El vino más representativo del ser peroncho y argento no se vende en tetrabrick ni damajuana y resultó ser uno bautizado, como era de esperar, con la más grosera marca de vino de todos los tiempos
El cineasta Daniel Ortega (ampliamente conocido por su familia y amigos) desafió todas las convenciones del marketing y creó esta marca de tinto, que primero fue Cabernet Franc y ahora es Malbec. Mañana vaya uno a saber. Pura coherencia de alguien que solo vio las uvas una vez en la frutería.
El cineasta Daniel Ortega (ampliamente conocido por su familia y amigos) desafió todas las convenciones del marketing y creó esta marca de tinto, que primero fue Cabernet Franc y ahora es Malbec. Mañana vaya uno a saber. Pura coherencia de alguien que solo vio las uvas una vez en la frutería.
Haciéndose el vivillo operó justamente en el opuesto del ideal de publicidad seria, apostando a que gente como yo le hiciera difusión gratuita por la jodita. Bueno, acá tenés Daniel, seguí juntándola con pala.
Pero las empresas que intentan perdurar merced a la calidad de sus productos por lo general evitan estas cosas, como ejemplo valga el caso del Mitsubishi Pajero, un automóvil todoterreno producido por el fabricante japonés Mitsubishi Motors que debía su nombre al Leopardus pajeros o gato de las pampas, pero como de poco servía la aclaración por estos pagos, para llegar a nuestro territorio el autito japonés cambió su nombre por el de Montero.
Todo para evitar la mala referencia de una palabra que en el argot local significa onanista y ahora se asocia a un vino de dudosa calidad.
Pero las empresas que intentan perdurar merced a la calidad de sus productos por lo general evitan estas cosas, como ejemplo valga el caso del Mitsubishi Pajero, un automóvil todoterreno producido por el fabricante japonés Mitsubishi Motors que debía su nombre al Leopardus pajeros o gato de las pampas, pero como de poco servía la aclaración por estos pagos, para llegar a nuestro territorio el autito japonés cambió su nombre por el de Montero.
Todo para evitar la mala referencia de una palabra que en el argot local significa onanista y ahora se asocia a un vino de dudosa calidad.
Pero para el peronista Ortega "El vino te hace feliz. Te lleva felicidad antes de que lo tomes" y con esa premisa, no tuvo dudas a la hora de ponerle un nombre a la marca que produce. Lo llamó "Viejo Pajero" y lo ilustró con el dibujo de un anciano cargando paja, un anciano que no es otro que el producto de una selfie.
Interesado en crear su propio vino, Ortega inició el proyecto con otros dos pajeros más: Lito, de Cava Jufré, y Paz Ferreyra, en este caso una señora mucho más conocida por su nombre artístico (¿?) de Miss Bolivia. La popular cantante peroncha, que cuenta con estudios de sommelier y que fue quién lo vinculó con una bodega que inocentemente le vendió una partida de vino Cabernet Franc como para arrancar la joda.
Pero con todo derecho el bodeguero se ofendió cuando vio el ridículo nombre con el cual se vendía su preciado Cabernet Franc. Así Ortega se vio obligado a inventar el trucho concepto de "bodega itinerante", es decir "no tengo idea de lo que te voy a vender porque tengo una hoy y mañana otra según los dueños se vayan enterando de a donde va a parar el producto de sus esfuerzos".
"Para mí, que soy peronista, la idea era hacer un vino que fuera muy bueno y barato (cuesta al momento de la nota original $160). El chiste es que el vino sea bueno de verdad: si no, por más gracioso que sea, el asunto se termina ahí", explica Ortega quién jamás sembró una vid, la cocechó o destiló una sola gota de vino. Para hacerla bien se asoció con el francés Antoine Dumazer quién recorre bodegas y le arma una preselección para que Ortega elija cuál será el próximo Viejo Pajero según como le pegue la resaca. Ahora, el Viejo Pajero es Malbec.
"Bébalo en pantuflas, con amigos, con su amor. Bébalo sólo o mirando Games of Thrones", dice el sitio oficial del Viejo Pajero, burlándose de las convenciones marketineras relacionadas con la publicidad de vino. Después de todo él es un fraccionador y distribuidor que nada tiene que ver con la verdadera industria vitivinícola
"La verdad es que no me gusta el circo del mercado del vino. Me han dicho: '¿Por qué no me mandás una botella para probar?' y siempre les contesto lo mismo: 'No, si querés probala y después hablamos'. Es que para mí, el concepto es 'Asado y vino', 'Amor y vino', 'Música y vino'", explica alejado de la pretendida sofisticación de ese mundillo al que le debe su éxito.
Pero el Viejo Pajero no se encuentra solo entre las marcas de vino que recurren a este tipo de publicidad barata, también podemos encontrar vinos como el "Le vin de merde" que tiene origen en la región francesa Languedoc-Rosellón, cuya producción de vinos recibe casi siempre malas críticas por parte de los entendidos. La idea del creador es responder con humor, e incluso agregó una mosca en la etiqueta.
O el "Fat bastard" también francés, que es uno de los más populares en Estados Unidos. La intención de sus creadores fue dirigirse al nuevo consumidor de vino, para dejar de lado cuestiones elitistas o exigentes a la hora de elegir un vino. Traducido significa "gordo bastardo", con lo cual su publicidad fue prohibida a comienzo de este año tras las quejas recibidas por ser considerado una ofensa generalizada.
Y el "Bitch" de origen australiano y nombre provocador si los hay, es elaborado por R Wines (sur de Australia). Actualmente la marca cuenta con 30 etiquetas, en su mayoría de Chardonnay, entre las que se destacan: Sexy Bitch (puta sexy), Sweet Bitch (puta dulce) y Sassy Bitch (puta descarada).
Taluego.
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