El Imperio Británico siempre influyó mucho en los países con los que mantenía comercio fluido. Los barcos partían hacia Gran Bretaña completos de mercadería sin manufacturar y volvían repletos de materiales como lastre, sobre todo para la construcción de edificios gubernamentales y mansiones de la más acaudalada aristocracia terrateniente
Por cierto nunca fuimos miembros reconocidos del Commonwealth of England, pero mucho de su influencia económica se vio reflejado en nuestras costumbres y vidas cotidianas.
Una de esas cosas era el sentido de circulación en las calles argentinas y por lo tanto la posición del volante en nuestros autos. Por aquellos años se encontraba al modo británico, del lado derecho. Claro que estábamos a contramano del mundo y por ende solos en Latinoamérica. En 1944 se hizo evidente la necesidad de proveer una solución en ocasión de que se terminara el puente que unía Paso de los Libres con Uruguayana (Brasil). Es que nuestros vecinos manejaban conservando la derecha, como en la actualidad, pero nosotros lo hacíamos al revés, es decir, “a la inglesa”.
Los estudiosos del tránsito de aquella época coincidieron en atribuirle a ésta circunstancia la creciente cantidad de accidentes de tránsito de frontera.
Por cierto nunca fuimos miembros reconocidos del Commonwealth of England, pero mucho de su influencia económica se vio reflejado en nuestras costumbres y vidas cotidianas.
Una de esas cosas era el sentido de circulación en las calles argentinas y por lo tanto la posición del volante en nuestros autos. Por aquellos años se encontraba al modo británico, del lado derecho. Claro que estábamos a contramano del mundo y por ende solos en Latinoamérica. En 1944 se hizo evidente la necesidad de proveer una solución en ocasión de que se terminara el puente que unía Paso de los Libres con Uruguayana (Brasil). Es que nuestros vecinos manejaban conservando la derecha, como en la actualidad, pero nosotros lo hacíamos al revés, es decir, “a la inglesa”.
Los estudiosos del tránsito de aquella época coincidieron en atribuirle a ésta circunstancia la creciente cantidad de accidentes de tránsito de frontera.
El por entonces ministro de Obras Públicas Juan Pistarini, terminó decretando que el domingo 10 de junio de 1945, todos los autos del país debían modificar su sentido de circulación. Para evitar accidentes y complicaciones mayores se determinó que la primera semana se manejaría a menor velocidad y se imprimieron calcomanías que debían pegarse en los vidrios de los autos con flechas que indicaban por dónde debían ser pasados, es decir, por la izquierda.
También se imprimieron volantes que intentaban aclarar aquellas situaciones de conflicto que pudieran ocurrir.
Los folletos tenía frases como:
“Piense que si usted es una persona serena, el otro conductor puede ser un novicio de temperamento nervioso y perder el control en momentos de peligro”.“Si se encuentra de frente con otro coche que no tiene en cuenta el cambio de mano, usted debe detener su vehículo y hacer al otro conductor las indicaciones necesarias”.
Todo el cambio parecía estar muy bien planificado ya que como medidas complementarias, se modificó el sentido de circulación de
muchas calles, y brigadas del Touring Club Argentino y del Automóvil
Club Argentino salieron con escaleras y martillos a colocar carteles
viales, además de dar vuelta 280 señales y adherir a las esquinas 6500
flechas indicadoras del sentido de la circulación tan sólo en la Capital Federal.
Incluso se acordó que los trenes y subtes no cambiarían de mano para no sumar más confusiones, cosa que continúa hasta el día de hoy.
Incluso se acordó que los trenes y subtes no cambiarían de mano para no sumar más confusiones, cosa que continúa hasta el día de hoy.
Para mayo realizaron un simulacro en Corrientes y Nueve de Julio. Durante todo el día, se podía dar vueltas alrededor del obelisco en el sentido contrario al que todos estaban acostumbrados. La gente se paraba en la Plaza de la República para ver el espectáculo del giro invertido.
Con puntualidad inglesa la mañana del domingo 10 de junio de 1945 a la 5:55,
un ejército de policías hacía sonar sus silbatos y le indicaban a los
automovilistas que circulaban por allí, que lentamente se pasaran al carril contrario o dieran vuelta su vehículo, ya que más de cien calles de mano única también cambiarían, y
aguardaran frenados cinco minutitos.
Exactamente a las 6:00 se dejó de manejar “a la inglesa”. Todos arrancaron sus máquinas y comenzaron a practicar el nuevo sistema, no sin cierta precaución.
Se lo llamo "Dia de la Seguridad en el Transito" o "Día de la Seguridad Vial" y se emitieron estampillas conmemorativas.
Dicen que lo más destacable del cambio, es que no hubo ni un solo accidente, hecho que remarcaron los periódicos de la época.
Taluego
Fuentes:
http://www.alihuen.org.ar
http://danielbalmaceda.com
Exactamente a las 6:00 se dejó de manejar “a la inglesa”. Todos arrancaron sus máquinas y comenzaron a practicar el nuevo sistema, no sin cierta precaución.
Se lo llamo "Dia de la Seguridad en el Transito" o "Día de la Seguridad Vial" y se emitieron estampillas conmemorativas.
Dicen que lo más destacable del cambio, es que no hubo ni un solo accidente, hecho que remarcaron los periódicos de la época.
Taluego
Fuentes:
http://www.alihuen.org.ar
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