En Argentina existe uno en la ciudad de Avellaneda (antiguamente Barracas al Sur), que tiene la rara característica de ser exclusivo de rufianes y prostitutas.
Los fundadores fueron un grupo de emigrados polacos judíos que a fines del siglo XIX decidieron formar en Buenos Aires una extraña sociedad mutual de corte mafioso. La misma se dio en llamar Sociedad Israelita de Socorros Mutuos Varsovia, y se dedicaba a “importar” jóvenes polacas, la mayoría judías, desde el Este de Europa con la finalidad de explotarlas en la prostitución.
No es sino hasta 1906 que se conforman oficialmente en Avellaneda —distrito dominado por el caudillo conservador Alberto Barceló, quien era dueño de varios burdeles— la "Sociedad Israelita de Socorros Mutuos Varsovia de Barracas al Sud y Buenos Aires".
La constitución de la sociedad en Avellaneda era sólo una fachada legal ya que era el único distrito que le concedió la personería jurídica gracias a Barceló.
Tumba de Noé Trauman |
Las mujeres eran traídas engañadas desde Varsovia, Lodz y Cracovia con con promesas de casamientos seguros y una mejor calidad de vida de la que tenían en una hambreada Europa. Aquí se encontraban con una realidad muy distinta a esas promesas y sometidas a un régimen de cuasi esclavitud corporal, cuotas de “producción” que cumplir, enfermedades y ni siquiera un lugar donde caerse muertas.
Noé Trauman |
En su apogeo, luego de la Primera Guerra Mundial, la organización tenía más de 400 miembros (explotadores) en la Argentina. Llegó a tener ganancias anuales por más de 50 millones de dólares. Su sede se encontraba en Buenos Aires, con sucursales en otras ciudades de la Argentina, Brasil, Nueva York, Varsovia, Sudáfrica, India y China.
Como el negocio funcionaba maravillosamente bien, establecieron sus oficina centrales en la Av. Córdoba 3280 en pleno corazón de Buenos Aires en un grandiosos edificio de dos plantas con jardín, sinagoga, salón de fiestas, bar, comedor y sala de velatorios, entre otras dependencias, donde hoy se encuentra una escuela y cambiaron su nombre de Sociedad Israelita de Socorros Mutuos Varsovia por el de ZWI MIGDAL, ya que habían entrado en franco conflicto con la honrada colectividad judía de la Argentina que los expulsó formalmente. Fue en esa época que se formó el primer enclave prostibulario en la Ciudad de Buenos Aires, delimitado por las calles Lavalle, Viamonte, Libertad y Talcahuano. la organización tenía sus burdeles sobre las calles Junín y Lavalle. Allí se encontraban El Chorizo, Las Esclavas, Gato Negro, Marita y Las Perras, entre otros prostíbulos, donde las mujeres sometidas a la prostitución trabajaban de 4 de la tarde a 4 de la mañana. Las jóvenes trabajaban a destajo; los proxenetas, caftenes o cafishios, exigían que las mujeres atendieran a un mínimo de 600 clientes por semana y 70 por jornada.
Dada la marginación a la cual fueron sometidos, tanto los rufianes como sus explotadas, por parte de sus paisanos y el estigma de “impuros” que les imponía su propia religión, la Zwi Migdal se vio obligada a tener un cementerio propio, donde enterrar a su propia gente. Fue así que en 1906 , en la misma época en que Barceló les otorgó estatus legal, adquirieron las tierras de Avellaneda donde inauguraron su “camposanto”. Allí más de 2000 rufianes y mujeres explotadas, encontraron un lugar donde dormir eternamente. Hoy el cementerio está cerrado al público, en total estado de abandono y semi saqueado. Se encuentra adyacente al Cementerio Israelita de Avellaneda en la Av. Crisólogo Larralde al 4100, en el barrio de Villa Domínico.
Reinaba en Avellaneda el Intendente y jefe del Partido Conservador de la provincia, Don Alberto Barceló y su “relacionista público”, Juan Ruggiero, éste era el brazo ejecutor y nexo con las actividades ilegales que se producían. Sin ésta complicidad política, la Zwi Migdal jamás hubiera podido desarrollar sus actividades, al menos en esa magnitud.
