La primer obra que conocí de H.R. Giger (Hans Ruedi Giger, también llamado Hans Rudolf Giger ) tenía que ver con un conjunto de rock progresivo inglés. La tapa con solapas desplegables y compuesta, del clásico álbum conceptual de 1973, Braind Salad Surgery de Emerson, Lake y Palmer, marcó el primer cruce oficial de Giger en la cultura del Rock, y me conquistó con ese morboso conjunto de belleza egipcia y muerte. Aún la guardo como un tesoro, sabiendo que el original fue robado de una de sus exposiciones y hasta el día de hoy se ofrece recompensa por ella. Desapareció misteriosamente cuando fue cedida a la retrospectiva de Giger 2005 en el Museo Técnico Nacional de Praga. El artista puso una recompensa de U$S 10,000 por información que conduzca a la recuperación de ambas tapas.
Poco tiempo después de aquel primer encuentro detecté en una de las librerías del centro de Buenos Aires su libro dedicado al Necronomicon del maestro del terror H.P. Lovercraft. Allí aparecían los primeros atisbos de lo que sería su obra maestra y como no me lo quería perder y los viajes me estaban robando el tiempo, le pedí a mi padre que se hiciera una escapada para comprarlo. Mi sorpresa se convirtió en decepción cuando me dijo que estaba agotado, pero el tiempo y el conocimiento de la obra me ha hecho deducir que el contenido morboso, diabólico y de sexo explícito de las imágenes probablemente haya tenido una connotación un tanto enfermiza de la que mi padre me debe haber querido proteger.Es que a Giger, como a todo genio innovador, le faltaban algunos jugadores en su sufrido cerebro. Nacido el 5 de febrero de 1940 en la montañosa zona de Chur en Suiza, H.R. Giger vivió una infancia idílica en uno de los más bellos lugares de la Tierra. Pero muy dentro suyo albergaba estructuras y elementos que dejaron una profunda impresión en un niño sometido a terrores nocturnos y ataques de pánico.
En 1962, este loco lindo dejó Chur para mudarse a Zurich, donde sus dibujos en tinta y pinturas al óleo dejarían de mantenerse en un aislamiento geográfico. La influencia del horror expresionista alemán era muy evidente en su trabajo de esa época. Más tarde, la obra de Giger se transformaría completamente en el sexo cyborg y el horror que finalmente definió sus piezas más identificables.
Cuando Alien se estrenó en los cines en 1979, el monstruo en la pantalla no se parecía a ninguno de los que los espectadores habían visto con anterioridad, ni las naves espaciales alienígenas tenían punto de referencia con lo que se había conocido hasta el momento. Además de la creación del ciclo de vida parasitario de la película, grotesco y a la vez delicado y sorprendente, el arte biotecnológico creado por el artista se convertiría en un quiebre en la historia visual de la Ciencia Ficción del que no se podrá regresar jamás. HR Giger ha dicho de su creación. "Un monstruo no es sólo algo desagradable; también puede tener un tipo propio de belleza" Y fue gracias a que el director Ridley Scott retaceó las imágenes de la criatura a lo largo de casi todo el film, que éste se convirtió en el primer monstruo veloz y terriblemente mortal de la pantalla. Memorable incluso por el secretismo de la campaña de mercadeo del film.Es que al igual que yo y salvando las distancias, Ridley Scott se había encontrado con el mismo Necronomicon I de Giger, el primer libro dedicado a su macabra y biomecánica estética, pero en su caso, justo en el momento en que intentaba conceptualizar lo que el monstruo de la película debería ser finalmente para impactar al espectador de manera demoledora. Una ilustración titulada Necronom # 4, que representa a una criatura sinuosa con una cabeza alargada como una cucaracha, fue la que afectó a Scott quien finalmente le pidió a Giger alterar su diseño original sólo ligeramente para la criatura de la película.
Giger terminó trabajando en el diseño de toda la producción de la película. "Me di cuenta que tenía mucho sentido que Giger diseñara todo lo que tenía que ver con el Alien" recuerda Ridley en el vídeo que les dejo al final. "Eso incluye además cada etapa de desarrollo de la criatura, así como el paisaje y la nave espacial."
El propio Giger fabricó los trajes, criaturas faciales, huevos y decorados. Cada pieza del traje fue considerada, desde el aparato de respiración sobre su espalda o el hecho de que su sangre ácida requiere un exoesqueleto resistente a los ácidos. Cada criatura incorporó partes y huesos reales, humanos y de animales. Incluso la criatura facial llevó partes de pollo y condones. En un modelo que sólo se usó mucho más tarde en una secuela, se encuentra un verdadero cráneo humano en la punta de la cabeza cilíndrica del Alien adulto.
En una época donde los monstruos son el resultado de hacer clic en el entorno de un equipo de computación digital, no es de extrañar que todavía estemos valorando el terror tremendamente creativo que nos mostró Giger.
Luego de Alien, luego de Giger, ningún monstruo ha podido ser más original. Todos se han copiado de una manera o de otra. Las pesadillas de Lovercraft se habían corporizado finalmente y el monstruo por primera vez era mucho más veloz que nosotros mismos.
Lamentablemente este verdadero artista creativo, capaz de pintar, esculpir, diseñar, asustar o impresionar al borde de lo Gore, falleció el 12 de mayo de 2014 en Zurich, donde su museo y bar sigue en funcionamiento.
De una manera muy extraña, el hombre que creó al monstruo, sigue viviendo en él.
Taluego.
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