En estas épocas en que los alumnos del Colegio Nacional Buenos Aires y del Carlos Pellegrini organizan tomas en contra de una modificación de materias de quito año, donde se adicionaría una práctica en el mundo real, no puedo menos que recordar que la "fábrica de obreros" que es el industrial para los candidatos a políticos, en realidad es una forja de ciudadanos de calidad, independientes y emprendedores que solo consideran que se han ganado el sustento cuando pueden ver que han producido alguna mejora en la calidad de vida de los demás.
Yo fui 6 años al industrial.
Los del peor Peronismo
Hice un banquito en carpinterías, un sacabroca en ajuste, un jarrito en hojalatería, barrí el taller de fundición incontables veces, hice un tablero eléctrico , una fuente de alimentación regulada, armé una radio Spica , programé compuertas mientras aprendía materias de la universidad como el álgebra de Boole y resolví código que algún profesor había dejado por complicado.
Me pagaron con lo mejor que me podían dar: experiencia.
Mientras algunos pagan por la experiencia, el sistema de escuelas industriales siempre nos brindó la oportunidad. Incluso muchas empresas pedían los datos de los mejores alumnos para incluirlos en sus plantillas.
Además de las antiguas escuelas de educación técnica de la Nación (ENET) Empresas como Ford, Siemens, Fapesa (Phillips) Mercedes Benz y cientos de otras, contaban en sus instalaciones con escuelas abiertas a la población general. Allí se aprendían todas las materias obligatorias del programa y alguna especialización industrial relativa a la empresa. Con suerte se obtenía una beca para la Uni o un puesto en la planta.
La idea fue anterior a Perón, pero fue Perón el que la puso en vigencia.
Pero un pibe de la Industrial no es sumiso ni manejable. También toma su escuela cuando se siente víctima de una injusticia. La diferencia radica en que siente que la escuela es suya y por eso la cuida. Reconoce el mérito de aquél que está preparado para decidir sobre lo que él no puede ni debe. Al igual que mantiene sus herramientas de trabajo, no tendrá prurito en lijar y barnizar un pupitre si resultara necesario. No sabe lo que es buscar a un carancho para hacer un juicio por abuso escolar. Le gusta estudiar y prepararse para el futuro.
Y eso lo hace diferente frente a la vida.
Conozco gente que le paga a un electricista para cambiar una lamparita. Cientos de pesos para cambiar un enchufe. Pregúntele a cualquier egresado de un industrial si paga por eso, o por cambiar un cuerito, cambiar la cerradura, la cubierta del auto o cosas por el estilo. Aunque ya sea empresario gerente o director de alguna empresa. La clave es que el industrial no solo da experiencia, sino que también enseña independencia y unas terribles ganas de evitar que te lleven de la nariz por razones políticas.
Si cuando estudiaba me hubieran ofrecido ir a programar gratis a una empresa cualquiera , hubiera ido corriendo con tal de ganar esa experiencia. De hecho algunos compañeros fueron por unos pocos pesos a hacer pasantías a lugares donde todavía trabajan después de 35 años. Creo que esos pesos que recibían no les alcanzaban siquiera para pagar el bondi.
Y para colmo en esa época no teníamos acceso a la AUH. Hoy el Estado ya subvenciona a los chicos para que estudien.
Hablan de explotación. Que el empresario va a sacar provecho de ellos. Ningún estudiante es un negocio para un empresario ya que como mínimo representa costos de seguro, equipamiento necesario, gastos operativos y capacitación que probablemente usará en otro lado.
Como ganancia el pobre empresario recibirá solo dolores de cabeza.
Todos sabemos que los primeros meses de un empleado calificado sirven de poco. Imagínense los de un pibe que no sabe limpiarse los mocos.
Con suerte si el estudiante es bueno, el empresario gana un empleado a futuro. De ninguna manera gana mano de obra barata ... un pibe sin nada de experiencia es gasto, no es ganancia.
Por eso pienso que los pibes del CNBA y del Pellegrino son sonsos. El modelo de instrucción que se planteaba era para su beneficio. Ya no en el ámbito industrial sino en empresas afines a la economía de mercado, estudios de abogados, administración de empresas, galerías, museos, teatros y cualquier ámbito donde quienes no son afines a la industria ni quieren ser vistos como obreros, prefieren trabajar. Todo era para que pudieran conseguir trabajo rápido al salir del colegio. Porque si algo es sabido es que la inserción laboral es cada día más compleja.
La maquina de hacer troskistas que funciona en los dos colegios donde no deben cumplir ningún requisito para ingresar a la facultad es tremendamente irracional. Se amparan en su edad para cometer violaciones a la ley y justificar que no pueden ser alcanzados por la misma.
Para colmo, como dependen de la UBA, la modificación del programa del GCBA no los alcanza. Así que simplemente practican la política destructiva del que se aprovecha del ´cuanto peor , mejor´
Finalmente este estudiante de industrial que viajó por el mundo y capacitó a ingenieros de otros países, devolvió parte de lo que la Nación le dio.
Como siempre, para poder enseñar correctamente lo primero que uno debe tener es experiencia. Así que por un tiempo logré volcar un poco de ella como orgulloso profesor de la escuela industria número uno: la Otto Krause.
Como siempre, para poder enseñar correctamente lo primero que uno debe tener es experiencia. Así que por un tiempo logré volcar un poco de ella como orgulloso profesor de la escuela industria número uno: la Otto Krause.
Porque ahí no se jode. Se trabaja en uno mismo para ser mejor.
Y te llena el corazón
Y te llena el corazón
Taluego.
Un beso grande a Baradel.
Texto adaptado del original de Nicolás de Rocha.
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