En cada viaje que hago y gracias a los avances de los grabadores digitales, me tomo un segundo para grabar los sonidos de la naturaleza. Incluso dejo en mi LED una grabación larga de casi dos horas que me sirve para eliminar el ruido del tránsito o de mis vecinos a la hora de la siesta.
No puedo resistirme a esos sonidos que me retrotraen a épocas donde mi contacto con la naturaleza era mucho más fluido y habitual que el actual.
Con una finalidad mucho más filantrópica que la mía y dado que los últimos estudios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) indican que la mitad de las especies del planeta se habrán extinguido a final de este siglo, y por la creciente deforestación que amenaza la existencia de los últimos bosques tropicales que permanecen intactos, artistas y científicos crearon Fragments of extinction ("Fragmentos de la extinción"), un proyecto artístico con fines documentales y de concientización que busca grabar de forma urgente muestras de sonidos provenientes de las selvas tropicales, ecosistemas diversos, únicos y amenazados.
Se trata de un proyecto interdisciplinario que une ciencia, tecnología y arte para fomentar la conciencia pública sobre "la catástrofe más silenciosa de nuestros tiempos ': lo que se ha definido como la La sexta extinción en masa.
El ecocidio en curso está silenciando para siempre los maravillosos coros del sonido natural, las "eco-sinfonías 'que ni siquiera se han oído o grabado. Así que algunos pocos locos como David Monacchi comenzaron a investigar en las selvas ecuatoriales más antiguas y más diversas del mundo, recogiendo retratos de sonido tridimensional de los ciclos circadianos. La compleja red de comunicación inter e intra-específica que se encuentra en estas grabaciones es una prueba relevante del comportamiento sistémico del paisaje sonoro en hábitats primarios.
Se trata de un proyecto interdisciplinario que une ciencia, tecnología y arte para fomentar la conciencia pública sobre "la catástrofe más silenciosa de nuestros tiempos ': lo que se ha definido como la La sexta extinción en masa.
El ecocidio en curso está silenciando para siempre los maravillosos coros del sonido natural, las "eco-sinfonías 'que ni siquiera se han oído o grabado. Así que algunos pocos locos como David Monacchi comenzaron a investigar en las selvas ecuatoriales más antiguas y más diversas del mundo, recogiendo retratos de sonido tridimensional de los ciclos circadianos. La compleja red de comunicación inter e intra-específica que se encuentra en estas grabaciones es una prueba relevante del comportamiento sistémico del paisaje sonoro en hábitats primarios.
Es el patrimonio sonoro de millones de años de evolución. Hay que salvar fragmentos de ella con el fin de estudiar, comprender la experiencia, disfrutarla, y conservarla para las generaciones futuras.
El trabajo de grabación y registro de los sonidos es más complejo de lo que parece, ya que los integrantes de esta Fundación sin ánimos de lucro deben desplazarse a cada región para instalar equipos especialmente diseñados para capturar todas las dimensiones sonoras de la naturaleza, sin dañarla.
¿Dónde escucharlos?
Los sonidos son la belleza más intangible de un ecosistema. Gracias a este proyecto, son captados y pueden escucharse desde su sitio web, para disfrutar de agradables momentos de inmersión en la naturaleza más profunda.
Puedes escucharlos haciendo click en cada enlace:
Borneo (año 2012):
- Misterios del atardecer
- Amanecer de las aves
- Sonidos de la noche en la rivera
- Noche intensa en el bosque fluvial
- Tarde tropical en la montaña
África (año 2008):
- Bosque árido al amanecer
- Bosque árido por la mañana
- Mediodía en el bosque árido
- Tarde en el pantano
- Pantano al anochecer
- Sonidos salvajes de las salinas
Amazonas (año 2002):
- Anochecer apacible
- Atardecer en bosque inundado
- Amanecer a orillas del río
- Fauna en el río en plena tarde
- Amanecer dentro del bosque
- Espesura del bosque por la tarde
Las grabaciones se llevaron a cabo en tres áreas representativas de bosque tropical primario, en el Amazonas, África y Borneo. Estas zonas se han elegido porque el bioma de los bosques ecuatoriales es uno de los ecosistemas más complejos de la Tierra, pero también porque son los ecosistemas más frágiles, en los que la tasa de extinción es mayor y viven más especies que pronto podrían desaparecer dejándonos imposibilitados para siempre de escuchar el espectáculo natural de su melodía.
Está en nuestras manos hacer que este proyecto se convierta en una campaña de divulgación y concientización que ayude a salvar estos ecosistemas... O solo sea el último registro de una diversidad animal desaparecida para siempre.
Fuentes:
http://www.labioguia.com
http://www.fragmentsofextinction.org/
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