Caligrafía perfecta
No es un hecho frecuente verse sorprendido por algo que un jefe deja sobre nuestro escritorio, pero hace muchos, pero muchos años, recuerdo haber regresado de almorzar y sobre mi escritorio iluminado por el ventanal que daba a la centenaria Plaza de Mayo, haber encontrado un sobre de papel manila que llamaba la atención de cualquiera que lo contemplara. Dentro de él se escondía mi nuevo pasaporte listo para ser usado en otro viaje de trabajo, pero eso no era lo que lo hacía tan especial. Lo especial era de quién provenía. Por entonces el encargado del trámite era un hombre muy mayor, jubilado de la Casa de la Moneda, que con toda su simpatía y apellido alemán tramitaba los documentos para el personal de esa empresa germana que no tenía tiempo de hacerlo personalmente. El hombre había sido grabador profesional y letrista a nivel artístico. Contaban por allí que había dejado sus trazos en los billetes de diferentes denominaciones y que muchas imprentas se disputaban sus favores. La calidad y belleza de las pocas palabras que representaban mi nombre y cargo en la portada del sobre parecían ser piezas artísticas dignas de un marco más que un simple código comunicacional decorado con maestría. Un detalle de tiempo y esfuerzo dedicados para agasajar a un extraño que posiblemente no sabría valorarlo, ejecutado con total dedicación y finura. Tanto así, que a veinticinco años de aquél suceso, aún lo recuerdo con admiración y simpatía. Hoy ese hombre seguramente ya no se encuentra entre nosotros, y es una pena haberlo perdido porque con él no sólo se ha ido un ser humano cálido y servicial, sino un artista que cultivaba un arte que se encuentra en proceso de extinción.
Aquellos que hemos cursado en escuelas técnicas o industriales recordamos que el uso del Calitecno nos devoró horas y horas de práctica constante en el arte de las letras de imprenta profesionales. Nuestros planos debían ser prolijos y aparentar haber sido hechos por una máquina. Pero hoy son las máquinas, utilizando fuentes gratuitas ofrecidas por toda la Red, las que hacen el trabajo con un mínimo esfuerzo. Se pierde el arte y el calor humano que va con él.
Pocos son los letristas que van quedando. Personas que toman la palabra escrita y la decoran y dibujan como si se tratara de un poema. Algunos escriben pizarras en restaurantes de moda, otras tatúan sobre la piel de las personas, otras diseñan decorativas etiquetas para productos de alta gama, otras diseñan nuevas fuentes para computadora, y otros simplemente disfrutan con ver correr la tinta o la tiza sobre la superficie por caminos intrincados y espléndidos que parten de un rincón del alma que los simples mortales tenemos vedado.
No sé usted, pero yo valoro mucho aquello que alguien ha hecho con sus manos. Manos guiadas por el corazón. Y es allí donde extrañamos las extensas cartas escritas de "puño y letra", plenas de sentimientos cálidos y dedicación. Cultivábamos la belleza del trazo como una carta de presentación tan importante como la ortografía y de ellas, ambas tomadas de la mano, dependía que nuestra amada o amado aceptara nuestra atención.
La caligrafía fue por mucho tiempo un reflejo del alma, de nuestro estado de ánimo, de nuestra psicología. Hoy sólo queda un teclado entre nosotros, y aunque ésto sea un hecho positivo y vinculante, nos separa de ese toque humano que nos unía a una carta bien escrita, que había tardado tanto y venía dedicada con el amor de cada trazo.
Taluego.
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NINGÚN TEXTO ES ANÓNIMO.
Tags: Arte, Curiosidades, Personáticas, Vejestóricas
Publicado por OPin
El artículo Caligrafía perfecta fue publicado por OPin el jueves, 12 de mayo de 2016. Esperamos que le sea de alguna utilidad o interés. Gracias por su visita y no olvide dejar su comentario antes de partir. Hasta el momento hay 2 comentarios: en el post Caligrafía perfecta
La letra manuscrita nos muestra y quienes se dedican a descifrarlas nos tienen atrapados. Se pierde, se pierde tanto de lo que sabemos o podemos hacer....
ResponderEliminarSi mal no recuerdo usted tiene un sobrino o algo así que se dedica a este arte. Vi muy buenos trabajos de él. Podría haber colgado alguna foto, pero no lo pude volver a encontrar.
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