Reiteradamente aparece la misma pregunta y la respuesta se nos hace esquiva. Sin duda es un tema muy difícil de entender y en mi caso me ha llevado a discusiones que terminaron en este post simplista que intenta poner en claro unas pocas ideas.
Todos pensamos equivocadamente que un buen psicólogo es una persona que de manera innata cuenta con una predisposición natural para establecer una relación de empatía con el resto de las personas. Consideramos que su eficiencia se potencia con la posibilidad de mantener una distancia tal con el problema como para poder analizarlo y actuar de la manera más apropiada para el paciente.
Así es como nos agrada ver en los hospitales a psicólogos que atienden a un paciente que ha sufrido algún hecho traumático, tiene alguna alteración de la conducta que dificulta su tratamiento, o debe recibir la comunicación de algún deceso o enfermedad terminal, pero en ningún caso logramos vincularlos con algún tipo de ciencia.
Más nos parecen ángeles de la misericordia, que científicos aplicando sus conocimientos, aunque en todos los casos su asistencia sea altamente apreciada y requiera de una especialización y estudios, más que complicados, que conllevan a tantas especializaciones que la lista se nos hace engorrosa y confusa (ver aquí)
Todos pensamos equivocadamente que un buen psicólogo es una persona que de manera innata cuenta con una predisposición natural para establecer una relación de empatía con el resto de las personas. Consideramos que su eficiencia se potencia con la posibilidad de mantener una distancia tal con el problema como para poder analizarlo y actuar de la manera más apropiada para el paciente.
Así es como nos agrada ver en los hospitales a psicólogos que atienden a un paciente que ha sufrido algún hecho traumático, tiene alguna alteración de la conducta que dificulta su tratamiento, o debe recibir la comunicación de algún deceso o enfermedad terminal, pero en ningún caso logramos vincularlos con algún tipo de ciencia.
Más nos parecen ángeles de la misericordia, que científicos aplicando sus conocimientos, aunque en todos los casos su asistencia sea altamente apreciada y requiera de una especialización y estudios, más que complicados, que conllevan a tantas especializaciones que la lista se nos hace engorrosa y confusa (ver aquí)
Pero también existen algunas especializaciones consideradas las ovejas negras de la profesión que vemos asociadas a actividades laborales que tampoco ayudan a que percibamos a la psicología como una ciencia.
El psicoanálisis es la principal de ellas, siendo considerado exageradamente por algunos, tan dañino y poco científico como la homeopatía lo es a la medicina. A ésta actividad podemos sumarle la de los psicólogos del ámbito de los recursos humanos en las empresas o, injustamente, los de psicopedagogía en las instituciones escolares, además de otras especializaciones que no voy a enumerar por ser abundantes y haberlas señalado en el parágrafo previo al anterior.
Pero en un país donde contamos con el 33,3 % de los psicólogos existentes en TODO el mundo, es dado preguntarse si en realidad la gran mayoría de ellos no se han dedicado al psicoanálisis y en lugar de la investigación científica, sólo se dedican a discusiones freudianas o lacanianas que en definitiva son divertimentos mentales que no los llevan a ningún resultado tangible.
Entonces volviendo al punto; ¿realmente existe la psicología como ciencia ?
En la actualidad existen diversas perspectivas psicológicas, cada una con sus propias teorías y metodologías, y entre sí pueden coincidir, influirse, solaparse o incluso ser contradictorias e incompatibles; esta variedad de vertientes da pie a múltiples acepciones y abordajes. Algunos enfoques —como en el humanismo— consideran que el método científico no es el adecuado para investigar la conducta; otros como el conductismo lo emplean para analizar comportamientos observables que pueden ser objetivamente medidos.
Como la ciencia sigue siendo el conocimiento que se obtiene mediante la observación de patrones regulares, de razonamientos y de experimentación en ámbitos específicos, a partir de los cuales se generan preguntas, se construyen hipótesis, se deducen principios y se elaboran leyes generales y sistemas organizados por medio de un método científico, se necesita mucho más que divanes, pipas y barbas tupidas, para interpretar el subconciente.
