Las cámaras llegan al lugar de los hechos y una multitud abandona sus escondites y sale a demostrar las necesidades de la toma. En primera fila las embarazadas e inmediatamente detrás las mamás con sus críos en brazos, aunque éstos ya estén cercanos a los cinco años de edad y les quiebren la espalda.
De la misma forma que cuando evitan hacer una cola bancaria haciendo de la ostentación del crío una herramienta para obtener privilegios de atención acelerada, ponen aquí al niño o a la "panza" entre ellas y las fuerzas policiales. Veremos así, que si las fuerzas públicas inician algún tipo de acción, las mamás usarán a sus hijos como escudos, llorando en tono de falsete sin lágrimas y gritando la injusticia sufrida frente a los focos encendidos de aquellas cámaras ávidas del escandaloso atropello a los derechos humanos. Cuando las mismas se apaguen, de la misma forma y con la misma celeridad se apagarán los gritos y sollozos, en medio de miradas que buscan entre los hombres parados en las sombras más atrás una señal de aprobación por el desempeño logrado.
Que bueno sería que se publicaran esas tomas ocultas que muestran el nivel político y manipulador del reclamo organizado. Claro, usted pensará que soy inhumano por fijarme en estas cosas o que me mueve la misoginia cuando escribo este tipo de post, pero déjeme seguir contando algunas cositas más y después saque sus conclusiones libremente como siempre.
En los hospitales ocurren abusos infantiles similares que usualmente no toman estado público por generar polémicas difíciles de manejar. Como a mí no me importa polemizar y trato de que el blog sirva para algo útil, voy a limitarme a relatar algunos de los más reiterados y que traen como resultado el perjuicio a la mayoría de las mamás por la vieja fórmula de que los justos pagan por los pecadores.
Aunque usted no lo crea, muchos padres hacen de sus hijos instrumentos para generar ingresos con que alimentarse o comprar substancias. No hablemos de la explotación infantil de los niños que piden o roban en la calle porque usted seguramente está muy bien informado y sabe de la interacción de los padres en dichas actividades. Veamos lo que ocurre en casos sumamente más escandalosos y difíciles de manejar.
La mamá, tal vez víctima de las drogas o simplemente dedicada a la delincuencia de oportunidad, acude al hospital con su hijo enfermo de SIDA. Los hospitales nacionales suministra en forma gratuita los antiretrovirales, es decir, todos los medicamentos (sumamente caros) son recibidos en forma gratuita para que el niño tenga la atención que se merece.
La mamá vende una parte.
Gasta lo obtenido.
Y cuando el menor entra en crisis por la falta del tratamiento completo para su enfermedad, nuevamente regresa por más.
Lo mismo es aplicable a los medicamentos anticancerígenos.
No se espante, porque a mi me espanta al límite de lo soportable. Le cuento alguna más y paro.
Hay elementos sumamente caros, tales como los CPAP (para apoyo respiratorio - Continuous Positive Airway Pressure) que se suministra a niños que por diversas razones no pueden respirar en forma autónoma, como por ejemplo por enfermedades neuromusculares.
Los mismos se entregan en forma de préstamo y no son pocas las oportunidades en que la madre declara haberlo olvidado en el taxi o haber sufrido un robo domiciliario. Por supuesto recibe otro nuevo. ¿Usted le creyó? No importa, no repetirá el mismo truco otra vez para no ser atrapada, pero cosa curiosa, a otras madres les va pasando lo mismo.
Con el tiempo inventarán algún otro medio de "intercambio" de bienes convirtiendo en oportunidades delictivas las faltas de control del Estado, el descuido de los responsables o simplemente la buena fe de los demás.
Todos estas actitudes entran en la categoría de maltrato infantil y son cometidas por los propios padres, ya no mediante la violencia física que ejercen muchos sobre sus hijos, sino por un violencia oculta y sorda que tiene aún peores efectos.
Pero a diferencia de los casos anteriores si usted observa alguno de los siguientes comportamientos, estará frente a un caso psiquiátrico, una enfermedad, y no ante un delincuente que saca provecho de sus hijos, aunque el efecto sea igualmente devastador.
- La madre se niega a que sus hijos se separen de su lado o que alguien distinto los cuide, fingiendo que están enfermos y deben cuidarlos.
