Hamburguesa Drive-In |
Hamburguesota super saludable |
Hamburguesota yanky |
Quemando calorías de entrada |
La primera cadena de hamburgueserías del mundo se denominaba White Castle y fue fundada en Wichita (Kansas) en 1921 por el cocinero Walter A. Anderson y el corredor de seguros E. W. Ingram cuyo ámbito era Medio Oeste de Estados Unidos. Ofrecían como novedad el Pig Stand, es decir, servían las hamburguesas sin la necesidad de abandonar el vehículo (Drive-In), algo similar hicieron en California los hermanos Dick y Ronald McDonald en el año 1948. Posteriormente, las hamburguesas fueron adoptando la imagen que proporcionaban las grandes cadenas de alimentación rápida.
Pero vayamos al grano; para hacer su hamburguesota opinera en tamaño pizza individual usted deberá reunirse con los siguientes ingredientes:
1 pizza individual de cebolla tipo "media masa" de unos 20 centímetros de diámetro (cuatro porciones). Si no consigue puede cocinar una o hacer la hamburguesa a la medida que tenga, pero ya no será una hamburguesota opinera, claro.
1 cucharadita de adobo para pizza
250 gramos de carne picada magra
1/2 (media) cebolla rallada.
1/2 (media) zanahoria rallada
1 diente de ajo picado finito
1 cucharadita de perejil
1 huevo
3 fetas de jamón cocido (yo nunca uso queso)
un poquito de leche
1 cucharadita de ají molido
1 cucharadita de orégano
1 chorrito de salsa de ají picante o tabasco
1 cucharada de mostaza
mayonesa
sal a gusto
Junte la carne picada que usted ha elegido y que seguramente es de un buen corte y magra, yo elegí de vaca pero usted puede combinar como quiera, juntela le decía con la mostaza, la mitad del ajo, el orégano, la salsa tabasco, la zanahoria, la cebolla y la sal.
Amásela con ganas hasta que la pueda sostener colgando sin que se desgrane. Déle forma similar a su pizza tratando de no hacerla más gruesa que 1,5 centímetros y guárdela en un plato aceitado dentro de la heladera por varias horas para que termine de unirse. Esto se hace para que cuando la esté cocinando pueda darla vuelta sin que se le desarme, ya que no usamos ningún tipo de aglutinante que no sea la propia proteína de la carne.
Póngale orégano y adobo a la pizza de cebolla asegurándose de adherirlo bien con la mano. Con un cuchillo largo corte la pizza en dos mitades para sandwich.
En un bol coloque el huevo, la leche, el perejil y el ajo y bata hasta conseguir un líquido homogéneo.
Caliente la plancha y la sartén untándolas con una fina capa de aceite. No hace falta mucho.
Cuando estén bien calientes vierta el compuesto de huevo, leche, ajo y perejil para hacer un omelette y distribúyalo parejo en la sartén.
Deje cocinar bien y cuando vea que ha cuajado delo vuelta y termine la cocción del otro lado. El diámetro será parecido al de la pizza. Reserve.
Como siempre le digo a esta altura, tóquele el culo a su señora.
En la plancha coloque la hamburguesa y deje cocinar a fuego fuerte. El interior de toda hamburguesa debe superar los 70 ºC para matar cualquier bacteria, así que en algún momento deberá tapar con una tapa de cacerola para forzar a que la temperatura sea alcanzada. Cuando esté bien cocida dela vuelta con la ayuda de una espátula y un plato, no debería desarmarse, pero todo es cuestión de práctica.
Mientras se cocina la hamburguesa ponga la tapa de abajo de la pizza en la sartén que le ha quedado vacía. Deberá cocinar hasta que quede tostada de ambos lados. Dos minutos de cada lado serán suficientes. Haga lo mismo con la tapa superior tratando de no quemar la cebolla y el adobo es su parte superior. Cuanto más crocante y tostado mejor.
Cuando termine ponga las fetas de jamón en la misma sartén y cocine hasta que se pongan doradas y sabrosas.
A esta altura ya podrá emplatar para lo cual deberá pone la tapa inferior, sobre ella el omelette, sobre ella las fetas de jamón, luego la hamburguesa y finalmente una abundante capa de mayonesa. Tapar, cortar y servir.
Se rechupará los dedos.
Además de ser un plato sano y sustancioso, verá que el sabor es tan agradable que la gente le pedirá que la repita constantemente.
