La curiosa historia del consolador

El consolador no es un invento moderno. En cambio, es una herramienta antigua que se cree que se remonta a la Edad de Piedra.

Los arqueólogos han intentado concebir usos no sexuales para los objetos de formas distintivas de este período a los que se han referido vagamente como "bastones de la edad de hielo". Sin embargo, la opinión científica está cambiando gradualmente hacia la idea de que estos objetos se estaban utilizando para placer sexual

Esta opinión cambiante se debe a la naturaleza increíblemente detallada de algunos de los falos. Por ejemplo, algunos de estos objetos tienen prepucio retraído o totalmente ausente, piercings, tatuajes y cicatrices. Esta especificidad, junto con su construcción pulida y de tamaño natural (de limolita, tiza o hueso de asta), lleva a los estudiosos a creer que estos antiguos falos se usaron como consoladores.

Después de la Edad de Piedra, los antiguos griegos no buscaron inspiración sexual en el mundo exterior en términos de falos artificiales, sino en el interior de la cocina. Una de sus prácticas sexuales más notorias es el uso de olisbokollikes , o consoladores hechos completamente de pan (baguettes, esencialmente). Las imágenes de consoladores de pan se han registrado en una variedad de fuentes, aunque es vago si se usaron con fines rituales o para el placer cotidiano.

Además, los griegos usaban consoladores en otros contextos. En la famosa obra Lisístrata de Aristófanes , por ejemplo, las mujeres griegas realizan una huelga sexual que lleva a una discusión sobre el uso de consoladores para satisfacerse mientras protestan.

Mientras tanto, en el otro lado del mundo, la riqueza asombrosa de la dinastía Han occidental (206 aC - 220 dC) condujo a tumbas increíblemente elaboradas que contenían una variedad de artículos exquisitos, incluidos una serie de juguetes sexuales antiguos.

Esencialmente, los Hans creían que sus espíritus vivirían dentro de estas tumbas en el más allá. Y la realeza de Han esperaba mantener el mismo nivel de "vida" después de la muerte, lo que significa que se llevaron algunas de sus posesiones más importantes, incluidos intrincados consoladores de bronce.

Estos juguetes eran ayudas sexuales comunes entre las élites Han y eran productos de alta calidad. Sin embargo, aunque estos consoladores eran juguetes, tenían la función adicional de ser herramientas.

"Cuando digo 'herramienta', también quiero decir que estos falos tenían un propósito mayor que el puro placer físico", dijo Jay Xu, del Museo de Arte Asiático de San Francisco, a Hiperalérgico . "Los Han creían que el equilibrio del yin y el yang, los principios espirituales femeninos y masculinos, se podían lograr durante el sexo ... En este sentido, el sexo, especialmente si era placentero y duraba una cantidad suficiente de tiempo, tenía una dimensión espiritual real . "

Por lo tanto, para la gente de la dinastía Han, la inclusión de estos lujosos juguetes sexuales en sus tumbas no fue una ocurrencia traviesa. En cambio, fue un paso vital destinado a garantizar que el fallecido tenga una vida futura pacífica y amorosa.

Sin embargo, avanzando hacia la Europa de los siglos XVI y XVIII, los consoladores se volvieron más escandalosos. Por ejemplo, el escritor italiano Pietro Aretino registró cómo las monjas comenzaron a usar consoladores en el siglo XVI para "sofocar el roer de la carne".

Un siglo después, los consoladores comenzaron a estar más disponibles para los ricos, pero su creciente ubicuidad no significaba que fueran tolerados en la sociedad educada. Cuando el audaz John Wilmot, conde de Rochester, importó consoladores a Inglaterra para su club sexual en 1670, por ejemplo, fueron destruidos de inmediato.

Sin embargo, muchas personas aparentemente ignoraron el episodio de Wilmot y continuaron intentando obtener consoladores. Las mujeres inglesas comenzaron a hacer sus propios consoladores, de hecho, solo para ser penalizadas una vez que se hizo ilegal.

Aproximadamente al mismo tiempo en el período Edo de Japón, la gente tenía una actitud muy diferente y decididamente relajada sobre los juguetes sexuales. Los japoneses describieron estas ayudas sexuales en sus libros eróticos e imágenes conocidas como "shunga". En shunga, las mujeres fueron representadas comprando y disfrutando consoladores.

En general, en este tipo de literatura, se mostró que las mujeres eran increíblemente sexuales, incluso hasta el punto de ser agresivas. Incluso después de que el gobierno japonés prohibió el shunga en 1722, floreció en los mercados subterráneos.

En los tiempos modernos, el consolador está hecho de varios materiales, pero el material más exitoso es el consolador de silicona, creado por Gosnell Duncan. En 1965, Duncan sufrió una lesión que lo dejó paralizado debajo de la cintura. Su accidente lo inspiró a participar activamente en el movimiento de la discapacidad y abogar por opciones mejoradas y más seguras para los sustitutos del pene.

Durante las décadas de 1960 y 1970, los consoladores estaban hechos en gran medida de caucho, que era un material pobre para el trabajo, ya que no podía soportar un fuerte lavado o calentamiento sin perder integridad estructural. Además, los consoladores solo se vendían como ayudas médicas y estaban destinados solo a parejas heterosexuales que tenían problemas con las relaciones sexuales.

Pero, a principios de la década de 1970, Duncan creó el consolador de silicona. Lo hizo como ayuda médica para personas con discapacidad. Sin embargo, como todos sabemos, despegó como un producto para cualquiera que busque mejorar o simplemente aumentar su vida sexual.

Desde Duncan y mucho antes, los juguetes sexuales fálicos a lo largo de la historia han permanecido bastante consistentes en apariencia, forma y longitud, y han permanecido como un elemento básico oculto en muchas de las culturas del mundo durante milenios.

Hoy en día, los juguetes sexuales están más abiertos y son parte de una industria que obtuvo unos $ 15 mil millones de dólares en 2015 según Forbes . Es seguro decir que el consolador ha recorrido un camino increíblemente largo desde los días de piedra y cuerno de asta.

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