Uno suele cuestionarse a último momento si votar a Pedro, a Pablo o a Juan. Como adolescente en la escuela durante el año lectivo, no le damos bola a la materia, y en el primer exámen no estudiamos, en el semestral estudiamos la noche anterior y en el final estudiamos mientras lo estamos rindiendo.
Es cantado que vamos a reprobar.
Para que no me pase algo así y como los políticos aún se la pasan armando alianzas que posiblemente no lleguen hasta el acto electoral, lo mejor es hacer una lista de aquellas cosas o personas que he decidido no votar.
Claro que es mucho más fácil no centrarme en ideologías ni personas físicas, sino simplemente hacer una lista de "invotables" que a mi criterio han realizado los suficientes esfuerzos para quedar fuera de cualquier compulsa electoral y sin embargo compiten.
Uno sabe qué es lo que le molesta o no soporta en las figuritas que eligen la función pública, así que en lugar de poner esos nombres tan remanidos, es mejor enumerar comportamientos o características que definen a los que no aceptamos.
Puede que la lista vaya creciendo en la medida que se aproximen las elecciones, pero será difícil, por no decir imposible, que quite algún ítem que haya entrado en ella.
Pero bueno, dejo de hacer tanta introducción al tema y le cuento que yo...
...no votaría para ningún cargo a:
abogados.
economistas.
militares.
ex subversivos, terroristas o guerrilleros.
los panqueques.
populistas.
integrantes de organizaciones de Derechos Humanos.
dueños de medios de comunicación.
los que poseen las mayorías cantadas.
quienes se han enriquecido en la función pública.
los que no cuentan con una fortuna previa a la función pública.
los que derrochan el dinero del Estado.
los que no invierten a futuro.
los que educan para la militancia.
los que promueven la drogadicción.
los que no invierten en las FFAA.
los que no saben recapacitar y corregir sus errores.
los que no dialogan.
los que no negocian.
los que dicen pero no hacen.
los que gobiernan para su partido.
los que obedecen la verticalidad partidaria.
los demagogos.
los que acomodan a sus parientes y amigos.
los que no se asesoran con especialistas.
los que creen saberlo todo.
los que acusan de sus errores a los otros.
los que reiteradamente rompen alianzas.
los que no generan empleo en blanco.
los que no promueven la industria.
los que no generan ingresos genuinos de divisas.
los que apoyan el juego.
los que modifican las leyes a su antojo.
los que solucionan sus errores con más impuestos.
los que encubren.
Al igual que la mujer perfecta, es posible que no exista un postulado que cumpla con todas mis exigencias, así que el siguiente paso a la confección de la lista será adjudicarle un peso numérico a cada ítem y así evaluar a cada candidato con la misma vara .
Cualquier cosa es mejor que dejarse llevar por la sensación de bolsillo de horas antes a una elección , o a la propaganda que los candidatos pagan a último momento para convencernos de que son los legítimos herederos de la patria.
Como dice este panfleto para cambiar el país primero hay que aprender a votar.
Ahora que estamos de acuerdo...
¿Qué habría que agregar a mi lista?
Taluego.
no votaría a los que no explican cómo van a terminar con la corrupción
ResponderEliminarno votaría a los que no tengan como prioridad a la educación pública mejor que la privada
no votaría a los que dicen todo lo que van a hacer pero no dicen cómo.
Muy buenas ideas las tres Marga. Lo que pasa es que los políticos dicen que no pueden revelar las fórmulas porque se las copian ja ja...
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