Terminado el
post anterior sobre el tema correos y buzones, algunos lectores descubrieron que era una necesidad contar con estampillas para poder utilizar los buzones de los que yo tanto hablaba.
Sin matarme mucho con el tema, recolecté la siguiente información que seguramente ha de saciar las incontenibles ansias de conocimiento de los lectores de este blog.
La primera estampilla postal del país, que este año cumple 155 de los mismos, no llevó la cara de ningún prócer, como podría esperarse, sino la de Ceres, la diosa romana de la Agricultura; y tampoco la puso en circulación el Estado Nacional, sino que fue la provincia de Corrientes, el 21 de agosto de 1856.
Su promotor fue su gobernador, Juan Gregorio Pujol, quien de regreso de un viaje a Paris trajo consigo no solo la idea sino un sello de la primera emisión francesa de 1849, que tenia la efigie de la diosa, con la idea de establecer un timbrado similar en Corrientes. El sello fue terminado de diseñar por un inmigrante francés, Matías Pipet, quien fue también el grabador de la única plancha en la que fueron impresos las diecisiete emisiones lanzadas hasta 1880 , año en que fueron nacionalizados los servicios postales y por lo tanto toda estampilla pasó a ser de orden nacional.
Con la plancha de Pipet, se imprimieron en papel de seda , en tinta negra y con el contorno liso. Esa primera estampilla tuvo el valor de “un real”, la moneda de curso legal en aquella época, signada por las intensas luchas intestinas que precedieron a la unidad nacional.
Ese mismo año, el Estado de Buenos Aires que estaba separado de la Confederación Argentina, imprimió unos sellos postales bautizados gauchitos, por valores de cuatro, seis, ocho y diez reales; pero no fueron puestos en circulación, ya que en el mes de julio el gobierno adoptó el peso como nueva moneda.
Gauchitos
El 28 de abril de 1858, Buenos Aires que seguía con la misma situación política, imprimió nuevamente sus sellos postales. Esta vez los puso en circulación y la imagen que contenían era la de un sol y un barco de paletas a vapor.
Barco de vela y vapor
Por último, en el año 1862 aparecen las estampillas llamadas escuditos, que contenían el nombre definitivo del país.
Escuditos
En homenaje a la impresión de este primer sello, en el año 1953, el primer Congreso Argentino de Filatelia, instituyó el 21 de agosto como Día del Filatelista Argentino.
Taluego
De ahì la famosa frase "A la pipetuà!" que tanto se escuchaba antiguamente.
ResponderEliminarMirà los correntinos, fueron los adelantados.
Un abrazo.
Don Gaucho: Sus conocimientos históricos me dejan bidet. Es decir: anonadado.
ResponderEliminarUn abrazo