Sólo deseo realizar algunos comentarios puntuales sobre una situación a mi criterio peligrosa que me preocupa y que cada día toma mayor relevancia, generada principalmente por los medios de comunicación y su necesidad de realizar comentarios aunque estos no tengan ningún fundamento profesional.
Quien mas, quien menos, pequeña o grande, todos tuvimos, tenemos o tendremos alguna adicción. Alcohol , Tabaco, Comida, Sexo, Drogas, etc. Cualquiera de ellas nos puede hacer su esclavo.
Siendo adultos y mientras no se perjudique a terceros es nuestra decisión personal mantenerlas o tratar de alejarlas de nuestra vida. Sin embargo existen peligros adicionales que sólo el adicto a las drogas deberá enfrentar, en situaciones en las que generalmente no se encuentra en condiciones de protegerse a sí mismos.
Y quiero ser sincero al respecto, el problema de las drogadicciones me supera por su complejidad y es por eso que cualquier análisis quedará en manos de algún experto. Yo desde esta tribuna de opinión personal apunto los cañones , como verá, sobre otra problemática.
Al igual que los abogados que distribuyen sus tarjetas de presentación en las guardias de los hospitales, (verá mas adelante el para qué) otros llamados profesionales desde las pantallas, la prensa escrita y las radios cuestionan la labor de policía, bomberos y médicos a la hora de atender a las víctimas de la droga como si se tratara de un abuso de quienes en realidad han ido a socorrer a quien ha sido tristemente esclavizado por un vicio.
La nota periodística clama su estrellato de la mano de la sobredosis o de la abstinencia, extremos estos que no tienen similitudes en la actividad del individuo afectado pero logran hacerlo morbosamente célebre para cualquier titular.
Aunque uno de los casos más comunes de muerte por sobredosis corresponde al adicto cuidadoso que acostumbrado a determinado nivel de la substancia, sin enterarse compra una variedad de corte mas puro y recibe una dosis potencialmente mortal , la mayoría de las veces el síndrome de abstinencia , o los cockteles de varias substancias resultan ser los de mayor espectacularidad por su actividad hiperkinética y descontrol.
Para un periodista de la nueva era, las palabras que he usado: "dominarlo" o "reducido" ya serían material suficiente como para llenar veinticinco minutos de programación cuatro veces por día durante una semana. Yo terminaría vapuleado, sin oportunidad de escribir otro post y con ganas de salir del país lo antes posible. Porque dominar o reducir está considerado una violación de derechos, aún cuando el contexto sea tan claro como el de salvar a una persona.
Nada les vendrá bien.
Si usted es policía o bombero y se encuentra solo ante un caso de síndrome de abstinencia, puede esperar refuerzos y la prensa lo tildará de haber abandonado a la victima. Pero si usa la fuerza y lo reduce, será acusado de uso indebido de la misma. Si la victima muere un mes después lo investigarán y pedirán que en la autopsia verifiquen hematomas y golpes. Puede ser que, también, finalmente lo lleven a juicio y pierda el trabajo.
Si usted es un Psicólogo que atendía a la víctima, no debería haber estado en su casa cenando, o de vacaciones o en su consultorio atendiendo, por que lo acusarán de abandono de persona. Los medios pronunciaran su nombre, sitiaran su casa y finalmente se aburrirán de acosarlo. Su buen nombre habrá perdido clientela y anecdóticamente puede resultar que su paciente-victima jamás haya querido seguir el tratamiento y se negaba a cooperar con usted o con la familia propia.
Si usted es médico y recibe al paciente, nunca le ate las manos y pies a la cama pues eso es una barbaridad que daña los derechos individuales de las personas. Pero si el paciente se autoflagela, corta , suicida o daña a terceros en medio de su descontrol, usted será culpable de no haber tomado los recaudos necesarios para evitarlo.
El abogado que reparte tarjetas en la guardia del centro de salud se acercará a "socorrer " sospechosamente a los parientes "sin costo" y usted recibirá un juicio por mala praxis que a la larga se solucionará con los seguros aceptando una culpabilidad que usted no merece.
Pero recordemos que lo principal es salvar a un individuo.
