Se termina el amor con una vasectomía ?
Lo digo por que hace no mucho tiempo cierta pareja mediática (la chica de la foto y un ex ministro de economía) se separó justamente por ése motivo. El "amor de mi vida" por lo general termina significando cualquier otra cosa menos lo que uno se esperaba.
Pareciera que aquellas épocas donde se podía ver un feliz matrimonio sin hijos han quedado en el olvido y la única motivación femenina para casarse es la de terminar preñada lo antes posible.
Tal vez lo ideal sería seleccionar a nuestras parejas femeninas mediante el uso de la mentira fecundadora. Si decimos a nuestras novias, -mirá tengo un conteo de esperma bajo- o un -me hice la vasectomía porque ya pago dos manutenciones- es posible que logremos encontrar a aquella que realmente nos ama y no nos piensa usar de padrillo o vivir de la manutención de sus hijos.
Pero la realidad indica que van quedando pocas enamoradas sinceras y por lo general a los tres días de invitarlas a cenar ya te están hablando del nombre que le pondrán a tus hijos. No esperan que uno quiera tenerlos. Te lo imponen como prerequisito si querés una revolcada.
La cosa hasta ahí es bien natural. El hombre seguirá pensando con su pene hasta los 40, mientras que las féminas sentirán la urgencia irrefrenable y procreadora de las hormonas desde los 25 hasta los 40 sin interrupción , comportándose como si al día siguiente pudieran entrar en la inevitable menopausia.
Pero nosotros no tenemos esa limitante de tiempo y sería mucho más provechoso unirnos a mujeres veinte años menores que nosotros, justo cuando contamos con el efectivo necesario como para mantenerlas a ellas y a sus vástagos. Es decir apenas cumplamos los 50.
Recuerde que la convivencia y el matrimonio son prácticas que se impusieron con éxito sólo en épocas en que la espectativa de vida no superaba los 25 años de edad. Imagine que en la actualidad le dejaría unos 60 años para experimentar las consecuencias de un simple error del que nunca terminará de arrepentirse, ni siquiera cuando una vez divorciado deba seguir manteniendo al producto de su infelicidad.
Uno que ya es viejo y ha sido manipulado por cuanta mujer ha entrado a su vida, recuerda no sin cierto cariño a aquella que con apenas 21 años le espetó a boca de jarro un - a los 26 ya quiero tener dos hijos- o a la otra que en el primer almuerzo me comunicó que saldría conmigo si en los próximos cuatro años le "hacía" uno. La lista sería un poco más larga, pero usted ya me ha entendido.
He de conceder que han sido sinceras y por ello he podido escabullirme a tiempo.
Es que nunca me vi como padrillo en ningún establo.
Me viene a la memoria el caso de Zaira Nara una chica que haciendo uso de lo aprendido de su padre proxeneta se hizo botinera y pensó haber atrapado al jugador de fútbol uruguayo Diego Forlán. Quién no quisiera comerse semejante caramelito ?(lo digo por Zaira) pero hay que ser consiente que luego del noviazgo y la cama, la minita como esposa sería al menos, como su hermana, una ventajera interesada, que solo estaría dedicada a procrear para así vaciarle la billetera al exitoso jugador.
Cuentan que la fecha del casorio ya había sido establecida por la pareja mientras los padres de Forlán aún pensaban que el pibe caía en un error por haber pensado con su pene. Dicen por allí que el tipo la supo apurar con un contrato prematrimonial que "ofendió" a la niña y dio por terminado el romance.
Qué? No hay chicas buenas ?
Claro que sí, sólo que si nos equivocamos, ya es tarde.
Pocos meses más tarde Forlán se casó con una persona con valores morales y el contrato o una vasectomía, ni siquiera fueron necesarios.
Pero hay otras, por lo general en los pueblos chicos, que suelen (o solían) dejar de tomar la píldora a escondidas o apurar un embarazo sin consentimiento del novio en cuestión. A esos fines siempre fue conveniente que el padre contara con una escopeta a mano, en lo posible de doble cañón, y así asegurarse que el chabón quedara atrapado en una familia que no lo quería para otra cosa más que para mantener la casa, los vicios de la esposa, la suegra, el suegro, los cuñados y a un crío que nunca había pedido que le cargaran.
Hoy las mamás educan mejor a las niñas y ya desde temprana edad les inculcan muy profundo en sus pequeñas cabecitas locas que hay que atrapar a un tipo lo suficiente nabo y promisorio como para tragarse el verso del enamoramiento y así caer en las garras de alguien que jamás lo volverá a llamar "mi amor" en la puta vida.
Es que el hombre es tonto e imaginativo como niño de cinco años. Las relaciones se desarrollan según lo que imagina en su cabeza y cuando ésto no coincide con la realidad no sabemos para donde disparar. En cambio la mujer es pragmática y vive lo que puede ver y tocar. Se resiste a vivir de promesas y si alguien rompe sus espectativas no tiene ningún problema en destruir todo y volver a empezar. A nosotros nos cuesta reestructurar lo imaginado porque todo ha quedado colgado en ese mundo irreal.
