Pero en definitiva un blog personal trata de eso, de poner por escrito aquello que forma parte de nuestras vidas y que puede compartirse para beneficio de algún otro .
Además de la evidente propaganda emitida por el canal estatal al divulgar las ideas golpistas de Mario Firmenich como si fueran dignas de reconocimiento (ver aquí ), pasando por un asado con familia con discusiones varias y luego de las descaradas declaraciones del gobierno como resultado de la masiva manifestación del 8N, se agolparon en mi cabeza varias claves que confrontadas con algunos amigos y parientes dejaron como consecuencia la necesidad de aclarar algo que el Relato ya ha logrado desvirtuar.
Es que, tal como lo entiende el kirchnerismo, si una mentira es repetida la suficiente cantidad de veces , se convierte en verdad.
Le cuento y no se asuste.
Para mí la diferencia entre un terrorista y un revolucionario no se encuentra simplemente en el uniforme y en los métodos con que llega a cumplir sus ideas. Entiendo que el revolucionario por lo general intenta modificar una situación anti popular, donde la opresión de un determinado sector sobre el pueblo obliga a promover una rebelión libertadora. Tal es así que por lo general tienen el apoyo del pueblo.
El terrorista por el contrario me suena a quien ataca el orden establecido sin importar si es de acuerdo a la voluntad popular o no y no viste ningún tipo de uniforme con la finalidad de aumentar sus chances de éxito, oculto entre las sombras y llevándose consigo a miles de inocentes que quedan en medio del fuego cruzado o amigo, simplemente porque ellos rechazan identificarse dentro de la multitud. Por lo general tienen el apoyo de un minoría poco representativa y cero posibilidades de acceder al poder mediante el voto popular, de hecho, lo intenta hacer mediante la fuerza y la destrucción por subversión del orden institucional.
Los Montoneros, ese grupo folclórico nacional, en el pasado atacaron un orden popular y democrático porque habiendo perdido en la única oportunidad en que se presentaron como partido en elecciones libres y democráticas, solo les quedó el brazo armado para hacerse del poder que se auto exigían y nadie les quería otorgar.
Los Montoneros, hay que decirlo con todas las letras y sin sanatas, atacaron y mataron de forma cruel y cobarde a cientos de argentinos mucho antes de que llegaran las Juntas Militares al gobierno.
En democracia, ¿me entiende?
Asesinaron, por ejemplo, al líder de la CGT José Ignacio Rucci, simplemente porque pensaron que plantándole un muerto sobre la mesa al General Perón (declaración de Mario Firmenich) podrían negociar beneficios y cargos dentro del gobierno constitucional que encabezaba el líder Justicialista.
La reacción del Peronismo fue combatirlos, a ellos, al ERP y a cuanto grupo apareciera, mediante sus mismos mecanismos, con la invención de Lopez Rega : la triple A, una herramienta terrorista de derecha para controlar y poner en molde al terrorismo de izquierda que atacaba el por entonces orden democrático.
Yo digo sin prurito que no hubieran existido las Juntas Militares y los 30.000 (8.700) desaparecidos si no hubiera sido por el accionar de Montoneros y ERP en su versión asesina y armada.
El Congreso Nacional y la Presidenta de la Nación dieron la orden explícita de exterminar a estos grupos y esa escalada de violencia, aunque terminaran creando otra. Ésto más la falta de pulso y peso de la presidenta viuda de Perón, culminó en el Golpe de Estado del 76.
No era ni la Libertadora, ni Onganía, ni Lanuse, era la consecuencia de la escalada terrorista Montonera en el país.
Y digo terrorista porque un revolucionario lucha en contra de quien oprime al pueblo, cosa que el gobierno constitucional y democrático de Perón, por supuesto, no hacía. No oprimía a nadie. Los terroristas, entonces, atentaban contra un orden democrático elegido y constitucional.
Eso es ser golpista.
Los Montoneros eran golpistas y la consecuencia de esos actos sólo fue diferente a la esperada, porque se les adelantó un Golpe Militar, evitando la llegada a nuestra tierra de un comunismo que nadie había elegido.
