Antes del tiro balanceado usábamos las de gas con mangueras peligrosa e interminables o las de kerosene que podían mandarnos al otro mundo si no manteníamos el ambiente suficientemente ventilado.
Pero el contar con calefacción suficiente durante las horas de sueño sin que corran peligro nuestras vidas era un tema que los europeos y asiáticos habían solucionado cientos de años atrás.
Las estufas de alto rendimiento decoraban todos los castillos o caserones y sus características eran tan diversas como quienes las habían instalado. Para mi gusto las más bonitas eran las decoradas con mayólicas, pero si la persona no contaba con el dinero suficiente como para solventarlas, siempre se podían construir con materiales menos nobles.
La más conocida es la denominada "Estufa Rusa", un tipo especial de estufa que apareció por primera vez en el siglo XV. y se utilizó tanto para cocinar como para calefacción doméstica. La estufa rusa quema leña o residuos de madera. Lo bueno es que está diseñada para mantener el calor durante largos períodos de tiempo (6 o 7 horas). Esto se logra mediante la canalización del humo y el aire caliente producido por la combustión a través de un complejo laberinto de pasajes, calentando los ladrillos utilizados para la construcción de las propias paredes de la estufa.
Para ralentizar el enfriado de la estufa por lo general se agrega una chimeneas de ladrillos hasta el techo, la que sirve como cámara de ahumado.
La construcción de este tipo de estufa no es nada complicada e incluso puede ser económica si en lugar de ladrillos refractarios se utilizan ladrillos de campo o prensados, el aspecto estético no es el más apropiado para una sala moderna, pero son ideales para casas de campo pues se pueden calentar los distintos ambientes (hasta 110 m2) y alimentos. Con ingenio y buen gusto se puede decorar su entorno y disfrazar su ducto para conseguir un excelente acabado y que la misma se mimetice con el ambiente.
Curiosamente, esta estufa que es ampliamente conocida y llega a nosotros a través de los siglos, ha sido "reinventada" en el 2014 por un equipo de científicos del INTI y del CONICET. Así nació la estufa SARA (manual de construcción aquí) o "Estufa Social Argentina de Rendimiento Alto", la que como gran innovación científica utiliza ladrillos de adobe. Así, investigadores, docentes y alumnos de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires (FADU), se pusieron a "trabajar" en colaboración con técnicos y profesionales de las áreas de Energía y Tecnologías Sustentables del INTI para encontrar una respuesta conjunta que dé solución a un problema prioritario que había sido solucionado varios siglos antes. Todos unos Salieris del Averno cobrando por lo que es de sabiduría popular. Esos dos grupos de investigación y desarrollo en tecnologías sociales, formaron un equipo multidisciplinario para la creación de un artefacto que pudiera ser construido por cualquier persona con mínimos conocimientos, siguiendo instrucciones de un manual muy accesible, suponiendo que supiera leer y contara con una computadora con Adobe Acrobat a mano. Según Rodolfo Rotondaro, investigador independiente del CONICET en la FADU, la estufa Social Argentina de Rendimiento Alto (SARA), es más económica que cualquiera similar disponible en el mercado, se fabrica a partir de materiales accesibles como el adobe que mantiene el calor en el ambiente por más tiempo que las estufas comunes y su sistema de doble combustión le permite quemar la leña de forma más eficiente y limpia.
Digamos que hace varios años que existen en YouTube vídeos de cómo hacerlas sin necesidad de que interviniera ningún científico ni que el Estado desperdiciara dinero en ello. Incluso si le quedan ganas puede encontrar un hermoso vídeo para hacerse un horno de barro que no necesitó de ningún bocho del CONICET para ser filmado, ni de los métodos corruptos del gobierno del 2014.
Estufa Rusa del INTA Chubut |
Las estufas de alto rendimiento construidas con ladrillos refractarios se caracterizan por sus excelentes rendimientos que oscilan entre el 80% y 90%, frente a los fogones abiertos (10-15%), estufas comunes (20%), salamandras (40%), nórdicas de hierro (60%).
Esto significa que en una estufa rusa, de cada 100 kilogramos de leña que se queman, genera calor por el equivalente a 80 o 90 kilogramos. Además de estos altos rendimientos, contribuyen a una extracción menos intensiva de leña.
Uno de los principales secretos que hacen de la estufa rusa un artefacto tan eficiente es que la leña prácticamente no hace llama. “Se pone incandescente y se va quemando más despacio. Por otro lado, toda la masa de ladrillos refractarios se calienta y después por inercia térmica empieza a liberar el calor de a poco”, explicó Hernández y agregó: “Lo bueno es que a la noche le metés unos troncos y a la mañana siguiente todavía está emitiendo calor. Le tirás dos o tres maderas y arranca de nuevo y reinicia el ciclo, así es como funciona”.
Las uniones entre ladrillos se pegan con una arcilla que permite desmontarlos para hacer una limpieza. De esta manera, se puede seguir la recomendación de quitar el hollín que, cada cinco años aproximadamente, pueda acumularse en su interior.
En estas épocas donde el gas comienza a ser un bien difícil de pagar y en localidades del sur se llega a los -30 °C , contar con una estufa de este tipo puede llegar a salvar más de una vida.
O este otro: http://www.labioguia.com/notas/como-construir-una-estufa-rusa
Fuentes: Horno multifunción: el INTA rescata el diseño de la estufa rusa
Solo me preocupa en caso se sismo, hay riesgo de desarme y el peligro de liberar fuego dentro de la habitación. Un refuerzo exterior quizás un marco y patas de caucho ayuden
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