Cuando era un pibe, digamos entre los ocho y once años, era usual que los padres nos acercaran una
Nippur de Lagash,
El Tony o un
Dartagnan, sobre todo cuando estábamos con fiebre metidos en la cama sin poder salir a jugar.(para quienes no saben de que hablo, digamos que eran revistas de historietas de muy buena calidad)
Nada de Televisión, que te atrofiaba los ojos y la mente (según decía papá), estaba en otra habitación , era muy pesada y con programas re-aburridos.
Por el contrario, en esas oportunidades hacían su aparición los libros de
fábulas.
Si mi querido amigo/a,
Jean de La Fontaine,
Esopo,
Babrio,
Félix Maria Samaniego y algún otro derivado español hacían las veces de educadores morales mientras nos entretenían con la adivinanza: ¿cuál será la
Moraleja?.
Pequeñas competencias para adivinar qué había de malo en que la zorra no comiera las uvas y le mintiera al pajarito o que las hormiguitas no trabajaran para guardar para el invierno nos mantenían despiertos tratando de no espiar el resultado escrito por el autor.
En muchos casos (sobre todo con Esopo) no sabías si algún día entenderías lo que quiso decir pero al menos entre estornudo y estornudo la pasabas mas o menos entretenido.
Con el tiempo se fue afianzando la costumbre de leer y pasamos a las colecciones de Robin Hood (Aventuras) o las de editorial Minotauro (Ciencia Ficción) para llegar al fin a disfrutar de los clásicos y los contemporáneos que, recién cuando hemos vivido o sufrido un poco, llegamos a comprender plenamente.
Qué ha ocurrido con las Fábulas ? Dónde han ido a parar?
Leo por allí que son consideradas motivo de burla, que se habla de Moralejas en tono irónico únicamente.
Lo lamento mucho.
Antes que alguien allá por el siglo IV DC se le diera por escribir un Best Sellers llamado La Biblia, todo el mundo se regía por enseñanzas de convivencia que pasaban de boca en boca. No olvidemos que el mundo era mayoritariamente analfabeto y estos que hoy nos parecen cuentos para niños, eran en realidad la escuela de la calle que algunos podían llegar a disfrutar.
La característica más evidente de las Fabulas es que sus protagonistas siempre son animales que representan o pretenden ser símbolos de una determinada característica humana. En esta humanización del animal radica el gancho que prende al lector en la historia, logrando que su interpretación sea mucho más intuitiva.
Si es una tortuga se hará referencia a un humano lento o de poca entendedera, si hablamos del zorro o la zorra, de un ser humano astuto y mentiroso, etc. etc. No nos confundamos con el horóscopo chino ni pretendamos hacerle caso a las enseñanzas de
Ludovica Squirru, no, hablamos de otra cosa.
Por allí he encontrado una pequeña lista de simbolismos que no parece incluir todos los animales que supondríamos debería , pero vale como ejemplo adicional.
-Abeja: Laboriosidad y Trabajo en equipo
-Águila: Majestad y Poder
-Araña: Artesanía
-Asno: Estupidez
-Avestruz: Estupidez
-Bulldog: Pertinacia
-Caballo: Velocidad y Elegancia
-Cabra: Lujuria y Lascivia
-Camello: Sumisión y Entereza
-Cisne: Gracia y Finura
-Cocodrilo: Hipocresía
-Conejo: Fecundidad
-Elefante: Sagacidad y Memoria
-Hormiga: Frugalidad y Previsión
-Lechuza: Sabiduría
-León: Nobleza, Realeza y Coraje
-Liebre: Timidez
-Lobo: Crueldad y Ferocidad
-Mono: Suciedad, Malicia y Lujuria
-Mula: Obstinación
-Murciélago: Ceguera
-Pavo Real: Orgullo, arrogancia
-Tigre: Ferocidad
-Toro: Fuerza y Empuje
-Zorro: Ingenio y Artificio.
Seguramente usted quiere agregar al Gato por su Independencia, al Perro por su Fidelidad, etc. etc. tiene toda la razón, dele agréguelo que está en todo su derecho. Es una lista abierta...
Pero mejor hagamos un experimento. Vea saque una hoja. Tomemos un examen... Tema único. A ver, divida la hoja en dos campos verticales con una línea imaginaria. A la izquierda titule: "Personaje". A la derecha: "Animal que le corresponde".
Mire yo se los dicto y usted con una línea punteada me conecta cada "Personaje" con su correspondiente "Animal que le corresponde". A ver, le digo la primera pero no se me entusiasme que el resto las tiene que deducir usted.
