Las Gárgolas de hoy día

Las gárgolas surgieron en la arquitectura europea alrededor del siglo XIII con una gran variedad de formas y funciones. Al principio, fueron diseñadas como un truco de ingeniería indispensable. Proyectadas desde techos a nivel de parapeto, las extrañas criaturas inclinadas creaban un sifón para que el agua de lluvia no tocara las paredes del edificio. Evolucionaron hasta convertirse en elementos ornamentales de tipo "grotesco" con una carga simbólica específica. Con sus sonrisas demoníacas y formas antropomórficas, las gárgolas y los grotescos se utilizaron para ejemplificar visualmente el concepto del mal y la virtud en un momento en que una gran parte de la población era analfabeta. Más allá de su función moral, las gárgolas también tenían un valor " apotropaico ": se creía que sus rostros gesticulaban para evitar el mal de ojo y manteneniendolo alejado del espacio sagrado.

La arquitectura gótica fue revivida más tarde en Inglaterra y los Estados Unidos durante los siglos XVIII y XIX. Naturalmente, las gárgolas se convirtieron en una de las firmas estilísticas de este nuevo tipo arquitectónico neogótico. Pero siglos de clima caprichoso y falta de cuidado habían desfigurado las legiones de estatuas que aún guardaban silenciosamente los viejos monumentos góticos. Una gran cantidad de impresionantes quimeras caían al suelo como una lluvia de plaga. Para remediar esta situación, se iniciaron programas de conservación para algunas de ellas, y se pidió a los talladores de piedra de los siglos XX y XXI que reemplazaran tantas gárgolas destruidas como fuera posible. Si algunos de ellos copiaban meticulosamente la forma medieval del pasado, otros tenían otra visión de lo que podrían ser las gárgolas.

Muchos de estos ejemplos desafortunadamente están muy altos en las fachadas, fuera de la vista, pero con un par de binoculares uno puede llegar a observarlos. En la década de 1980, la Catedral Nacional de Washington se convirtió en una de las primeras en experimentar con la reinterpretación de la gárgola. Algunos de ustedes habrán escuchado la historia de la más famosa: la gárgola de Darth Vader , que fue la propuesta ganadora en un concurso infantil organizado por National Geographic . Christopher Rader, un niño de 13 años de Nebraska, creó su diseño, imaginando al villano de la Guerra de las Galaxias como una encarnación moderna del mal supremo. Esculpido por Jay Hall Carpenter y tallado por Patrick J. Plunkett, nuestro Anakin del lado oscuro está hoy en la Catedral de Washington, con su icónico casco en el primer tejado puntiagudo del pináculo central, sobre el lado derecho.

Si usted es lo suficientemente curioso como para un safari de gárgola urbano, quédese alrededor del edificio. No lo decepcionará, ya que Darth Vader es solo una de las muchas creaciones inusuales concebidas para adornar la Catedral Nacional. Las 112 gárgolas esculpidas incluyen las de Walter S. Arnold , quien imaginó a las gárgolas retratando las esperanzas y temores específicos de su época. Las esculturas de Arnold tienen nombres como "The Crooked Politician", "The Fly holding Raid Spray" o "High Tech Pair", que representa un robot estilizado y una cámara de vigilancia.

Como representaciones de nuestra vida contemporánea, ahora no es una práctica poco común que los tallistas de piedra integren, aquí y allá, las imágenes de nuestro presente. El misterioso astronauta, enredado en motivos florales, no es una anticipación medieval visionaria de nuestros viajes espaciales, como decía un rumor . Ni siquiera es una gargola. Pero fue creado en la fachada de la Catedral de Salamanca en España en 1992, durante una renovación.

Otra historia de restauración deliciosamente iconoclasta tuvo lugar en Francia, a pocos kilómetros de Nantes, en una de las principales ciudades históricas de Bretaña. En 1993, en Saint Jean-Boisseau, la capilla de Belén , de finales de la Edad Media, fue renovada. Como casi ninguno de sus pináculos había sobrevivido, se tomó la decisión de reemplazarlos uno por uno, manteniendo el simbolismo tradicional unido a cada uno de ellos. Con esto en mente, el tallador de piedra Jean-Louis Boistel, propuso restaurar los arquetipos tradicionales con otros más modernos, directamente extraídos de la cultura pop.

De este modo, el robot de anime Grendizer se convirtió en la imagen de la rectitud de un caballero moderno, Gizmo el estándar para nuestro "buen" yo interior, mientras que su alter egos los Gremlins, para los malos. Sin embargo, la elección más audaz de Boistel puede ser la representación del "Leviatán", una figura del caos total, representado por un Alien inspirado en Giger. La "capilla friki" de Boistel no era inicialmente popular entre los aldeanos, pero la entusiasta juventud local ayudó a hacerla realidad.

Al igual que la arquitectura sacra católica solía ser como un libro de imágenes histórico, que describe la forma de vida en la Edad Media, la moderna adicionasus propios monstruos como el “ratón oreja” grotesco de la capilla de San Jorge (inspirado por el Dr. Charles Vacanti' s experimentos) reactivando la función tradicional de la Arquitectura Gótica.

Hablando de polémica, nuestro último ejemplo probablemente derramó más tinta que el agua de lluvia, y ocurrió hace un par de años en la ciudad francesa de Lyon. La Cathédrale Saint Jean , que ya está en el Atlas por su increíble Reloj Astronómico , ahora tiene otra maravilla. Durante la renovación de la catedral, el cantero Emmanuel Fourchet creó una figura de gárgola de su gerente de construcción, Ahmed Benzizine, como muestra de su amistad y aprecio por su dedicado trabajo. Ahmed es un veterano de la renovación histórica y ha pasado más de 30 años de su vida restaurando estructuras religiosas en Francia. Él también es musulmán.

Los grupos conservadores criticaron furiosamente el acto, llamándolo blasfemia. Si bien el arzobispo saludó este gesto como un acto significativo, también subrayó el hecho de que la reacción extrema se debió a la falta de comprensión de la historia y la cultura en relación con el arte esculpido de la catedral misma. El Rector de la Iglesia Chanoine Michel Cacaud le recordó al público que los elementos que adornan el exterior de la catedral están destinados a representar el mundo profano en su complejidad. Y ahora pueden reflejar esas mismas complejidades de nuestro mundo contemporáneo.

Fuente : https://www.atlasobscura.com