Una cuestión de Fe

Hace algunos años en la Estación Central de trenes y subtes de Munich existía un negocio de Numismática y Filatelia mayorista que llegó a sorprenderme con una oferta por 2 Marcos. En la vidriera entre pedacitos del muro de Berlín, sombreros de la Guardia Rusa y medallas con las esfinge de Lenin , se ofrecían paquetes cúbicos de un kilo formados con Australes o Pesos Ley 18.188.

Para mí fue algo muy cercano a una epifanía de lo obvio. Allí me dí cuenta que la Economía es, como la religión, una simple cuestión de Fe.

La imagen regresó a mí el pasado Diciembre cuando, sin que nadie se animara a decir "Corralito", mis dos tarjetas de débito perdieron milagrosamente la clave (me dejaba operar pero cuando le pedía plata, el aparato, que seguro tiene un enano operándola dentro, me decía que la clave era errónea) y ¡¡oh sorpresa!!, varios coterraneos que hacían las filas antes que un servidor sufrían las mismas peripecias. Presurosos y aterrorizados, acudimos a nuestros respectivos bancos para sacar los pocos dinerillos que nos mantienen con vida por ventanilla, encontrando límites de extracción que antes no estaban. -¿Cómo, no se enteró?- decía el cajer@ con total desparpajo- Mire la tele. Están avisando que no llegaron los pesos que mandaron a imprimir a Brasil y que por eso no hay plata-

Bueno, vaso colmado y se cayo la gotita que faltaba, ahora es una justificación totalmente aceptada y normal que una devaluación mediante la impresión de nueva moneda y la escasez de la misma por iliquidez del circuito bancario, se disfrace como un simple retraso en la entrega de billetes que ni siquiera podemos imprimir en forma local. (Una economía sana imprime billetes para reponer aquellos que por el uso deben ser sacados de circulación, colocar nuevo circulante es una devaluación como quiera que se lo mire)

Mire, ¿sabe cuando se sabe que una economía es sana? Cuando hay más ingresos que egresos (sigo con obviedades), es decir, cuando hay superavit. Pero esto no es válido por una mera declamación del funcionario de turno. Usted puede verificar si realmente la economía marcha bien porque el Estado invierte ese dinero (que NO puede ir a otro lado), en Salud, , Educación, Ciencia, Defensa, etc. 

Digame, ¿Cuantos hospitales se han inaugurado? ¿Y escuelas?, no me diga nada, seguro se han inaugurado cientos de centros de investigación y desarrollo y nuestras Fuerzas Armadas son las mejor equipadas del subcontinente. Vé, soy un malpensado, desestabilizador y malparido.

Lo que pasa es que la Economía es una religión donde, sin ánimo de ofender a los creyentes, Dios es el dinero, los bancos sus catedrales y los cajeros automáticos la Iglesia del barrio. Usted debe cerrar los ojos y simplemente creer. Tenga Fe. A Dios no se lo cuestiona, ¿por qué va usted a cuestionar al dinero? Ateo. !A la hoguera¡

Mire, nadie ha podido verificar si en FortNox existen tantas barras de oro como el gobierno americano declara, pero este oro que "respalda" a su moneda es religiosamente manejado como un Acto de Fe. Todos creen en la fortaleza de esa religión y realizaran gráficos de eficiencia y estadísticas promisorias como si se tratara de imágenes sacras que el pueblo necesita ver para confiar y entregar su fe y su apoyo.  Cómpreme una estampita de San Flujo de Divisas, récele cien Padre Gráfica de Proyección de Negocios y tres Ave Mercados de Inversión Premium. El Vaticano, renombrado como Wall Street, hará todo lo posible para que cada ciudadano del mundo crea en el Dolar más que en cualquier otro ser divino.
Cada religión tendrá sus acólitos, los unos siguiendo la cruz, otros la cruz de David, otros la media luna  y la estrella, el Shing y el Shang y así con cada uno de sus símbolos religiosos. Pero todos y cada uno sumarán un total unificador tras la religión con más adeptos y que se caracterizan por seguir el signo de la "ese" tras las rejas. (por algo habrá ido presa)

Al fin de cuentas usted entrega su trabajo y esfuerzo por UN PEDAZO DE PAPEL sin valor. El valor se lo pone el conjunto de la gente con su confianza, lo acepta y hace negocios esperándolo y aceptándolo como retribución. Quien lo respalda debe ser cuanto menos, un buen mentiroso. Dentro de la misma línea de pensamiento se me ocurre que  nuestro gobierno ya debe calificar  para algún obispado y hasta es posible que en el futuro  tengamos la primer Papisa americana.

Lamentablemente no hay nada de exacta en la "ciencia" Económica, se basa en el albur, el saber dibujar resultados, aparentar fortaleza y éxito y mentir de manera que la gente acepte cualquier cambio de rumbo como estratégico y pensado, cuando en realidad son manotazos de ahogado de quienes sólo reconocen el éxito como el quedarse con un vuelto. Digamos que son consideradas como donaciones o el diezmo necesario para mantener a la iglesia de la gran "ese"

Al igual que en la religión, los más pobres y necesitados son quienes necesitan del apoyo espiritual que una buena mentira nos provee.

Hoy nos dicen que estamos bien, pero sabemos que están rascando el fondo del tarro y que muchas de las obligaciones que hoy permiten que estemos cómodos las deberemos pagar dentro de diez, veinte o treinta años.

¿Nadie recuerda a Menem? Yo siento que estamos nuevamente manejados por lo económico, que votamos según el bolsillo y que muchos no quieren cambios aunque saben que todo es una simple burbuja de bienestar a punto de reventar.

Le pregunté a una amiga que por quién iba a votar y me dijo por Cristina. Fue como chocar contra una pared. Ella es anti K y por eso mi sorpresa. Se me debe haber notado en la cara porque inmediatamente me aclaró- Lo que pasa es que si se va Cristina me quedo sin trabajo- Ella está en el ministerio X y su puesto, como el de muchos, no tiene sentido ni propósito.

Otros saben que luego de semejante despilfarro de lo que NO tenemos, el próximo que asuma como gobierno nos lo hará pagar de la misma forma que nos cobraron todo el menemato junto en el 2001.

Al igual que en aquella época, todos nos encontramos en un estado similar al de la canción de Pink Floyd "Comfortably Numb" ( Entumecido confortablemente ). Vivimos relativamente bien, sabemos que nos mienten pero preferimos, como con las tarjetas de crédito, disfrutar hoy y ver cómo carajos vamos a pagar la fiesta en el futuro. La macana es que el futuro es mañana..

Como le decía el pasado Diciembre entré en un cajero automático y encontré una Banelco apoyada a 45º contra la pared como si fuera una estampita de San Cayetano y  una vela consumiéndose lentamente frente a ella. Me acordé que en la Estación Central de trenes y subtes de Munich había una casa de Filatelia y Numismática mayorista y ahí me dí cuenta en que manos hemos caído.

Taluego