Si usted cambia los ingredientes hará su propia hamburguesa, pero lo importante en esto es que dejemos de lado las hamburguesas de harina de lombriz o de los peores cortes de vaya a saber qué animal, para dedicarnos a darle a nuestros hijos un rico combo sin cajita feliz pero con mucho alimento.
Taluego
La historia de la hamburguesa fue tomada de Wikipedia
Pero bueno, ud, es sorprendente. Eso no es una hamburguesa, eso es una tentacion hasta para una fragil vegetariana :-)
ResponderEliminarBon apetit, socio.
Voy a calzarme las zapatillas, que ya es hora :-)
Ahi le dejo un abrazo
Doña Noah. Intente con una de soja a ver que tal le parece. En lugar de jamón unas lechugas y no sé si puede comer huevo y leche, ustedes los vegetarianos no son todos iguales, salvo por lo complicados ;)
EliminarCariños y bienvenida nuevamente.
Nunca seré vegetariano. Ni se me pasa por la cabeza intentarlo, más cuando descubro la tercera de las fotografías. Madre mía, qué hamburguesas...
ResponderEliminarA veces me voy demasiado tiempo. Cierto. Pero cuanto más tiempo estoy sin aparecer por aquí, más lo extraño, y más necesito volver y quedarme un rato alimentándome de sus recetas, devorando su literatura, bebiendo esas aportaciones y haciendo la digestión entre sorbos de café y bocados harto literarios.
Me hace reír, por eso sé que lo necesito cuando mi vida necesita de algo, de algún complemento. Mañana, que es mi cumpleaños, volveré a leer algunos textos antiguos. Sé que será mañana porque, cuando cada año, el 23 toca a su fin, empieza mi peregrinación por los sitios acordados. Y le recuerdo que su sitio es mi casa y viceversa, o algo así.
Además, qué alegría más enorme me llevo. Nuestra socia ha salido a la luz de las letras. Qué bien. Voy a ver qué me cuenta ella. Eso sí, le doy toda la razón, amigo, son más complicados los vegetarianos que todas las cosas (sin acritud y actitud positiva y amable, no se me vayan a enfadar ahora...)
Por cierto, cuando vengo a su espacio de letras, suelo visitar, casi con parada y fonda, nuestro lugar común. También leo, también comento, porque no quiero faltar a la cita, aunque a veces parezca lo contrario. Y allí me he dado cuenta que puedo seguirme, seguirle, siguiéndonos, por Facebook. Bien, le he dado a “me gusta” y ya soy seguidor. Claro que ahora he visto que también está, estoy, estamos en Twitter… así que par allá que voy.
Un abrazo, de carne y lechuga y queso y la de la foto tres.
Mario
Don Mario. Seguramente le han dado ganas de ir de visita a Hamburgo a ver si encuentra un par de cosas.
EliminarDe su nota rescato que no ha escrito una nueva obra y que se ha puesto un año más viejo en el intento. No puedo más que desearle un muy feliz cumpleaños de todo corazón y espero que me guarde una porción de torta cibernética para degustar a la distancia.
Los catalanes (Noah y usted) han regresado a mi página como si estuvieran de acuerdo, cosa que me alegra y me da impulso para seguir golpeando este teclado que ya no da abasto.
En Twitter y en Facebook estamos desde hace tiempo, pero NSE recién comenzó hace poco, cuando encontré la forma de que se publiquen automáticamente los avisos. Allí comencé a inscribir a Enkaustikos, DLYC, NSE, Plano Creativo y Jovatolandia, con el tiempo veré si abro páginas para el resto de mis blogs.
Los de mayor tráfico son éste y Enkaustikos, aunque usted no lo crea, NSE tiene muy pocas visitas.
Lo espero más seguido y comentando mis cuentos ;)
Un abrazo.
Soy vegetariana indulgente, pero complicada..un rato largo!! :-)
ResponderEliminarBesos sin lechuga
Doña Noah. Como toda mujer inteligente ;)
EliminarCariños.
La verdad que lo mejor de la entrada es la señorita deportista. ¿Usted come hamburguesa sin queso? La mía que marche con doble soque, digo, ya que es pizza.
ResponderEliminarAbrazo
Don Don Primo Illuminati. La señorita ya tiene varios votos, así que ha sido un acierto incluirla.
EliminarSi, así es, desde los cinco años que no como queso y eso me ha obligado a experimentar nuevas recetas como el postre vigilante sin queso..., o sea dulce de batata.
Un abrazo