Regalo Sudafricano

¿Se acuerda de la película Tiburón? Esa que hizo famoso a Spielberg gracias a todos los problemas que tuvo para filmarla. Si, ¿se acuerda?. La del Tiburón misógino que se comía a las mujeres hermosas que se bañaban de noche desnudas en el mar.
Esa.
A mi me gustó más que las cuarenta secuelas.

Allí el Jefe Brody, que es como se llamaba el personaje que hacía de partenaire del tiburón, (al animalito de la aleta dorsal los amigos lo llamaban Sharky), intentaba proteger al público turista cerrando las playas, mientras que los políticos y comerciantes se la hacían abrir para no perder moneda. Gracias a ellos pudimos ver sangre a borbotones, amputaciones, dientes y más dientes. 

Y más sangre.
Y escuchar gritos.
Muchos gritos.

Bueno, no es algo tan alejado de la realidad. El año pasado los políticos y comerciantes de Brasil, negaron la epidemia de Dengue para no ahuyentar a los turistas.

Aquí en Argentina, el Ministerio de Salud, tardó meses en aceptar la epidemia de Influeza Porcina o  A-H1N1. Negó su existencia y minimizó el problema hasta que no lo pudo ocultar más. Así fue como terminó renunciando la Ministra de Salud una vez superada la crisis. Por sentir vergüenza del accionar del gobierno en el que se había visto involucrada y abandonando el barco sólo cuando el problema había sido solucionado. La verdad que me amigué con Graciela Ocaña, aunque antes de verla alejarse indignada, la tenía entre ceja y ceja. Su renuncia estuvo motivada por la epidemia de gripe A-H1N1 por un lado y su lucha contra los sindicatos, por el uso de los fondos de salud de las obras sociales por el otro

Pero vamos al título de la nota luego de este entremés.

Hace diez años latinoamerica erradicaba una cruenta enfermedad.
Hace diez años que en Latinoamérica no existía el Sarampión.

Desde hace quince días el Ministerio de Salud está evaluando que hacer ante la aparición de algunos casos . Es decir, está evaluando si acepta el hecho o se hace el distraído, porque  desde arriba, el gobierno no le baja presupuesto.
Todos los médicos infectólogos han sido consultados por sus pacientes sobre qué medidas tomar . ¿Me vacuno o no me vacuno? Por supuesto, la respuesta depende del dictamen del Ministerio, que evita sistematicamente atenerse a los protocolos internacionales.

Hoy, quince días más tarde,  se ha declarado el brote epidémico.
Todos los esfuerzos realizados en trabajo y dinero para mantener esta enfermedad fuera de nuestras fronteras ha fallado.
Pero, ¿por qué?

Le cuento.

Todo Ministerio de Salud de país civilizado tiene una división que atiende las pautas de sanidad de los viajeros. Allí se define qué vacunas usted se tiene que administrar antes de partir en viaje y cuales se le deben exigir a los visitantes dependiendo de donde vengan.

Así en ocasión del Mundial de Futbol 2010, se cursó correspondencia entre nuestro ministerio y el equivalente de Sudáfrica. Nosotros les informamos de un caso de Fiebre Amarilla en Misiones y ellos nos dijeron que no tenían ni un solo caso de Sarampión.

Pensemos positivamente y creamos que no estaban enterados de que sí tenian varios casos. No quiero que vayan a interpretar que sugiero con mi introducción que como en el caso de Tiburón o el de Brasil en temporada, los Sudafricanos nos vendieron un cuento para no perjudicar su mundial.

La cuestión es que si usted ha cumplido con los planes de vacunación obligatorios que existen en argentina, no tendría nada de que preocuparse. Una dosis cuando era chico, un refuerzo en la adolescencia y usted está cubierto y puede viajar tranquilo.

Otro fue el caso de  los pobres a los que se les exigió la vacuna contra la Fiebre Amarilla (que debe administrase bajo supervisión médica ya que puede tener efectos no deseados como la encefalitis) para poder acceder a una platea mundialista.

Mandamos a la gente, pero como usted sabe, todo es laxo en los controles migratorios y se nos fueron unos amigos coterráneos a los que les dedico este apartado.

Un médico jamás dirá lo que yo le digo, principalmente por una cuestión de ética, pero la cuestión es que quienes trajeron la enfermedad nuevamente a Latinoamérica son argentinos que viajaron a Sudáfrica, donde se contagiaron por no tener la vacunación preventiva correspondiente. Nadie les avisó, porque los sudafricanos negaban el hecho al igual que nuestro gobierno hacia negaciones el año pasado.

Los contagiados en Sudáfrica,  no tenían las vacunas porque son naturistas. Si señor, como leyó, ellos ostentan el derecho de decidir si se vacunan o no de acuerdo a su creencia médica (Medicina Naturista) y los platos rotos los pagan quienes son contagiados cuando estos antisociales les respiran al lado.

¿Ahora que sigue? ¿El gobierno le va a comprar las vacunas a otra empresa mafiosa amiga usando como intermediario a Stamboulian el médico dueño de la vacunación paga? ¿Nos entregaran como el año pasado medicamentos alterados como con el Oseltamivir contaminado con hongos que compró el estado?
Yo diría que tenemos tema para mejorar. Que tal vez en lugar de perder el tiempo con las nubes de humo que arroja la presidente para mantener a la oposición preocupada en nimiedades mientras teje su entramado electoralista para el próximo año, el congreso debería legislar pautas claras que eviten los negociados, aumenten los presupuestos y agilicen las tomas de decisiones en temas de salud.

Un claro ejemplo del obrar con corrección lo ha dado México. Ha sido una cátedra de cómo se combate un brote epidémico pensando en la gente por sobre todo, aún cuando los perjuicios económicos puedan ser extremadamente graves. Ellos lograron controlar la Gripe porcina o A-H1N1 en tiempo record salvando miles de vidas.

Resumiendo: En cuestiones de salud no hay manera de hacer lo suficiente. Todo Ministerio de Salud, sea del país que sea, debe obrar en demasía y no dilatando temas hasta tener la aprobación de un representante gubernamental que nada sabe ni le importa del bienestar de la población.

Señores, atengance a los protocolos internacionales y no le pidan permiso a la presidente.
Y usted querido lector, consulte a su médico que le dirá que hacer.

Taluego.

Pd:Las palabras resaltadas tienen hipervínculos aclaratorios