La otra historia / Comfortably numb

El título en inglés de esta entrada podría traducirse como "confortablemente entumecido" o "plácidamente paralizado" haciendo referencia a una canción excelente de mis ídolos del grupo Pink Floyd. En ella se rememoran los efectos  que la fiebre tuvo en el protagonista siendo niño, ahora ídolo de Rock and Roll, que debe recibir su dosis de droga diaria para alcanzar similar estado y así poder actuar.

Mi traducción personal es "plácidamente atontado", pues ese es el efecto al que se hace referencia, aunque si hablamos de paralización, entumecimiento o atontamiento de una sociedad bajo los efectos del bienestar pasajero, la idea permanecerá intacta y podré intentar un post medianamente pasable y coherente que me puedan criticar.

Esto viene a colación de que el otro día intercambiara opiniones con amigos y familiares luego de plantear una pregunta muy sencilla:

¿Bajo qué gobierno la pasaste peor económicamente?

¿Usted nunca se lo puso a pensar? No lo culpo.

Atacado por el viejazo, me circunscribí a períodos que tienen como inicio mi primer sueldo, ya que según la edad habría muchas diferentes opciones y el tema sería de nunca terminar. Incluso no me planteé crecimiento patrimonial, sino simplemente el poder llegar medianamente a fin de mes con las cuentas casi pagas.

Yo comencé a recibir mis magros sueldos y tener cierta independencia económica a partir de 1976. Setiembre de ese año para ser exacto. Durante la dictadura militar no la pasé económicamente mal pero tampoco fue lo que diríamos un lecho de rosas. Estábamos plácidamente atontados mientras arreciaban los desaparecidos y los bombazos y el mundial nos llenaba los oídos dos veces seguidas, la segunda mientras en Malvinas se desarrollaba el conflicto y a las dictaduras se les terminaba la cuerda. Pero digamos que  económicamente la población estaba plácidamente atontada aunque no disfrutara del "viaje".
Si me pongo a pensar sólo hay un período en el que la pasé recontra-remil mal: El gobierno de Alfonsín o de la UCR comenzado en 1983, post dictadura.

Recuerdo a los cadetes de las casas de cambio entrar a mi oficina el día de pago para que pudiéramos comprar unos pocos dólares y así lograr llegar a fin de mes. Era la dolar-delivery, precursora de la de la pizza. Así y todo para el día 20 ya no tenía ni un mango verde partido por la mitad que pudiera cambiar. Los milicos con sus caras de colores agitaban las cosas por un lado mientras por el otro Ubaldini y su CGT te paraban el país cada dos por tres. Tanto trabajó el peronismo desestabilizando la incipiente democracia que Alfonsín debió dejar paso al elegido Menem antes de tiempo en un procedimiento golpista que hizo escuela como alternativa al militar: la revuelta social con muertos civiles y toma de supermercados.

Ah, que usted creía que eran movimientos espontáneos, yo también por un tiempo, pero con la edad me vienen las teorías conspirativas y la prueba del tiempo parece indicar que siempre fueron elementos provenientes de lo peor de la sociedad, al estilo de los barra bravas, pagados por el partido político que pretende asumir el próximo mandato y que encienden una mecha que el pueblo enseguida está dispuesto a avivar hasta que alcance el nivel explosivo capaz de derrocar hasta a un gobierno elegido en democracia. Aunque puede que sean cosas de la edad ¿no es cierto? Seguramente estoy equivocado, cualquier peronista se lo puede decir.

Al recordar estas etapas trágicas de nuestra existencia, uno se da cuenta que al menos la situación que se vivía o conocía era la real. Terrible, pero real. No se alteraban los datos del INDEC, ni se falseaban los informes de desaparecidos, ni se prometían salidas mesiánicas, ni se decía que la deuda externa se había pagado o que todo estaba bien y seguíamos creciendo. A lo sumo se habrá escapado algún "la casa está en orden" pero no mucho más. La independencia de poderes era real, los datos fidedignos y las esperanzas de la población en recobrar el ejercicio de la democracia sin las bandas terroristas, peronistas o militares peleando a los tiros en cada esquina, daban ganas y fuerzas suficientes para afrontar cualquier desastre económico que se avecinara.  

Cuesta recordar que esa época fue tan terrible que cientos de enfermos morían en los hospitales porque ni siquiera había elementos para realizar una simple apendicectomía, o la tasa de mortalidad infantil trepaba hasta las nubes por falta de presupuestos provinciales y no estoy jodiendo, lo que pasa es que los habitantes de este país tenemos mala memoria o preferimos estar plácidamente atontados. Porque, seamos francos, nadie ocultaba nada diciendo que estaba por construir 30 hospitales con los impuestos del campo o que iba a haber milanesa para todos o merluza para todos o papas fritas para todos. A Alfonsín le pusieron todas las trampas posibles y le dijeron ¿a ver como gobernás sin ser peronista? a ver, dale , a ver. Incluso desde el terrorismo de izquierdas que producía ataques condenados al fracaso antes de haberlos iniciado y que llevaban adelante con una juventud extrañamente fanática como la que atacara el regimiento de La Tablada, o desde los milicos "caras pintadas" que lo apretaban para apurar un decisivo punto final pascual, todos pugnaban por hacer pelota la gobernabilidad recién ganada a la que parecían intentar volver a sepultar como lo habían hecho con la de Perón oportunamente.

