Organizados como son los alemanes nadie duda que los relojes que entregaban a sus aviadores debían cumplir con especificaciones muy rígidas y claras. Los llamados relojes Fliegers o de Aviador eran dispositivos sin marca fabricados en un primer momento por “A. Lange & Sohne” pero debido a la gran cantidad solicitada y los tiempos de entrega se le debieron sumar cuatro fabricantes más; IWC, Wempe, Stowa y Laco, empresas que en los últimos años retomaron la fabricación de estos maravillosos diseños.
Hasta el día de hoy han llegado dos modelos clásicos que siguen siendo los más conocidos, apodados coloquialmente como “fliegers”, pero que en la realidad originalmente se llamaban “Beobachtungsuhr” o “B-Uhren” de forma abreviada. La traducción literal es “reloj de observador”, y estaban diseñados como herramienta para asistir a los navegantes y bombarderos de los aviones de combate.
Los pilotos, por otro lado, recibían cronómetros de muñeca como los “Hanhart” (como el de la foto) y el resto de personal, piezas mucho más simples y económicas.
Siempre es bueno recordar que el reloj no era propiedad del piloto o el navegante, sino que se lo entregaba para que fuera usado durante las misiones como una herramienta más.
Los pilotos, por otro lado, recibían cronómetros de muñeca como los “Hanhart” (como el de la foto) y el resto de personal, piezas mucho más simples y económicas.
Siempre es bueno recordar que el reloj no era propiedad del piloto o el navegante, sino que se lo entregaba para que fuera usado durante las misiones como una herramienta más.
Para los navegantes, en las primeras épocas de la aeronáutica como la que se encuadra en la segunda guerra mundial, era vital disponer de un reloj de precisión para determinar la posición del aeroplano sobre el mapa. Para los bombarderos, (tripulantes que soltaban las bombas) el reloj era crucial para sincronizar los explosivos.
Pero hablemos de esas especificaciones básicas de estos relojes de campo. Las mismas fueron definidas por el ministerio del aire alemán, el “Reichsluftfahrtministerium” finalizando la década del 30. Llegaron a diseñar dos modelos, el “Baumuster A” o “Modelo A” y el “Baumuster B” o “Modelo B”. La diferencia principal entre ambos residía en el diseño de la esfera o carátula.
El modelo A fue el más utilizado ya que entró en producción en 1940, mientras que el modelo B se comenzó a fabricar en enero de 1941 pero se entregaron muy pocos. Es que la claridad de las esfera del modelo A es francamente inigualable.
La esfera del modelo “A” sigue siendo uno de los conceptos de diseño más limpios en relojería, donde prima la claridad de lectura por sobre cualquier otra característica, mientras que la versión “B” cuenta con una esfera mucho más recargada de información irrelevante. En él se sustituyen los números de las horas por los minutos; 5,10,15… hasta 55 y se añade un circulo interior con las horas en cifras de menor tamaño.
Ambos modelos debían contar con una caja de 55mm de diámetro, un tamaño de reloj considerablemente grande pero necesario debido a varias razones. En primer lugar, los mecanismos escogidos eran diseños preexistentes que se montaban en voluminosos relojes de bolsillo, no en relojes de pulsera. Por supuesto, todos eran a cuerda (por si me lee algún Millenials).
Además no estaban pensados para ser llevados atados a la muñeca desnuda, sino por encima de un grueso guante, que era necesario para proteger las manos de las temperaturas cercanas a la congelación que se sufrían al volar a mucha altitud. Hay que tener en cuenta que en esta época, los aviones no llevaban calefacción ni presurisación, a excepción de ocasionales rudimentos en la cabina del piloto,no para el resto de la tripulación. Las temperaturas al alcanzar ciertas altitudes caen varios grados bajo cero y los aviones eran básicamente latas de conserva voladoras.
En la práctica, muchos aviadores llevaban los Flieger colgando del uniforme a la altura del pecho o incluso en el bolsillo. No, no eran cómodos.
Las coronas también eran de gran tamaño por el mismo motivo: para poder ser operadas llevando esos gruesos guantes de combate.
Lo mismo sucedía con la correa de cuero o pulsera, que era ridículamente extra-larga, pues tenía que tener una longitud tal que permitiera ser atada por encima de las mangas y los gruesos guantes de vuelo.
El mecanismo debía estar “hackeado”, es decir, el segundero se debía detener cuando se tiraba de la corona. Esta característica, de origen puramente militar, era fundamental para garantizar que el reloj pudiera ser ajustado o sincronizado con otros con total precisión.
El resorte regulador del mecanismo debía ser “Breguet”. Éste es el muelle que controla la velocidad de giro de las agujas. Es el mismo que marcas como Rolex usaron durante muchos años, y que parece un simple muelle plano en espiral, pero se trata de una pieza de ingeniería extremadamente precisa.
Este muelle tiene que mantener su resistencia estable a lo largo de los años y volver a su forma original exacta cada vez que se estira al dar cuerda. Además tiene que poder soportar impactos laterales y tener propiedades antimagnéticas.
Versiones modernas |
Aunque parezca extraño aún existen personas que tienen problemas morales con los relojes militares. Nunca usarían un reloj Flieger de la Luftwaffe, o relojes Panerai utilizados por la Armada italiana fascista en la Segunda Guerra Mundial, o relojes U-Boat que estaban en carrera para ser elegidos por los nazis para sus hombres rana. Quizás incluso algunos anteriores, de cuando se usaba un reloj en cualquier tipo de guerra.
Cuestionan el Glycine Airman utilizado por los pilotos de helicópteros estadounidenses en Vietnam, los relojes Omega 30T2 utilizados por la RAF en la Segunda Guerra Mundial, etc. A mí jamás se me hubiera ocurrido semejante idiotez si no fuera que de tanto en tanto asoman esos especímenes que atribuyen a objetos inanimados ideologías que no les pertenecen.
No, el reloj no tiene la culpa de ninguna guerra y mientras no tenga una esvástica en su diseño, no pienso privarme de uno.
Lamentablemente debo seguir soñándolo ya que los nuevos modelos se comercializan a precios que en muchos casos resultan prohibitivos. Pero si le gustan mucho, los comercializados por la firma Parnis son muy agradables aunque algunos de ellos presentan el segundero en la posición de las 9 como en los modelos rusos. El precio ronda los 100 USD dependiendo en que país se encuentre usted.
Aquí le dejo un video de Relojero MX un canal de Youtube que vale la pena seguir.
Consultamos a : El Relojero MX, http://col2.com/, Wikipedia
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