Esa persona está enferma y corre peligro de vida, pero al cuestionar sistemáticamente a los rescatistas estamos creando una situación en la que obligamos a que éstos duden, o dilaten el momento para actuar hasta tanto un juez avale y dictamine explícitamente cual debe ser la operatoria a seguir en cada hecho particular. Hemos generado así un nuevo riesgo llevando a que los socorristas esperen ordenes superiores antes de actuar sólo para evitar ser carne de cañón de una prensa tendenciosa.
Hace mucho tiempo se comentaba el hecho anecdótico de que si usted quedaba tendido en la calle en la ciudad de NuevaYork, la gente pasaría por su lado sin prestarle ayuda. A lo sumo llamarían a emergencias.
En Argentina todos ayudan y quieren intervenir de puro solidario y buena gente y muchas veces para peor, complicando la situación. Estos son anónimos a los que nadie reclamará lo que han hecho, no importa si mueven a una victima de atropello generando su futura invalidez o muerte. Están amparados por su ignorancia, pues al ignorante se le perdona todo. Al profesional se lo estigmatiza.
En la medida que se mediatice la atención a las victimas de la droga, como el Paco (con violencia sin par,) Extasis, Heroína y cientos de variantes que no puedo enumerar por lo extenso de la lista, es posible que el riesgo aumente al existir resistencia a intervenir en estos casos.
En la argentina, los hospitales públicos atienden la emergencia puntual pero no existe un plan integral a largo plazo para la atención de la problemática de la drogadicción. No existe una infraestructura para atender a estos pacientes que además de su adicción llevan consigo en muchos casos complicaciones mayores relacionadas con el delito. Es una materia pendiente que no se puede eludir mas.
O a usted le gustaría que su hijito de cinco años esté internado junto a la cama de un quinceañero victima del Paco que ya ha asesinado a varias personas, sus padres están convictos y los medios piden que no esté esposado a la cama.
Sin ánimo de estigmatizar, no se puede hacer distingo en las entidades públicas, y si usted es un santo o un asesino, por ser drogadicto recibirá el mismo tratamiento de exclusión.
Lo que sí es necesario, es evitar que se abran juicios desde el desconocimiento y sin base autorizada.
El especialista, sea policía, bombero o médico, debe sentirse protegido y respaldado para poder operar utilizando los medios que los protocolos de cada especialidad determinan con fuerza de ley. Estos medios pueden resultar cuestionables desde la ignorancia del vulgo o de la profesión periodística, pero se encuentran avalados por los organismos apropiados. De hecho, cuando los casos llegan a los juzgados nunca prosperan pues aún cuando los periodistas quieran amarillentar lo obrado, era justo lo que la ley estipula para esa situación. Cuestionar la actuación haciendo abuso de los medios de comunicación debería ser tipificado como delito, ya que daña el buen nombre de las personas y genera perjuicios como el que me lleva a escribir este post.
Todo pariente de una victima tiene el derecho de requerir lo que crea que es justo e incluso de tener dudas sobre el obrar de los implicados y llevar su caso a la justicia. Lo que no es justo es que abogados y medios interesados induzcan a una duda inexistente para crear un caso o una nota.
El periodismo en argentina ha resultado diezmado por la irreverencia y la falta de códigos. El negocio priva sobre la verdad, la moral y las personas, dejándonos en manos de locutores devenidos en estrellas , que pasan de un muerto por el Paco a una nota de color con el nacimiento de cachorritos en el zoologico, sin que se les mueva ni siquiera una pestaña. Apagan su Laptop y nos regalan un "hasta mañana",
casi como una amenaza.
Taluego.
El periodismo es una runfla de mercenarios, eso es claro.
ResponderEliminarNo les importa arruinar la vida de la gente, aunque sea a sabiendas que estàn equivocados, total, mañana se encuentra otro.
Pero algunos "Profesionales", tambien, son unas bestias.
En suma, son todos malos.
saludos
Fabulósico.
ResponderEliminarDon Gaucho: En realidad el periodismo alimenta el morbo de la gente porque vende , y bien. Los profesionales deben estar controlados por superiores idóneos y que los demás se dejen de joder.
ResponderEliminarGracias por leerlo, no sé qué me pasa que escribo tan largo al cuete.
Don Mostro: Desastrósico.