y presionado por las grandes distribuidoras y, aún cuando su actividad no es considerada ilegal en Argentina, debió abandonar su diseño en lo más alto del éxito.
Como buen geek de open-sourse dejó su diseño a disposición de quien quisiera usarlo y allí apareció
Tomás Escobar, el dueño de Cuevana, un tipo con mejores abogados y más ganas de seguir metiéndose en problemas, para generar el nuevo
Cuevana Storm
que ya se encuentra en pie, listo para entregar series y películas.
Yo lo vengo usando y anda mucho mejor de lo esperable para una aplicación que recién empieza.
En las primeras
horas de servicio, las polémicas sobre la plataforma se centraban en que Escobar había "olvidado" reconocer a los autores originales
sobre los que se basaba el servicio. Algo considerado muy poco ético dentro de la comunidad.
El inconveniente surgió
porque el código fuente –cedido desinteresadamente por Popcorn Time a la
comunidad de desarrolladores libres– posibilita que cualquier persona
con algún conocimiento técnico lo empleara para crear su propia versión
de la aplicación con la intención de mejorarla.
Los únicos
requisito para usarla son adjuntar en los créditos al creador anterior,
algo que omitió Escobar, como también publicar los cambios para que otros los
aprovechen. Tras algunas quejas en las redes sociales, entre las que se
incluyen la de los propios creadores de Popcorn Time, Cuevana entregó
el código de su aplicación para ver películas y ratificó su condición de
libre.
Desde el diseño y lo formal, el modelo es un clon de
Popcorn. La diferencia es que se puede hacer streaming de series (el
viejo Cuevana las almacena en un servidor) y en algunos casos, elegir
el idioma del audio. De forma adicional, muestra el consumo de ancho de
banda y los clientes a los que se está conectando para una plena
reproducción.
La app está gratis para PC y Mac, pero si no te gustan, el Cuevana anterior sigue funcionando tal como antes.
Lo lindo de la cosa es que tanto Popcorn Time, como Cuevana Storm, están hechas por programadores argentinos. La segunda fue
lanzada a comienzos de marzo y rápidamente logró repercusión a nivel
mundial porque presentó una nueva forma de utilizar archivos torrents.
Es decir, evita la espera de la descarga y permite ver películas online,
vía streaming, de forma gratuita y con una gran calidad de video.
Qué estás esperando para unirte?
Taluego.
Amigo, este sitio cada vez me gusta más, aunque lo visite cada vez menos... Gracias a su post de hoy ya he abierto otra ventana en este IPad mío para acceder a ese banco de placer séptimo y artístico...
ResponderEliminarIntentaré no tardar en venir por aquí... Siempre que lo hago me da por pensar lo interesante que sería compartir cafés y tertulias contigo.
Le dejo un abrazo, de cine esta vez.
Don Mario, su visita siempre es agradecida, sobre todo ahora que Google me ha descontado visitantes y de 200 por día pasé a tan solo 30 desde el 1 de Marzo. Pero poco a poco iré retomando el tráfico perdido.
EliminarYo intuyo que usted se ha alejado de su blog y de sus sitios usuales por algún enamoramiento que lo tiene feliz y atrapado. Ocurre con frecuencia y es un motivo de alegría para quienes esperamos lo mejor para los amigos.
Un abrazo grande y que disfrute buenas series y películas.