- Siempre esta dispuesta a que al niño le hagan pruebas médicas, tratamientos y operaciones, sin importarle las consecuencias.
- Otros niños que han estado bajo el cuidado de ésta persona también han padecido enfermedades crónicas inexplicables.
La enfermedad se llama
Síndrome de Münchhausen por el
Barón de Münchhausen, Karl Friedrich Hieronymusun, un alemán contador de cuentos y mentiroso excepcional. Las madres con síndrome de Münchhausen causan daño en forma deliberada a sus hijos y luego mienten sobre el origen de las extrañas dolencias para satisfacer su enfermiza necesidad de llamar la atención, a veces para salvar su matrimonio, obtener ventajas en un divorcio o ganarse la simpatía de los demás apareciendo como víctimas.
Por no nombrar lo que ocurre en los hospitales de argentina (para no quedar pegado) y recurriendo a la información pública de Internet, les cuento un ejemplo ocurrido en el hospital infantil Children's Health Care de Scottish Rite, de Atlanta, donde los médicos se encontraron hace años sin respuesta para los repetidos ingresos en el centro de niños con inexplicables enfermedades crónicas. El doctor David Hall, director del estudio resultante para tratar esta situación, instaló cámaras ocultas en 41 habitaciones con casos sospechosos. Por ejemplo fueron observados niños que padecían infecciones bacterianas que durante meses eran resistentes a cualquier tratamiento. Las cámaras revelaron que la causa era la orina que sus madres les inyectaban a través de los catéteres intravenosos por los que les administraban los medicamentos. La edad promedio de los niños era de 2 a 3 años, y de no haber sido por las cámaras ocultas muchos podrían haber muerto. En varias ocasiones, el equipo que controlaba los vídeos alertó a las enfermeras para que entraran en las habitaciones. Las madres inmediatamente detenían su accionar.
La enfermedad mental de Münchhausen es causa de muchas muertes infantiles en todo el mundo, sin embargo, todos advierten que es imposible dar con la cifra exacta, dada la dificultad con la que frecuentemente se topan los especialistas para diagnosticar el síndrome.
Aunque usted no lo pueda creer o se resista a ello, el número de casos de Síndrome de Münchhausen en Argentina es extremadamente alto y para nada se lo puede tratar como algo excepcional.
Todos estamos obligados a denunciar cualquiera de estos comportamientos y que los organismos nacionales cumplan con la protección del niño y el tratamiento del adulto enfermo. Lamentablemente TODOS los mecanismos están oxidados o bloqueados por legislaciones que priorizan el acto privado por sobre la victima.
También es bueno recordar que existen mujeres que tal vez como nuestras madres, entregan su vida a nuestro cuidado y priorizaron nuestro bienestar por sobre el de ellas. Seguramente con muchos aciertos y muchos errores pues se sigue sin editar el manual del perfecto padre, razón por la cual sería bueno dejar de culparlas, hundidos en el sillón del psicólogo, con el peso de todas las frustraciones o fracasos y recordar que existen bestias sueltas que portan su nombre sin licencia habilitante.
Cuidemos a nuestros niños para que de grandes no recuerden nuestros errores y sí todo el amor entregado y la frase cariñosa del título para practicar la "M" de mamá .
Taluego
Que penoso.
ResponderEliminarPero cierto. Hay gente para todo.
Despuès aparecen las feministas radicales a decir que las mujeres son TODAS buenas, y los hombres somos TODOS violadores en potencia, golpeadores, y abandònicos.
Que mundo.
Un abrazo.
Don Gaucho. No tienen que ser únicamente feministas radicales, a la hora de la negación muchas caen en la misma actitud hasta que se dan cuenta que también pueden ser o haber sido las víctimas. En todos los casos hay un padre detrás que anda en la misma.
ResponderEliminarIncluso en los casos del Síndrome de Münchhausen los hijos cuando crecen participan activamente sin darse cuenta que son utilizados. Esto es, colaboran con la madre falseando síntomas o siguiéndole la corriente frente a los demás. Se asocian en la misma enfermedad uno como víctima y el otro como victimario.
Espero que el post ayude a que más gente conozca esta enfermedad y ponga sobre aviso a quienes puedan ayudar a estas personas en tiempo y forma.
Un abrazo.