sábado, 24 de noviembre de 2018

El método Kominsky - Recomendada

Voy a tratar de evitar los preconceptos y pensar que un Millenial inteligente puede llegar a disfrutar lo mismo que un Baby Boomer ya anciano.
El método Kominsky es una miniserie dura y afilada como un puñal que se encuentra disponible en la plataforma NETFLIX. Una comedia mezclada con drama (Comydrama) no  apta para aquellos lentos de entendederas o aún sumergidos en la concepción adolescente de la inmortalidad.
El creador de Dos Hombres y Medio, Mom y The Big Bang Theory, Chuck Lorre, de 66 años, tiene en su haber el mérito de tratar temáticas atípicas, y provocar verdadera risa. En El Método Kominsky, que guioniza y dirige, parece encarar un proyecto mucho más personal. Se intuye que Lorre vuelca aquí muchas experiencias y opiniones propias de su edad en tan solo ocho episodios.
Michael Douglas se apunta a ir en contra de lo políticamente correcto y protagonizar el Método Kominsky junto a otro veterano, Alan Arkin. La química entre los dos es perfecta. Douglas es Sandy Kominsky, un profesor de arte que ya se encuentra en el ocaso de su vida. Su mejor amigo es su agente, Norman (Alan Arkin). 
Si bien el humor y sus textos son especialmente ácidos, no se cae nunca en el histrionismo. Todos nos recuerdan a ese tipo de personas especialmente graciosas y gruñonas con las que todos hemos podido encontrarnos en la vida.. Lo que vemos en El Método Kominsky son las mismas cosas que suceden en la vida de cualquier persona de la denominada tercera edad, que no suelen ser los más representados en las series populares. Los problemas de salud, la pérdida de seres queridos, las evasiones de problemas personales, o enfrentar la propia muerte, son temas que al promedio de las personas les produce rechazo, pero que son la esencia del final de la vida. Es indudable que Lorre ha querido con esta serie hablar de lo que le interesa en este momento de su vida. 



Una serie que nos hace reir, y nos hace pensar, y se cuestiona de una manera natural los pensamientos imperantes actualmente en los medios de comunicación y en la sociedad. Resulta genial cuando Sandy (Michael Douglas) termina discriminado en un trabajo.. ¡por no pertenecer a una minoría discriminada! Se nota el gusto con el que Chuck Lorre ha hecho esto, demostrando por ahora un talento inagotable, algo muy difícil de conseguir.
Los episodios no llegan a la media hora de duración y uno debe esforzarse para no hacer una maratón y quemar la serie en una noche. Te hacen reir de verdad, pero no evitan el drama, ya que no es la típica comedia de situación. Casi que el humor es para sacarte de inmediato de ese drama que puede llegar a deprimirte. Lorre sabe que las situaciones más divertidas son aquellas en las que uno se puede identificar, y aquí todos podemos hacerlo múltiples ocasiones aunque no estemos aún transitando la vejez.


Los protagonistas son todos famosos que andan sobrados de fama y dinero, y no tienen necesidad de demostrar nada. Se embarcaron en este proyecto porque realmente los entusiasmaba, y tenía suficiente calidad para que ellos se lucieran. Sus pocos episodios la hacen todavía más recomendable. Un acierto esta apuesta que, debido a la saturación de series y plataformas para verlas, está pasando desapercibida. 
Aprovechen que esta serie toma al espectador por alguien inteligente, y disfruten de este regalo de un grupo de gerontes con genio. 

Taluego 


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