La bipolaridad discursiva de Cristina Kirchner se estructura en una indefinición: ésta quiere ser a la vez “popular”, a la vez “refinada”; a la vez “nacionalista”, a la vez “globalizada”; a la vez “académica”, a la vez “militante de barricada”; a la vez “oradora de Harvard”, a la vez “animadora de kermesse”; a la vez Presidente, a la vez “doña Rosa”; a la vez “setentista”, a la vez “moderna”; a la vez “mujer corajuda”, a la vez chiquilina con “buena onda”. Pero situarse simultáneamente en los opuestos extremos de pares contradictorios, desemboca en un absurdo que dibuja a una Cristina carente de rumbo, desapegada de la realidad, y desubicada del tiempo y del espacio.
Esta impostación de la personalidad tiene como único objetivo atraer a la juventud militante que obedece sin meditar y en otros casos para rebajar la relevancia de un potencial contrincante.
Cuando se proclamó Papa al cardenal Jorge Mario Bergoglio, las huestes de aplaudidores de La Señora salieron como perros rabiosos a atacar al nuevo Santo Padre inventando incluso crímenes de Lesa Humanidad en los que jamás podría haber incurrido, ni por ideales ni por edad.
Hasta se alteró la interpretación del contenido de algunas fotos donde Videla recibía los sacramentos de un obispo.
La Señora, mucho más compenetrada con estrategias, salió a cambiarle el chip a la tropa, atenta a que si perdía el voto Católico, estaría muy mal parada para cualquier elección. Luego visitó al Papa, que a diferencia de ella se dignó a atenderla y comenzó su nueva estrategia de ataque.
Es que un Papa argentino la convertía en un personaje con mucho menos poder. Ya no sería el argentino más poderoso, había otro con mucho más poder y que arrastraba a mucha más gente, simplemente con sencillez y bondad, algo que ella lamentablemente no entiende.
Esa exitosa abogada sin título ni matricula, que nunca ejerció otra profesión que la de empleada pública, intentó rebajar chabacanamente al Santo Padre con una esquela que fue el hazmerreir de todo quién la leyera. Su alter ego de 18 años escribiría:
Claro la pendeja osteoporótica pretendía posicionarse como una "joven" y campechana amiga del alma de Bergoglio y es por eso que ella misma subió a las redes la carta. Astuta. No fue un error . Es estrategia.
La nena terrible con potencial Alzheimer juega en internet las cartas que a los chicos les encantan y se muestra como ellos quieren, irrespetuosa y violatoria de cualquier formalidad.
Por suerte siempre hay algún iluminado que sabe ponerle el broche de oro con una sonrisa y al poco tiempo se publicó en Internet una supuesta carta del Papa a nuestra Vieja y Decrépita Pitonisa.
Era esta:
Por supuesto, quienes tienen la cabeza bien puesta entienden la jugada presidencial, pero quienes han sido adoctrinados desde hace diez años puede que presenten problemas en la comprensión de textos. Eso será tal vez porque el nivel educativo ha bajado tanto que hasta nuestro ministro de educación pretende que en el mundo se cambien los parámetros de medida para que no quedemos tan abajo.
Algo típico del kirchnerismo, claro...
La exitosa pendevieja anda suelta y podemos estar seguros que hará cuanta barrabasada haga falta para que la voten y pueda hacer la secuela.
Todo menos gobernar.
Taluego.
Actualización 16 de julio 2013.
El Papa Francisco le respondió su esquela de la siguiente manera:
Amigo, socio y maestro, resulta que escojo está hora temprana del domingo para volver al redil de las letras amigas. No sé si he escogido un buen momento o, sin embargo, lo que ha fallado ha sido empezar a leer por aquí, entre bolsos y botox presidencialmente rosados. Con su presidenta me sucede lo que con el mío, el de los italianos, el de los rusos, el de "los" tantos que sufren las políticas de esquina y saldo, me sucede, digo, que me hierven la sangre, me pudren sus intenciones y me declaro en rebeldía ante cualquiera de los actos que convierten en ataques contra la sociedad..., o algo así...
ResponderEliminarSí, una característica de todos estos elementos inestables, ladrones de estabilidades ajenas, y amigos de cifras sumantes, es que lo que menos hacen es gobernar con decoro...
Voy a seguir leyéndole... Y a tomar café, a ver si todo junto me aleja lo suficiente de nuestros gobernantes...
Abrazo...
Don Mario. Creo que lo impresentable de nuestros gobernantes latinoamericanos es más que evidente. La falta de decoro y el casi nulo intento de ocultar sus delitos hace que uno extrañe la vergüenza.
EliminarEn otro lares se adivina al menos la intención de ocultar el delito, aquí es casi con orgullo que declaran sus tropelías.
Es todo tan ridículamente burdo que uno comienza a pensar que lo hacer deliberadamente para ocultar cosas peores y mantenernos ocupados con un "Mundial" de noticias basura.
Un abrazo y que disfrute su domingo.