Como en la película Inception (El Origen) las chicas tratan de sembrar una semilla en nuestro cerebro, del tipo, "mirá que no estoy apurada por tener hijos" a ver si el pibe por oposición siente la urgencia. O tal vez diga que se muere por el crío de las otras, a ver si el flaco entiende la indirecta y piensa, (gracias al trabajo subliminal) que en realidad es él el que quiere tener tantos hijos como pueda.
Nada más alejado a las necesidades del chabón, que si es normal, sólo quiere revolcarse en la cama en cada minuto libre que tenga, para lo cual prometerá hasta lo que no puede con la ilusión que si se casa tendrá la misma calidad de sexo que durante la soltería. Se niega a escuchar a los que le aseguran que por el contrario cada día tendrá menos y de peor calidad y que cuando nazca su primer hijo deberá olvidarse de ello para siempre jamás.
Tal vez cuando cumpla 45 o más, podrá decir honestamente que está listo para criar un pibe. Antes no. Si lo dice es porque se lo han plantado en ese lugar del cerebro que sólo saben encontrar algunas minas.
Para evitar esas sorpresas, todos deberíamos hacer un curso acelerado de reconocimiento relacional. Porque, seamos claros, hay novias maravillosas que pueden no llegar a ser buenas esposas ni madres, otras que son mediocres novias que se convertirán en fabulosas esposas y madres y así sucesivamente arme todas las combinaciones que pueda, pero sin mi ayuda. Déle que es fácil.
Lo que quiero decir es que el noviazgo no es una "muestra gratis" del producto final . El noviazgo es un caramelo que te dan antes de que tomes el jarabe más amargo. Por eso, como en el caso de Forlán, la opinión de los padres vale y si no, puede que una vasectomía elimine cualquier duda que quede.
La cuestión es que uno debe entender que lo importante es saber como funcionará la sociedad matrimonial y no las promesas y entregas de una novia caliente que trata de atraparnos para asegurar sus sueños. La pareja, para que funcione, debe tirar del carro en forma pareja para que sean los sueños de ambos los que se vean realizados y no la imposición de uno sobre el otro bajo amenaza de abandono o huelga de piernas cruzadas. Si una de las partes tiene un pedo atravesado en la cabeza y piensa estudiar en la Universidad del Circo, o en la de Astrología aplicada, mientras el otro cava fosas sépticas para parar la olla, ya estamos en el horno.
Lo digo por que hace no mucho tiempo cierta pareja mediática (la chica de la foto y un ex ministro de economía) se separó justamente por ése motivo. El "amor de mi vida" por lo general termina significando cualquier otra cosa menos lo que uno se esperaba.
Pareciera que aquellas épocas donde se podía ver un feliz matrimonio sin hijos han quedado en el olvido y la única motivación femenina para casarse es la de terminar preñada lo antes posible.
Tal vez lo ideal sería seleccionar a nuestras parejas femeninas mediante el uso de la mentira fecundadora. Si decimos a nuestras novias, -mirá tengo un conteo de esperma bajo- o un -me hice la vasectomía porque ya pago dos manutenciones- es posible que logremos encontrar a aquella que realmente nos ama y no nos piensa usar de padrillo o vivir de la manutención de sus hijos.
Pero la realidad indica que van quedando pocas enamoradas sinceras y por lo general a los tres días de invitarlas a cenar ya te están hablando del nombre que le pondrán a tus hijos. No esperan que uno quiera tenerlos. Te lo imponen como prerequisito si querés una revolcada.
La cosa hasta ahí es bien natural. El hombre seguirá pensando con su pene hasta los 40, mientras que las féminas sentirán la urgencia irrefrenable y procreadora de las hormonas desde los 25 hasta los 40 sin interrupción , comportándose como si al día siguiente pudieran entrar en la inevitable menopausia.
Pero nosotros no tenemos esa limitante de tiempo y sería mucho más provechoso unirnos a mujeres veinte años menores que nosotros, justo cuando contamos con el efectivo necesario como para mantenerlas a ellas y a sus vástagos. Es decir apenas cumplamos los 50.
Recuerde que la convivencia y el matrimonio son prácticas que se impusieron con éxito sólo en épocas en que la espectativa de vida no superaba los 25 años de edad. Imagine que en la actualidad le dejaría unos 60 años para experimentar las consecuencias de un simple error del que nunca terminará de arrepentirse, ni siquiera cuando una vez divorciado deba seguir manteniendo al producto de su infelicidad.
Uno que ya es viejo y ha sido manipulado por cuanta mujer ha entrado a su vida, recuerda no sin cierto cariño a aquella que con apenas 21 años le espetó a boca de jarro un - a los 26 ya quiero tener dos hijos- o a la otra que en el primer almuerzo me comunicó que saldría conmigo si en los próximos cuatro años le "hacía" uno. La lista sería un poco más larga, pero usted ya me ha entendido.
He de conceder que han sido sinceras y por ello he podido escabullirme a tiempo.
Es que nunca me vi como padrillo en ningún establo.