A Alfonsín y a todos los de aquella época nos tocó bailar con la más fea. Pero es mi opinión personal, no se ofusque.
Me viene a la mente la escena de The Matrix entre Morfeo y Neo, cuando el primero le da a elegir la pildora roja o la azul.

"Si tomas la píldora azul la historia acaba y despiertas en tu cama y crees lo que tu quieras creer. Si tomas la píldora roja te quedas en el país de las maravillas y te enseño que tan profundo es el hoyo del conejo."

Con Alfonsín conocimos cuan profundo era el hoyo del conejo. Mas tarde todos se volcarían al consumo indiscriminado de las pastillas azules y su dulce inconsciencia.
Tal vez por esas complejidades de las luchas por el poder y la tendencia de los políticos a apropiarse del dinero del Estado que tanto nos hace enojar a nosotros los ciudadanos rasos, más tarde nos comenzó a gustar la idea de cerrar los ojos y dejar que los políticos hagan lo que quieran mientras no nos molesten con sus desaguisados o nos hagan perder el pelo por los nervios acumulados. En realidad en el lenguaje popular se comenzó a escuchar el "que no roben tanto" asumiendo la imposibilidad de evitar totalmente dicho comportamiento. La sabiduría popular a veces no está tan errada.

Menem amaneció con el uno a uno y las ideas de Alsogaray como propias, traicionó las promesas electorales pero a nadie le importó, pues el consumo y la posibilidad de alcanzar ciertos bienes materiales soñados tenían el efecto de una droga que atontaba cualquier pensamiento racional.

Plácidamente atontados, me sigue?... la píldora azul...déje de mirar a la malabarista de tetas...

Muchos lo votaron para su segundo mandato basados simplemente en la necesidad de pagar las cuotas faltantes de créditos tomados en dolares a los que él solo podía darles dicha estabilidad y continuidad. Otros seguramente porque querían estrenar el vuelo estratosférico a Japón desde Córdoba. Era una moda de ojos vendados a nivel mundial que hasta los norteamericanos terminaron pagando desde la época del escándalo de ENRON hasta la actualidad. La de las corporaciones encumbradas en las decisiones del gobierno y todos metiendo la mano en la lata estatal.

Nadie quería pensar en la autenticidad o falsedad del bienestar que se vivía y pedían que les inyectaran una y otra dosis del "UNO A UNO" sin pensar cómo las iban a pagar. El "disfruta ya y paga después" propuesto por la neocultura de la tarjeta de plástico generó un nuevo comportamiento social basado en la despreocupación sobre el futuro cercano e inminente. Todo era necesario disfrutarlo y adquirirlo de forma inmediata mientras se pudiera y durara la bonanza. "Ya veremos cómo lo vamos a pagar" era nuestra frase preferida anidada en el subconsciente.
Viajamos en un "deme dos" abusivo y constante hacia países hermanos.Vendimos regaladas las joyas de la abuela en licitaciones ridículas y una vez que se terminó la fiesta y la plata, nos dijeron que se acercaba la bendita hora de pagar. El equivalente a un Apocalipsis del consumo donde todos los pecadores que habían confiado en el sistema Menemiano deberían ser juzgados y castigados sin más.

Cuando De la Rua intentó gobernar con esa herencia se debe haber dado cuenta que nada era lo que parecía y que ser presidente después del tendal dejado por el riojano no estaba tan bueno, que requería de una gobernabilidad que no poseía. Ya ni servía para hacer discursos y daba la impresión de estar permanentemente drogado. Pero la gente de la alianza que estaba detrás era eficiente y honesta. Soy testigo de la incorruptibilidad del gobierno de la alianza, los he visto rechazar prebendas y anular contratos firmados por Menem totalmente viciados de corrupción. Incluso la renuncia de Chacho Alvarez la he comprendido aunque no justificado. Toda esa gente honesta que estaba intentando gobernar a pesar de la ineptitud de De la Rua, fue borrada del mapa por la inteligencia corrupta que vendría más tarde a copar el lugar. Porque si alguien es honesto, en Argentina es mejor que no se involucre ni en gremialismo ni en política, ámbitos de trabajo de los modernos mafiosos.

Cuando se avecinaba la crisis del 2001 (seis meses antes) avisé sobre lo que creía que iba a pasar por todos los medios electrónicos que conocía. Si hubiera tenido blog lo habría comentado con un post como éste y es probable que usted tampoco me hubiera dado pelota como si fuera una Lilita Carrió en pleno desvarío místico. Pero amigos y conocidos que creyeron en mí salvaron sus ahorros en dólares. Tal vez haya sido uno de los pocos momentos lúcidos de mi vida, o que hasta Lilita de vez en cuando la pega. A partir de allí pude observar como se desarrolló el despropósito de muertos y violencia que trajo el golpe cívico institucional armado contra ese gobierno electo democráticamente que a mi criterio el peronismo decidió golpear y ocupar su lugar haciendo posteriormente el mismo tipo de ajuste económico que De la Rua, pero sin que a nadie se le moviera un pelo o presentara una objeción.