En el nuevo relato los jóvenes ven alimentada su versión de la historia nacional con un Nestor activista y una Cristina Montonera que nunca existieron, ya que tan pronto como vieron su oportunidad de negocio con los militares, se encontraban ocupados haciendo fortuna con la aplicación de las leyes de la dictadura (1050) u ocupando cargos de ministerio en la lejana Santa Cruz (Alicia Kirchner). Dicen nunca haber militado seriamente en Montoneros, como si fue el caso de parte del resto del gabinete que hoy compone la cúpula del gobierno.
Sin embargo ahora tienen comportamientos pragmáticos liberales al mejor estilo Menemista, pues separan sus actividades comerciales de su supuesto ideario, ya que son de derecha en sus negocios y de izquierda en lo militante.
La gente se cansa y comienza a ver la hilacha en estos falsos revolucionarios que usan al Che para decorar las remeras que venden en sus locales de Palermo Hollywood.
Por fin la gente sale a la calle cuando ve vulneradas sus libertades individuales, se juntan y le ponen un parate al gobierno abusador de turno mediante la protesta pacífica.
Eso también es ser revolucionario.
A Cristina se le nota que no le gusta que le marquen los límites y por eso etiqueta a los manifestantes como a ella le conviene, ninguneando a la gente que le ha dicho en la cara y sin filtro que como reina no tiene chance.
No logra entender que el adoctrinamiento en el que tanto ha invertido no le alcance. Que El Eternéstor no la ayude desde el más allá.
Le molesta que la gente se dé cuenta que las mejores leyes que ha sancionado por decreto son ideas generadas desde el ARI y otros núcleos, verdaderas usinas de propuestas populares, muchos más democráticos y plurales que el FPV. .
No entiende que millones de fantasmas intangibles de una Red puedan convocar a una marcha sin panchos, cocas o chicanas de quita de planes sociales.
Se queda en pelotas, sin saber a quien atacar cuando se ven criticados justamente y por eso atacan a todos, sin escuchar a nadie, por las dudas.
"Consigan un proyecto que los represente, un partido político" -dice la señora- y uno escucha en su subconciente "así puedo saber a quien debo comprar para que no marchen en mi contra"
Pero lo más triste para ella es que se dio cuenta lo caras que paga sus propias marchas, cuando con unos pocos ideales atados con alambre, la gente concurre gratis.
Han llegado al poder y lograron infestar a nuestra juventud, razón por la que deberán ser erradicados con la labor continua durante décadas, pues el daño que han hecho a las instictuciones superan un simple período gubernamental.
Leyes mal redactadas. Empréstitos impagables. Represión a la protesta popular. Entrega de los recursos naturales. Avasallamiento de los pueblos originarios. Dilapidación de los ahorros de nuestros viejos. Deuda y más deuda y nada de inversión legítima, industria o cualquier cosa que supere el éxito de un monocultivo que agota el subsuelo y que les fue favorable por diez años pero que también se agota en si mismo.
El tiempo pasó y aquellos que Perón echó de la Plaza, volvieron para tomar venganza y destruir todo por lo que los trabajadores argentinos vivieron, lucharon y sufrieron.
Vinieron por todo y ahora van por más.
No es revolucionario, es simple terrorismo.
Es la destrucción de nuestro futuro.
Taluego
------------
PD.
"Trate de discutir con su mejor amigo, con el compañero de la infancia que siguen viendo, con el de la oficina de enfrente, con el cliente que viene al negocio a comprar, con su pareja, con cada argentino con el que se crucen. Lo conozcan hace mucho o hace poco, discutan sobre el kirchnerismo y sobre el país actual. Y, por sobre todo, traten de no terminar enemistados si opinan diferente al otro”.
Hay lacras que no solo traicionaron a su líder, también uyeron y dejaron a los compañeros pagando. Una manga de cobardes antidemocráticos. Que se vayan todos.
ResponderEliminarChau
Don Primo Illuminati. Veo que se le ha saltado la térmica con este tema ;) Bien que hace.
EliminarComo usted habrá notado, no se fue nadie y siguen siendo los mismos, lo único es que ahora son los cuadros que jamás habrían llegado a nada si no hubiera sido por Duhalde.
Un abrazo.