El tridente de Paracas

Hace una ponchada de años, allá cuando las computadoras eran de uso exclusivo de empresas multinacionales y no exitían ni Google Maps , ni la propia empresa que lo creó, uno cuando viajaba, estaba descubriendo el mundo.

Hoy es posible hacer un recorrido virtual en la computadora mucho antes de subirse al avión, pero no hace mucho, cada vuelta a la esquina nos deparaba una sorpresa.

Recuerdo haber estado sobre un avión con  rumbo a Colombia o Ecuador y que mientras pasábamos por las estribaciones peruanas que dan al mar, una imagen muy particular me había llamado la atención.

Claro, no podía googlearlo y el capitán se había olvidado de mencionarla por los altavoces. La cuestión es que sobre la falda de la montaña que da al mar, había dibujado un tridente o , como muchos lo identifican, un candelabro.

Me gusta lo del tridente porque está frente al mar y Poseidón era de usarlo hasta para comer caracoles, pero como la época lo indicaba, la idea de que se trataba de una marca para que las naves espaciales alienígenas encontraran las pistas de Nazca, era mucho más apetecible para mi afiebrada imaginación que se encontraba a la espera de los Expedientes X que llegarían décadas más tarde.
Pero la gente con poca imaginación lo llama hasta el día de hoy "El Candelabro de Paracas", porque se trata de un geoglifo o dibujo en la tierra, ubicado en la costa norte de la península de Paracas, en la provincia de Pisco, dentro del departamento de Ica.
Y como yo me lo imaginaba, sus grandes dimensiones y su diseño sobre la arena permiten distinguir una relación con las líneas y geoglifos de Nazca y de las pampas de Jumana.
El Candelabro mide 180 m de largo y se calcula que tiene unos 2500 años.

Lo construyeron o dibujaron en una suave colina de arena, en la bahía de Pisco y  encierra el misterio de permanecer dibujado sobre la cambiante superficie de arena, sin que jamás se haya borrado.
En los años 50, durante 6 meses, Maria Reiche (investigadora de las líneas de Nazca desde 1946) estudió el Candelabro de Paracas. Midió sus dimensiones y  analizó su dirección, que señala al sur como la constelación Cruz del Sur. Dicen que la dirección del Candelabro, junto con el viento y el agua marina han formado una gruesa capa cristalina que lo ha mantenido imperturbable desde su creación.
La figura se encuentra dibujada en una superficie de arena endurecida de color blanquecino, como sí se tratara de un lienzo que cayera verticalmente desde el cielo hasta tocar las olas, que con violencia se estrellan contra la base oscura de roca estratificada, donde la playa no existe. De manera que tal lugar jamás fue un desembarcadero, ni punto de llegada para nadie.
El poste principal mide aproximadamente 200 m de altura, en tanto que la figura toda abarca una amplitud de 60 m . Los postes laterales alcanzan una longitud de 60 m desde su origen hasta la cumbre y los surcos que los hacen visibles tienen una profundidad que varía de 1,2 m con 3,20 en el fondo.

Posiblemente fueron los astrónomos de la Cultura Nazca quienes construyeron este geoglifo, que no fue puesto allí para que los viajeros pasaran delante de él sin reparar en su presencia. Se asocia el geoglifo a la Constelación de la Cruz del Sur, conocida también como la Cruz de los navegantes, por indicar a los marinos del hemisferio Sur la ubicación del Polo Austral por medio de su eje principal que les serviría de guía y orientación en sus viajes. De cada uno de los brazos laterales, arranca su correspondiente poste, paralelo al eje principal, del que equivaldría al eje de la cruz del Sur, Guillermo Illescas en las meditadas investigaciones acerca de este geoglifo, lo ha identificado plenamente con la Cruz del Sur y algunas estrellas de la constelación Centauro que serían las que le dan su peculiar forma de Candelabro.

Los defensores del creacionismo alienígena aseguran que tales líneas, imborrables al paso de los siglos, serían obras de alienígenas, pues el Candelabro apunta directamente a las famosas líneas de Nazca, las que igualmente solo pueden apreciarse desde el aire y que serían señales de un gigantesco espaciopuerto para naves extraterrestres.
Así que si usted vive cerca de Paracas y un día se encuentra con que Mulder y Scully pasan a  visitarlo, no se haga problema, al contrario, póngase contento que seguramente le van a contar de qué se trata todo eso del candelabro/tridente.


Taluego