¿O a usted le devolvieron sus dólares?.

¿Se fueron todos o siguen siendo los mismos?

Ellos, los peronistas, (¿qué pruebas tenés OPin ?) no supieron manejar la torta de forma inmediata y se pasaron la pelota de la gobernabilidad de unos a otros haciéndonos batir récords de cantidad de presidentes en una sola semana hasta que Duhalde terminó ordenando el kilombo y poniendo en funciones a un Néstor Kirshner diez veces más pobre que al morir, que logró continuar con éxito la tarea ya comenzada por una alianza multipartidaria (que incluía a las fuerzas del campo, la industria y los bancos) durante el período 2003 - 2006. Luego se desmadró por una sobredosis de poder y comenzaron las traiciones.

Como verá, a mi criterio desde entonces vivimos un sistema similar al de Menem. Todos consumen, el dolar está medianamente estable, la gente puede mantenerse y trabajar, decimos que tomamos mejores decisiones que Europa pero seguimos siendo un país eternamente emergente y sin tener las cuentas claras. Aunque nos mientan no somos los mejores del mundo y podríamos haber estado al menos en la misma posición que Brasil. Solo hacía falta un gobierno medianamente honesto.

De allí que tal vez el ejercicio de recordar durante cual gobierno la pasé peor sea un tanto engañoso.
¿Ha notado que no he dicho que durante éste gobierno la haya pasado mal? Por el contrario, todo me va muy bien, de lo mejor, hasta tengo un blog de opinión personal donde no vendo mis ideas ni dejo que los comentarios me influyan. A los corruptos nunca los voy a votar aunque me regalen notebooks con la plata de los ahorros de los jubilados, me den una fundación y permiso para poner los bienes a mi nombre, me permitan comprar bonos de la deuda con secreto de posesión hasta que suban y los cobre, me vendan a centavos terrenos fiscales que me comprarán en miles de dólares y paro aquí porque justamente son tantos los delitos iniciados con tal descaro que hasta se hace trabajoso enumerarlos. Cosa que beneficia a los delincuentes, claro.

Plácidamente atontados, se acuerda?

Ahora son los dineros de la soja, del ANSES y de nuestros ahorros los que sirven para llevar adelante una fiesta que sabemos alguien deberá pagar con su gobernabilidad, como Alfonsín o De la Rua lo hicieron en su momento. Pero que como ya el chivo expiatorio clásico de todo peronista a crepado a nivel de intención de voto (UCR por si no me entendió), se deberá corporizar en algún otro Capra aegagrus hircus autóctono.
¿Si no sube un radical al gobierno con quién nos desquitaremos golpeando cacerolas y pidiendo que se vayan todos cuando nos despertemos?. ¿Será que el separarse del peronismo clásico les sirve a los K a los efectos de establecer un enemigo a quién culpar? ¿El enfrentamiento del Kirshnerismo con el Duhaldismo pretende sembrar la idea de que son diferentes? ¿Que pertenecen a partidos diferentes? ¿Se autovoltearán a falta de un radical que se las facilite? ¿Se matarán a tiros entre ellos como han hecho históricamente? Cuantas preguntas quedan flotando en el ambiente.

Si hasta los milicos y Firmenich eran peronistas eternamente enfrentados, amigo lector. 

Sería bueno despabilarnos de una vez por todas y no seguir plácidamente atontados. No todos somos músicos de rock.

Mucho de lo mejor del país fue logrado con el peronismo, mucho se perdió con el peronismo y mucho más se destruyó con el peronismo. La única diferencia es que ese "Movimiento" que nuclea ideas tan dispares y hasta opuestas ha dado subproductos como el Kirschnerismo, el Duhaldismo y el Menemismo que pretenden llevarnos de la mano por una extraña variante Liberal teñida de un mentiroso discurso social.

La gente en Argentina está viviendo en un confort aparente que a la larga cobrará sin duda muchas víctimas colaterales, no hace falta ser Lilita para darse cuenta,  porque por más que la chica de la foto de arriba le resulte atractiva y deseable a cualquier varón, usted debería saber que no es real, que no existen esas tres tetas aunque algún funcionario eternamente sonriente le asegure lo contrario y su bolsillo siempre tenga algo de dinero acumulado. En su defecto algún día otro funcionario con la misma sonrisa de campaña dibujada en el rostro le prometerá que si lo vota le dará mucho más, algo así como una cita con la chica de la foto de abajo y usted tetamente entusiasmado llegará a entender, tal vez un poquito tarde, el verdadero consejo que tenía detrás de tantas palabras, este, mi humilde post: ...que invierta en una fábrica de corpiños, mi amigo. Nada más.

Taluego.