En épocas donde el gorrión va escapando de nuestras ciudades por un rechazo natural a las ondas de nuestros móviles, recordamos que en algún momento fueron erradicados meticulosamente
Hoy podemos hablar del efecto mariposa (o efecto gorrión), la historia de cómo el coronavirus actual puede ser consecuencia de una guerra que sucedió 60 años atrás.
Una guerra entre el dictador comunista llamado Mao Zedong y los gorriones. Sí, los gorriones. Esos bichitos que tantos de nosotros queremos
Resulta que en 1958 Mao lanzó el proyecto "Gran Salto Adelante" que llevaría a China a ser una de las mayores potencias a nivel mundial. El proyecto consistía en varias campañas, algunas industriales y otras destinadas a mejorar la producción agrícola del país.
Justamente en el plano agrícola, se le declaró la guerra a los gorriones.
Se sacó el cálculo de que cada gorrión comía 4 kilos y medio de granos al año, por lo que la regla de tres simple marcaba que con cada millón de gorriones exterminados, se podría alimentar a 60.000 personas.
"Los gorriones son enemigos de la Revolución, se comen nuestras cosechas, mátenlos. Ningún guerrero se retirará hasta erradicarlos, tenemos que perseverar con la tenacidad del revolucionario".Con esas palabras y con publicidad Mao incitó a su gente a la guerra contra el gorrión.
En pocos meses, casi la totalidad de los gorriones chinos habían sido exterminados. Sus cuerpos eran paseados como trofeos de guerra por las calles. Meses después se darían cuenta de su error, pero ya era demasiado tarde.
Al desaparecer uno de sus principales depredadores, la población de langostas creció exponencialmente, y se comió casi la totalidad de las cosechas chinas de los años siguientes, trayendo así lo que se conoce como "La gran hambruna china".
Algunas estimaciones marcan que hasta 50 millones de personas murieron en la gran hambruna China. Y los que no, se acostumbraron a sobrevivir comiendo cualquier cosa: perros, gatos, ratas, murciélagos, incluso dicen que muchos cayeron en el canibalismo esporádico.
Comer animales salvajes y raros era una costumbre en algunas regiones chinas, pero en la gran hambruna esto se popularizó, y es muy probable que de estas costumbres sostenidas hasta el día de hoy, haya surgido el coronavirus que azota al mundo entero.
Pero para ser justos, la guerra contra los gorriones no fue la única causa de la hambruna. También lo fue la prohibición del cultivo privado y cambios en la ingeniería agrícola que redujeron la producción drásticamente, impidiendo que las zonas en las que las langostas no hicieran estragos se pudieran salvar.
Así que cuando algún socialista aproveche esta pandemia para volver a esas ideas de darle el poder a un gobierno de controlar absolutamente todo, recuerden esto para que no se repita la historia.
Finalmente el gobierno chino se vio obligado a rectificar su decisión importando gorriones desde la URSS. Al día de hoy no se han recuperado las poblaciones de gorriones previas al exterminio
Fuente: Pensador Argentino @ArgPensador
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