Mientras iniciaba mis estudios la válvula de vacío moría lentamente al ritmo de la industria y la gente tendía a deshacerse de sus equipos hogareños o de laboratorio que en algunas oportunidades terminaban en mis manos. Así mientras en el colegio estudiaba transistores, en casa llegaban de regalo probadores de válvulas, generadores de señal, radios Capilla, combinados y televisores de la primera época. Todo muy vintage incluso en aquellos tiempos. Todos elementos que pocos años mas tarde no serían más que melancólica chatarra en busca de otro dueño.
Entre los numerosos esquemas o planos de los que disponía para estudiar no había uno que no contase con ese componente que en un principio desconocía. Parecía una especie de círculo con una rendija dentro y pronto descubrí que se trataba de aquellas lámparas que componían mi viejo televisor, o la radio Capilla de la abuela, a los que había que esperar hasta que se calentaran para poder disfrutar de buena imagen o música.
Las queridas “Válvulas“.
La válvula electrónica, también llamada válvula termoiónica, válvula de vacío, tubo de vacío o bulbo, es un componente electrónico utilizado para amplificar, conmutar, o modificar una señal eléctrica mediante el control del movimiento de los electrones en un espacio "vacío" a muy baja presión, o en presencia de gases especialmente seleccionados. La válvula originaria fue el componente crítico que posibilitó el desarrollo de la electrónica durante la primera mitad del siglo XX, incluyendo la expansión y comercialización de la radiodifusión, televisión, radar, audio, redes telefónicas, computadoras analógicas y digitales, control industrial, etc. Algunas de estas aplicaciones son anteriores a la válvula, pero vivieron un crecimiento explosivo gracias a ella.
Pero como por aquel entonces mi interés no era la informática aplicada a la telefonía, sino la electrónica, la llegada a mi casa de una radio viejísima, propiedad de mi fallecida abuela, funcionando perfectamente, me permitíó asombrarme ( a diferencia de las de transistores) al escuchar con fidelidad casi perfecta, emisoras del lejano oriente o de las mismísima Rusia. Ésa fue la primera vez que vi una válvula "en persona", era más que un componente electrónico una especie de cacharro de vidrio con un montón de alambres y fierritos por dentro que desprendía una luz anaranjada cuando funcionaba.
Era algo nuevo pero cotidiano para mí, pues aunque estaba acostumbrado a que todos los aparatos electrónicos funcionasen secretamente bajo los recubrimientos de plástico de cada uno de sus componentes de una manera casi instantánea, tenía el televisor que sumbaba bajo la vigilancia de un estabilizador de tensión a la espera de los filamentos. Todo lo que implicara válvulas tenía que “calentarse” antes de entrar en funcionamiento. No había un circuito sobre una placa, estaba todo montado sobre un chasis de metal con un montón de cables que iban de un componente a otro y que en alguna oportunidad me dejó "pegado" con una descarga de capacitor de 300v. Pero había algo en el sonido que me resultaba curioso. Quizá fuese mi imaginación, pero me parecía que aquella vieja radio sonaba de una manera mucho más real y humana que aquellos modernísimos receptores transistorizados que tenían mis padres .
Simplificando mucho se puede decir que mientras los aparatos electrónicos tienen una onda cuadrada (debido a la recepción de audio digital), un aparato de radio es algo puramente analógico. La onda es pura y curva. Como Tata Dios la creó.
Hoy solo quedan los viejos televisores TRC con sus válvulas que ofician de pantalla, los equipos de audio para audiófilos que valen fortunas y los amplificadores para instrumentos musicales de alta calidad.
Si usted quiere saber por qué, simplemente observe el vídeo que le dejo al pie de la nota, donde le muestran cómo hacen actualmente las válvulas de manera completamente artesanal.
Tal vez por todo ésto es que le tengo un cariño tan especial a todo aparato de válvulas.
Porque hoy sigo prefiriendo una radio de los años cuarenta a un moderno receptor digital.
Cosas de los nostálgicos de lo analógico. Vio ?
Taluego.
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