Como dice Wikipedia y ya les había contado en un antiguo post de mi autoría "Gorila es un epíteto o término proveniente de la política interna argentina, usada históricamente para referirse de manera despectiva o peyorativa a los detractores del peronismo (en particular, los de los dos primeros gobiernos del general Juan Domingo Perón, entre 1946 y 1955).
Con el paso de los años, la expresión se ha ido extendiendo en mayor o menor medida a otros países de América Latina, como sinónimo de “reaccionario de derecha”.
En 1955, a partir de una expresión usada en un programa humorístico, comenzó a llamarse "gorilas" a los sectores antiperonistas. La revista dislocada se transmitía por radio dos veces por semana con una gran audiencia con libretos de Délfor Amaranto Dicasolo y Aldo Cammarota (1930-2002) y "cuando los rumores arreciaban y se controlaba cada gesto, cada movimiento, tuvo un hallazgo: lanzó la palabra gorila, que se incorporó para siempre, aquí y en el extranjero, como sinónimo de hombre político, militar o civil, conspirador y reaccionario. Una y cien veces Délfor tuvo que explicar que todo había sido una casualidad sin intención política. En ese momento se había estrenado la película Mogambo, con Clark Gable y Ava Gardner, que transcurría en la selva. Como el filme había tenido mucha repercusión, en la audición lo parodiaron. El público creyó escuchar en lo que decía uno de los personajes de La dislocada ("Deben ser lo gorila, deben ser") una alusión a lo que por entonces circulaba con sigilo: un movimiento subterráneo de tropas para derrocar a Perón". Una vez producido el derrocamiento del gobierno de Juan Domingo Perón por el golpe de Estado de la autodenominada Revolución Libertadora del 16 de septiembre de 1955, se usó la denominación para identificar a los partidarios del nuevo gobierno y con el correr de los años el término pasó a ser utilizado por peronistas y no peronistas para denominar a los antiperonistas pero con un sentido despectivo. Por extensión, en América Latina comenzó a llamarse gorilas a los generales reaccionarios que ejecutaron golpes de Estado, y que ejercieron una dura represión contra sus adversarios políticos."
Con el paso de los años, la expresión se ha ido extendiendo en mayor o menor medida a otros países de América Latina, como sinónimo de “reaccionario de derecha”.
En 1955, a partir de una expresión usada en un programa humorístico, comenzó a llamarse "gorilas" a los sectores antiperonistas. La revista dislocada se transmitía por radio dos veces por semana con una gran audiencia con libretos de Délfor Amaranto Dicasolo y Aldo Cammarota (1930-2002) y "cuando los rumores arreciaban y se controlaba cada gesto, cada movimiento, tuvo un hallazgo: lanzó la palabra gorila, que se incorporó para siempre, aquí y en el extranjero, como sinónimo de hombre político, militar o civil, conspirador y reaccionario. Una y cien veces Délfor tuvo que explicar que todo había sido una casualidad sin intención política. En ese momento se había estrenado la película Mogambo, con Clark Gable y Ava Gardner, que transcurría en la selva. Como el filme había tenido mucha repercusión, en la audición lo parodiaron. El público creyó escuchar en lo que decía uno de los personajes de La dislocada ("Deben ser lo gorila, deben ser") una alusión a lo que por entonces circulaba con sigilo: un movimiento subterráneo de tropas para derrocar a Perón". Una vez producido el derrocamiento del gobierno de Juan Domingo Perón por el golpe de Estado de la autodenominada Revolución Libertadora del 16 de septiembre de 1955, se usó la denominación para identificar a los partidarios del nuevo gobierno y con el correr de los años el término pasó a ser utilizado por peronistas y no peronistas para denominar a los antiperonistas pero con un sentido despectivo. Por extensión, en América Latina comenzó a llamarse gorilas a los generales reaccionarios que ejecutaron golpes de Estado, y que ejercieron una dura represión contra sus adversarios políticos."
El problema se genera a partir de la vuelta del Peronismo a las lides democráticas en un tercer gobierno en 1973 o incluso antes , en donde las aguas se ponen cada día más turbias. En 2003 el propio movimiento autogeneró un anticuerpo liberal intentando borrar la imagen de Perón para suplantarla por un nuevo presidente proveniente de sus fila y que se embarcaba en el Populismo latinoamericano, creando en la transición una nueva versión del gorilismo pero aplicado a la destrucción del propio peronismo original y el anti montonero del 73. En la Argentina del 2015 cualquier opositor, sea de izquierdas o derechas, peronista o radical, del campo, la iglesia, la industria o lo que sea, todos, son gorilas. O sea más del 60% de la población.
Incluso los pueblos originarios que siempre tienen que protestar contra los abusos del poder de turno y los trabajadores de los gremios que no fueron comprados, se convierten en Gorilas de buenas a primeras.
El tema es que el término Gorila curiosamnte tan usado por quienes viven bajo el falo de funcionarios de derecha , es estigmatizante y obra de la misma forma que los tatuajes realizados por los nazis sobre los judíos, marcando a la gente para que cualquier fanático descerebrado ejerza su violencia contra los objetivos indicados por la presidencia. Se trata del manejo del miedo como herramienta de dominación.
Es que pensar libremente es una utopía en Estados controlados por quienes desestabilizaron gobiernos democráticos en el pasado.
Quienes copaban las plazas para derrocar presidentes, eran echados de ellas por su líder, o asesinaban dirigentes gremiales de su propio partido, ahora reciben en la plaza a los grupos de argentinos honestos que los abuchean, mientras las urnas muestran una voluntad popular que espera un cambio de llegada inminente. Un cambio donde el discurso sea suplantado por las ganas de hacer, donde las viejas palabras "Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar " del viejo líder, tomen nuevamente importancia, aunque sea en manos de otros movimientos políticos de unidad, dispuestos a trabajar en serio y por la gente. Un país donde un presidente no hable horas y horas por cadena nacional prometiendo rosas, mientras sus funcionarios se llevan nuestra plata en carretilla hacia paraísos fiscales.
Quienes copaban las plazas para derrocar presidentes, eran echados de ellas por su líder, o asesinaban dirigentes gremiales de su propio partido, ahora reciben en la plaza a los grupos de argentinos honestos que los abuchean, mientras las urnas muestran una voluntad popular que espera un cambio de llegada inminente. Un cambio donde el discurso sea suplantado por las ganas de hacer, donde las viejas palabras "Mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar " del viejo líder, tomen nuevamente importancia, aunque sea en manos de otros movimientos políticos de unidad, dispuestos a trabajar en serio y por la gente. Un país donde un presidente no hable horas y horas por cadena nacional prometiendo rosas, mientras sus funcionarios se llevan nuestra plata en carretilla hacia paraísos fiscales.
Los dirigentes peronistas de las últimas tres décadas no le llegan a las suelas de los zapatos a Juan Domingo Perón y la pobre imagen de la última presidente tampoco, mal que le pese, podrá igualarse a la de Evita. Aún cuando se la pasen mintiendo batallas épicas que nunca ocurrieron o tachando de gorila a cualquiera que piense distinto.
Ellos no son peronistas ni le hacen bien al país. Diría que en realidad son los Neo-Gorilas que vinieron a destruir al Peronismo y a robarse aquello que por derecho es del pueblo.
Taluego
(Este post fue escrito originalmente en el año 2009 y adaptado ( y, no, no soy peronista )
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