Son muchos los casos y en ellos me incluyo, donde el uso de terminología específica se hace sumamente relevante para el correcto desempeño de una función. La medicina con sus nombres complicados y letras ilegibles, la ingeniería con sus abreviaturas y mnemónicos que invaden hasta la charla más simple, la abogacía con sus múltiples meollos, pero la mejor elaborada para sus fines ha sido y siempre será la inescrutable jerga económica. No por una necesidad de expresar hechos complejos, como en los casos anteriores, sino para ocultar que simplemente se trata de gente apostando dineros que no les pertenecen y sobre los cuales no piensan responder de ninguna manera. La ley los ampara y ellos están acostumbrados a moverse incluso en el filo que separa la legalidad de lo ilegal.
Cualquier suplemento económico en un diario de cualquier lengua y país del mundo no puede ser interpretado por nadie de un nivel educacional medio. Es una forma de comunicación entre los del mismo palo donde quedan excluidos casi por completo quienes proveen el producto fundamental: sus aportes, impuestos y ahorros.
Cuando las cosas marchan bien y las economías tienen veedores y regulaciones apropiadas respondiendo a modelos con una fortaleza probada detrás, los banqueros, consultores, corredores de bolsa y los políticos gozan de un buen pasar sin necesidad de caer en el delito. Cuando no existen esas premisas es cuando se convierten en multimillonarios en pocos días. Aún cuando sus emprendimientos sean fracasos totales, ya que como les decía, ellos apuestan y "hacen negocios" con el dinero de otros.
En los últimos años hemos presenciado, aún cuando se trata de ocultar, que la banca argentina es una de las que mayor profit ha obtenido en todo el mundo. Ganancias a tasas increíbles que generan una gran deuda de gratitud con el gobierno que las promueve. Los políticos oficialista e incluso de las más diversas oposiciones reciben tajadas de distintas fuentes y ven crecer sus cuentas bancarias con aportes que indirectamente han sido permitidos por regulaciones laxas. El dinero aquí , y a diferencia de los EEUU, se desvía hacia los planes sociales, las subvenciones a los servicios y hacia las franjas pudientes, mientras se le es retirado a las mas pobres y a la clase media que ya no sabe como endeudarse para no caer bajo la línea de pobreza.
Y no es nada nuevo.
En la cinta ganadora del Oscar como mejor documental se nos muestra la historia de la más reciente crisis financiera mundial en un lenguaje un poco más accesible y con declaraciones de gente francamente impresentable por su nivel intelectual y que sin embargo guiaron los destinos económicos del mundo. Fracasaron. Arrasaron con la economía mundial. Les permitieron renunciar a sus cargos. Se los indemnizó con cifras millonarias, Se posicionaron en cargos educativos en Universidades prestigiosas donde asisten nuestros futuros ministros y por último...Obama los coloca en cargos muchos más importantes que los que tenían cuando destruyeron la economía y el estado debió salir a cubrir sus deudas para evitar las quiebras.
Por más pesada que le parezca la peli, si usted quiere entender que es lo que está haciendo el gobierno de turno asociado a la banca desde hace muchos años , tiene que verla. Si usted se pregunta cómo un país sin industrias logra subsistir mientras los únicos beneficiados son quienes hablan esta jerga tan particular, tiene que verla sin falta. Si usted se pregunta por qué la estafa no es un delito penado con prisión en argentina, tiene que verla inmediatamente. Ahora. Ya !
Porque la crisis del 2001 no la creó ningún presidente débil y la que se viene la pagarán como siempre los pobres.
Para los ricos habrá "rescate" propuesto por el gobierno de turno, mientras nosotros recordamos cuando quedamos afónicos con los bolsillos vacíos y gritando el bendito "Que se vayan todos".
Y están los mismos.
Como allá.
Taluego.
Para ver la película on-line solo debe descargar el Plug-In de Cuevana, certifico que nada malo pasará. Con su computadora , digo...Con el país...quién sabe...
Cavallo da clases en Harvard, creo.
ResponderEliminarManzano, anda por ahì tambien.
que mala memoria, tenemos.
Voy a ver si veo la peli.
Un abrazo.
Don Gaucho. Y los que quedan acá TODOS tienen un posgrado en Harvard.
ResponderEliminarNo se, da mucha impotencia ver la desfachatez de estos tipos.
Un Redrado por allí, por favor...
Un abrazo