Los habitantes de la metrópolis del Bósforo, Estambul, no solo están acostumbrados a convivir con perros y gatos callejeros, sino que los cuidan, los alimentan, les dan cariño e incluso los ayudan a veces a cruzar las transitadas avenidas.
No se sabe con certeza cuándo empezó esta relación tan especial con los perros. Quizás durante la época bizantina, aunque sabemos que seguramente ya estaban allí durante la conquista de Constantinopla en 1453.
Aunque desde entonces forman parte del paisaje urbano, no siempre han resultado amigables para sus habitantes ya que para el islam, el perro es un animal sucio y debe mantenerse fuera del hogar. De allí que proliferen en las calles con el afecto de múltiples dueños potenciales.
Aunque desde entonces forman parte del paisaje urbano, no siempre han resultado amigables para sus habitantes ya que para el islam, el perro es un animal sucio y debe mantenerse fuera del hogar. De allí que proliferen en las calles con el afecto de múltiples dueños potenciales.
Hoy leía las impresiones de un turista llamado Dayan Castro
"Desde los primeros días que llegamos a este país me llamó mucho la atención ver que los perros traían una especie de identificación plástica en la oreja (la que pueden ver en la fotografía) y que se paseaban en la calle como si estuvieran en su casa.
Nuestros guías nos explicaron que cuando detectan a un perro callejero, el gobierno se encarga de recogerlos, pero no para encerrarlos en una perrera y sacrificarlos; sino para sanarlos en caso de que estén enfermos y para vacunarlos. Además, los castran para evitar que se reproduzcan sin ton ni son. Una vez terminadas estas tareas, los caninos son regresados al lugar en donde fueron encontrados, no sin antes colocarles esta identificación para darle seguimiento a su salud. Los perritos son alimentados por los vecinos, que se encariñan con ellos y les permiten vivir en los alrededores de sus casas, incluso los puedes ver afuera de un restaurante, un negocio cualquiera y hasta un hotel. Se ven sanos y fuertes, como el de la imagen que les muestro y se dejan acariciar por todo el que pasa cerca de ellos.
En el lugar donde nos hospedamos nos tocó presenciar cómo una camioneta plenamente identificada, levantaba una perrita para hacerle el procedimiento que les describo.
Me puse a investigar cómo es que llegaron a esta práctica y resulta que anteriormente levantaban a los perros para sacrificarlos, pero la ciudadanía se unió y protestó por el trato que se les daba y el resultado fue este acuerdo en el que los perritos callejeros viven libres y sanos, cuidados por el gobierno y alimentados y amados por la población.
¿No es esto una maravilla?
Dayan Castro"
Taluego
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Sobrevivió a mi punto de vista? ¡Ahora es su turno!
Sin embargo como los comentarios son una gentileza entre usted y yo, se moderarán y anularán aquellos subidos de tono, agresivos o que utilicen lenguaje soez.
Aproveche su oportunidad , dele, que total nadie lo está mirando y acá lo tratamos mejor que en el mundo real.