"Personaje" "Animal que le corresponde"
Nestor Kirchner Pinguino
Fácil no? Ahí vamos..
A no, ...sin trampas mi amigo..., no puede apuntar todos a Rata o a Sanguijuela, no. A cada uno le corresponde un animalito y seguro que ni usted ni yo acertamos la respuesta correcta.
En el caso de los animales enumerados y aún cuando no se han usado en el lenguaje de las Fábulas o en Heráldica es bastante claro cuales son los "atributos" que caracterizan a estos pequeños bichos.
Si a usted se le ocurren mas bichos de cualquiera de las dos columnas, por favor no se sofrene mi amigo y compártalo con el resto.
En mi antigua manera de pensar, las Fábulas ocupan un papel muy importante. Creo que muchos de los comportamiento anórmicos que vemos desde hace tiempo en las nuevas generaciones pudieron verse atenuados por una educación más ligada a preceptos de convivencia o moralidad no religiosa en la más tierna infancia.
Entiendo que la lectura cada día se va restringiendo a ambitos más reducidos, tales como este medio que nos contiene. No podemos pedirle a la juventud que lea, para ellos es mucho esfuerzo, pero se puede llegar con el mismo mensaje, desde la palabra paterna, la escuela, o los dibujos animados en una bien manejada televisión.
Yo recuerdo que el Cholo Mac Pherson un día descubrió que su hijo se rateaba seguido de la escuela. El Cholo, es mas Cholo que Mac Pherson así que rejuntó toda la paciencia que tenía disponible y en lugar de agarrar a su retoño a patada limpia o matarlo a cintazos se sentó juntito, muy junto a su hijo, cuestión que le pudiera encajar un soplamoco si hacia falta y le contó la siguiente Fabula inventada por él mismo para esa ocasión.
"Había una vez una ovejita muy pero muy blanca requete blanquita que caminaba cada día hasta la escuela atravesando campos , valles y llanuras. Siempre derechito iba. No miraba ni para aquí ni para allá. Así cada día llegaba a la escuela y aprendía una letra nueva o un numero más. Pronto la ovejita pensó que todo lo había aprendido y en lugar de ir hasta la escuela, se la pasaba olisqueando las florcitas de por aquí y de por allá, no le decía nada al papá y no estudiaba nada.
Un buen día un lobo que andaba por allí desempleado de cualquier otro cuento, se le cruza en su camino y le dice "ovejita, ovejita, ¿no vas a la escuelita?". Y la ovejita le dijo que no, que total ya sabía todo. Entonces el lobo viendo que la pobre era tan boludita que no sabía quien era él ni lo qué comía, la hizo pasar al fondo y se la lastró.
Moraleja: A todo ignorante los piolas se lo comen crudo. Estudiá huevón"
Y voló un tortazo...
Creo que el pibe entendió la Fábula.
Chau.
Muy bueno, pero tengo un problema.
ResponderEliminarSegùn los chinos, soy RATA.
Yo hubiera querido ser Tigre de diamantes, o leopardo de titanio.
Pero no, RATA.
En mi pròxima vida, voy a cambiar eso. voy a ser "Aguila rampante de Platino".
Y todos los demàs, seràn : "Lombriz de lana". "Cucaracha de cartòn", y cosas asì.
Saludos
Gracias Gaucho, No le dije que no le de´bola a esa Ludovica ? vió?
ResponderEliminarTodo Rata debe hacerse Hindú mi amigo, que por esos pagos la Rata es sagrada y vale mas que una Aguila rampante de Platino.
Atentamente
El Mono OPin
Me encantó. Muy bueno su comentario. Las fábulas me llevaron al tiempo de la escuelita de campo, aquella que recuerdo con mucho amor, por los pagos de Capitán Castro. Recordar esa época es un placer.
ResponderEliminarMaico:
ResponderEliminarMe alegra despertar recuerdos gratos con cosas que me los despiertan a mi mismo.
Muchas gracias por su opinión
Es màs fuerte que yo. A todos, los uno con Rata. Se me va el làpiz. En fin, con la Carriò me entraba màs, "vaca apocalìptica", pero no està.
ResponderEliminarTe puse un link en "Màs actualizaciones", porque ya no me queda lugar, che.
Adivinó ¡¡ Por eso puse Vaca. Lo que pasa es que me quedó angosta la hoja.
ResponderEliminarEl link está bárbaro, gracias Gaucho. Me gustó el lugar , los vecinos y la vista que tiene. Creo que si me asomo un poco a la izquierda se llega a ver el Monumento a la Bandera...