Muchísimos inmigrantes nutrieron nuestras tierras con el sudor de sus frentes, pero otros, una minoría, sacaron la tajada negra de todo esto, alimentados por un sistema político tolerante y cómplice en las ganancias.
Todo terminó cuando Raquel (cuyo verdadero nombre era Ruchla Laja Liberman) una trabajadora sexual que llegó al país en 1922 y murió de cáncer en 1935, junto con la AMIA, la Sociedad Israelita de Protección de Mujeres y Niños “Ezras Noshim” y la Cancillería Polaca, lograran que su denuncia llegara hasta un juez incorruptible, el Dr. Rodríguez Ocampo, provocando así el inicio del fin de esta organización criminal y posteriormente la ilegalización de la prostitución. En medio de su triste estancia en la Argentina Raquel fue la única valiente que gritó su angustia y se atrevió a desafiar a la mafia judía. Gracias a ella y a los cambios en la política argentina , más de 100 rufianes fueron detenidos, aunque puestos en libertad en poco tiempo, gracias a sus “amigos” en el poder.
Ruchla Laja Liberman |
Algunos vecinos atestiguan que en el año 1964, cuando la Municipalidad de Avellaneda decidió ensanchar la calle El Salvador que corre al costado del predio, se debieron quitar unos 10 mts del cementerio a lo largo de toda la cuadra entre las calles Av. Larralde y Arredondo, y que lo hicieron sacando las lápidas de las tumbas y trasladándolas a otro lugar. Dicen que se asombraron mucho cuando vieron que las palas mecánicas alisaban el terreno sin efectuar ninguna exhumación de las tumbas. Eso quiere decir que los restos no fueron removidos y que aún se encuentran debajo de lo que hoy es la vereda y la mitad de la calle.
De estas prostitutas judías quedó en el lunfardo una expresión ya en desuso: «papusa» o «papirusa», palabra que se origina del polaco «papierosy»: cigarrillo, palabra muy común en boca de las prostitutas polacas, que solían pedir a sus clientes tabaco con algo que sonaba parecido a «dame papirusa» y que quedó como sinónimo de mujer bella y deseable.
Según Tomás de Escobar en su «Diccionario del hampa y el delito», otra expresión lunfarda como cafishio, sinónimo de proxeneta, parece derivar para algunos de otra palabra lunfarda ya en desuso, caftén, que parece derivar del turco caftán, un abrigo largo y grueso que solían usar los judíos ortodoxos. También, las prostitutas polacas introdujeron el uso del bidé en Argentina.
Fuentes: Daniel Eugenio Pena y Wikipedia
GENIAL
ResponderEliminarSe habla de un cementerio para esas mujeres prostis, sin embargo, los hombres discriminan pero Dios nó, porque en la Biblia se dice que tanto el hombre como las bestias van a un mismo lugar..!
ResponderEliminar"Porque hay un suceso resultante respecto a los hijos de la humanidad y un suceso resultante respecto a la bestia, y ellos tienen el mismo suceso resultante. Como muere el uno, asi muere la otra, y todos tienen un solo espíritu , de modo que no hay superioridad del hombre sobre la bestia, porque todo es vanidad. Todos van a un solo lugar .Del polvo han llegado a ser todos, y todos vuelven al polvo.""
Como se ve Sr. O Pin, los comunes no vamos al cielo al morir. Sólo los 144.000 mencionados en Apocalipsis cap. 14:1 / 1Pedro : 2:9 Con Cristo
serán reyes y co-gobernarán hacia la atierra.- Cuando desee aprender mas de las Santas Escrituras, espero que ubique a un Testigo de Jehová. Un saludo!
en Rosario,tambien existio un cementerio de prostitutas,para ser mas precisa,en Granadero Baigorria,al que visite cuando estudie sobre lunfardo para una tesis,y en aquel momento,era un anexo del cementerio de la localidad mencionada,donde se daba entierro a las trabajadoras de burdeles,que abundaban,tan es asi que a Rosario se la llamaba la chicago Argentina,en la epoca del esplendor de su puerto,hay una pelicula excelente que ilustra muy bien esta epoca,y se llama la mala vida,con Hugo del Carril
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