La Gruta de la Melodía

Posiblemente no sea tan interesante como para contratar un tour y perder un día para visitarla, sin embargo en la zona existen muchas islas similares y aunque el clima es tan inclemente como en todas las Hébridas, no es lo suficientemente malo como para disuadir a los amantes del turismo de aventura. Desde el punto de vista geológico, se ha comprobado que este archipiélago está compuesto por las rocas más antiguas de las islas Británicas. Presentan comúnmente formas agrestes, recortadas y escarpadas, debido a los diferentes agentes de erosión que actúan sobre ellas. Geológicamente están constituidas en su mayoría por gneis, especialmente las más occidentales, por esquistos (Jura e Islay) y por rocas basálticas (Mull, Skye y Staffa) que se presentan en forma de espectaculares columnas. Tienen un clima templado-frío y muy húmedo.
La isla de Staffa es casi lo que su nombre indicaría si fuera en castellano, al menos como isla, pues es poco más que un gran espolón rocoso que emerge del mar. Su atractivo son los acantilados, formados por unas espectaculares columnatas de basalto, y la cueva en cuestión.

La Gruta de Fingal es y no es una cueva volcánica ya que se abre en material volcánico (las coladas de basalto) pero su origen no tiene que ver con el vulcanismo, sino con la acción erosiva del mar. Dicho esto nada la diferencia de cualquier otra cueva del mundo, salvo que aquí el basalto, con sus enormes columnas, le da un aspecto distintivo y único. Las mismas están formadas por basalto hexagonal, similar en estructura a la Calzada de los Gigantes en Irlanda del Norte, con quien comparte el mismo origen de flujo de lava. Su tamaño, su techo de arcos naturales y los escalofriantes sonidos producidos por los ecos de las olas le dan el ambiente de una catedral natural. El nombre gaélico de la gruta, Uamh-Binn, significa "gruta de la melodía".

La cueva tiene unos cincuenta metros de longitud, y en toda ella las columnas de basalto forman unas terrazas por las que podemos ingresar bastante profundo en la cavidad sin complicaciones. Después se puede subir a la parte alta de la isla, que resulta ser un prado ondulado, batido por un viento que tiene toda la pinta de querer arrancarnos la peluca. El lugar es tan mágico que incluso sirvió de inspiración al músico escocés Mendelssohn para crear una obertura titulada "la Gruta de Fingal" y a Julio Verne, que la usó como escenario de uno de los pasajes de su novela "el Rayo Verde".

Sir Water Scott, el novelista romántico escocés autor de Ivanhoe y Rob Roy, escribió sobre esta cueva "...Cliffs of darkness, caves of wonder, echoing the Atlantic's thunder...." (...acantilados de oscuridad, cuevas de maravillas, ecos del trueno del Atlántico...). Hasta como lugar de apariciones de fantasmas se ha considerado la cueva.

Y para los más curiosos les dejo una grabación del sitio con La Obertura "Las Hébridas" (en alemán, Die Hebriden), Opus 26, también conocida como Fingal's Cave ('La gruta de Fingal'), es un poema sinfónico compuesto por Felix Mendelssohn en 1830.  Pese a su nombre de "Obertura", la obra es independiente, y se ha convertido en una pieza frecuente del repertorio orquestal. Mendelssohn dedicó su obra al rey Federico Guillermo IV de Prusia, en aquel entonces Príncipe de Prusia.

La Gruta de Fingal from eLzO on Vimeo.


Taluego

Fuente: http://lascavernas.blogspot.com.es/2011/02/la-gruta-de-fingal.html