La ciencia considera y tiene como fundamento distintos hechos, que deben ser objetivos y observables. Estos hechos observados se organizan por medio de diferentes métodos y técnicas, (modelos y teorías) con el fin de generar nuevos conocimientos. Para ello hay que establecer previamente unos criterios de verdad y asegurar la corrección permanente de las observaciones y resultados, estableciendo un método de investigación.
La ciencia considera y tiene como fundamento distintos hechos, que deben ser objetivos y observables. Estos hechos observados se organizan por medio de diferentes métodos y técnicas, (modelos y teorías) con el fin de generar nuevos conocimientos. Para ello hay que establecer previamente unos criterios de verdad y asegurar la corrección permanente de las observaciones y resultados, estableciendo un método de investigación.
Aunque la mayor parte de los psicólogos en la actualidad están involucrados profesionalmente en actividades terapéuticas (clínica, consultoría, educación), una parte más bien escasa también se dedica a la investigación sobre un amplio rango de temas relacionados con el comportamiento y el pensamiento humano.
A éstos últimos podemos relacionarlos mucho más facilmente con el comportamiento científico. Incluso podemos agregar la psicología clínica,
una variante moderna que aborda el fenómeno de la salud mental de la misma forma que la Psiquiatría. Ésta
psicoterapia psiquiátrica ha difuminado todavía más los límites
entre psiquiatría y psicología. Las diferencias fundamentales radican en
la formación recibida y el uso de medicamentos para el tratamiento, razón por la cual es mayormente ejercida por médicos que completan sus estudios con los de psicología.
Entre los argumentos que la gente utiliza para justificar su visión negativa de la psicología, se destaca que los legos suelen ver a la psicología como un mero ejercicio de sentido común que no se basa en métodos científicos, que no permite realizar predicciones precisas ni arroja resultados replicables. Mucha gente tampoco espera más de la psicología, puesto que creen que cada ser humano es único y que es inútil intentar dar explicaciones generales para el comportamiento individual.
Pero todo el mundo debería entender que aunque cada ser humano sea único, la medicina
científica es posible porque nos parecemos lo suficiente en unas
cuantas cuestiones fundamentales que tienen que ver con cómo funciona
nuestro organismo. Sin embargo, la gente encuentra este argumento poco
convincente cuando se trata de la psicología. Lo mismo sucede con la
dificultad que tienen los psicólogos para hacer predicciones precisas. Sus limitaciones en este terreno no son mayores que las de los
médicos intentando predecir cuánto tiempo nos queda de vida o los
economistas intentando adivinar el precio del dólar paralelo la semana que
viene. Pero de nuevo, lo que no mina la confianza en médicos y
economistas, sí lo hace en el caso de los psicólogos.
El haber fundado la psicología del presente y el haber creado la psicología como ciencia experimental es mérito innegable de W. Wundt; pero su obra queda opacada por nombres que se hicieron mucho más famosos como el de Freud o Lacan curiosamente relacionados con el psicoanálisis (recuerdan? la homeopatía?)
También queda preguntarse si la filosofía o las letras son ciencias, dado que la carrera de psicología pertenece a esa facultad y no a la de medicina, ingeniería, economía o abogacía, por decir algo.
En ese ámbito de carrera humanística su relación con la ciencias duras tiene el mismo peso que una pluma, pero podríamos cambiar esa percepción simplemente centrándonos en dedicar parte del tiempo a la
divulgación de la psicología como ciencia y a la creación de una
conciencia colectiva sobre su valor añadido para la sociedad. Estas
medidas sólo funcionaran si las instituciones en su conjunto (muy
especialmente las universidades, pero también las asociaciones
profesionales) comienzan a valorar la actividad divulgativa de profesores e investigadores.
Hay que sacar a los científicos del
laboratorio y ponerlos a la luz pública y esto sólo comenzará a suceder cuando los centros de
investigación o los gobiernos los valoren como tales.
Si usted esperaba una respuesta sencilla, la verdad es que desde mi más profunda ignorancia académica sobre el tema, sólo puedo concluir que el psicoanálisis no es una ciencia y en cambio la psicología de investigación per se tiene todas las fichas como para serlo.
Pero cuidado, apenas el 1% de nuestros psicólogos se dedican a ella.
Taluego.
Fuentes: http://mvadillo.com , Wikipedia, http://www.e-torredebabel.com
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