Me viene a la memoria el caso de Zaira Nara una chica que haciendo uso de lo aprendido de su padre proxeneta se hizo botinera y pensó haber atrapado al jugador de fútbol uruguayo Diego Forlán. Quién no quisiera comerse semejante caramelito ?(lo digo por Zaira) pero hay que ser consiente que luego del noviazgo y la cama, la minita como esposa sería al menos, como su hermana, una ventajera interesada, que solo estaría dedicada a procrear para así vaciarle la billetera al exitoso jugador.
Cuentan que la fecha del casorio ya había sido establecida por la pareja mientras los padres de Forlán aún pensaban que el pibe caía en un error por haber pensado con su pene. Dicen por allí que el tipo la supo apurar con un contrato prematrimonial que "ofendió" a la niña y dio por terminado el romance.
Qué? No hay chicas buenas ?
Claro que sí, sólo que si nos equivocamos, ya es tarde.
Pocos meses más tarde Forlán se casó con una persona con valores morales y el contrato o una vasectomía, ni siquiera fueron necesarios.
Pero hay otras, por lo general en los pueblos chicos, que suelen (o solían) dejar de tomar la píldora a escondidas o apurar un embarazo sin consentimiento del novio en cuestión. A esos fines siempre fue conveniente que el padre contara con una escopeta a mano, en lo posible de doble cañón, y así asegurarse que el chabón quedara atrapado en una familia que no lo quería para otra cosa más que para mantener la casa, los vicios de la esposa, la suegra, el suegro, los cuñados y a un crío que nunca había pedido que le cargaran.
Hoy las mamás educan mejor a las niñas y ya desde temprana edad les inculcan muy profundo en sus pequeñas cabecitas locas que hay que atrapar a un tipo lo suficiente nabo y promisorio como para tragarse el verso del enamoramiento y así caer en las garras de alguien que jamás lo volverá a llamar "mi amor" en la puta vida.
Es que el hombre es tonto e imaginativo como niño de cinco años. Las relaciones se desarrollan según lo que imagina en su cabeza y cuando ésto no coincide con la realidad no sabemos para donde disparar. En cambio la mujer es pragmática y vive lo que puede ver y tocar. Se resiste a vivir de promesas y si alguien rompe sus espectativas no tiene ningún problema en destruir todo y volver a empezar. A nosotros nos cuesta reestructurar lo imaginado porque todo ha quedado colgado en ese mundo irreal.
Como en la película Inception (El Origen) las chicas tratan de sembrar una semilla en nuestro cerebro, del tipo, "mirá que no estoy apurada por tener hijos" a ver si el pibe por oposición siente la urgencia. O tal vez diga que se muere por el crío de las otras, a ver si el flaco entiende la indirecta y piensa, (gracias al trabajo subliminal) que en realidad es él el que quiere tener tantos hijos como pueda.
Nada más alejado a las necesidades del chabón, que si es normal, sólo quiere revolcarse en la cama en cada minuto libre que tenga, para lo cual prometerá hasta lo que no puede con la ilusión que si se casa tendrá la misma calidad de sexo que durante la soltería. Se niega a escuchar a los que le aseguran que por el contrario cada día tendrá menos y de peor calidad y que cuando nazca su primer hijo deberá olvidarse de ello para siempre jamás.
Tal vez cuando cumpla 45 o más, podrá decir honestamente que está listo para criar un pibe. Antes no. Si lo dice es porque se lo han plantado en ese lugar del cerebro que sólo saben encontrar algunas minas.
Para evitar esas sorpresas, todos deberíamos hacer un curso acelerado de reconocimiento relacional. Porque, seamos claros, hay novias maravillosas que pueden no llegar a ser buenas esposas ni madres, otras que son mediocres novias que se convertirán en fabulosas esposas y madres y así sucesivamente arme todas las combinaciones que pueda, pero sin mi ayuda. Déle que es fácil.
Lo que quiero decir es que el noviazgo no es una "muestra gratis" del producto final . El noviazgo es un caramelo que te dan antes de que tomes el jarabe más amargo. Por eso, como en el caso de Forlán, la opinión de los padres vale y si no, puede que una vasectomía elimine cualquier duda que quede.
La cuestión es que uno debe entender que lo importante es saber como funcionará la sociedad matrimonial y no las promesas y entregas de una novia caliente que trata de atraparnos para asegurar sus sueños. La pareja, para que funcione, debe tirar del carro en forma pareja para que sean los sueños de ambos los que se vean realizados y no la imposición de uno sobre el otro bajo amenaza de abandono o huelga de piernas cruzadas. Si una de las partes tiene un pedo atravesado en la cabeza y piensa estudiar en la Universidad del Circo, o en la de Astrología aplicada, mientras el otro cava fosas sépticas para parar la olla, ya estamos en el horno.
Porque no hay que olvidar que con las obligaciones de la sociedad de consumo actual, los dos deberán trabajar por siempre, tanto dentro como fuera de la casa. Que eso de "mi mujer se queda en casa y hace un curso de decoupache" mientras el tipo trabaja como un negro, ha quedado en el pasado. Hoy las mujeres ganan mucho más que los hombres en el mercado laboral externo y es posible que el hombre prefiera cuidar a sus hijos, cocinar y limpiar la casa,antes que salir a trabajar.
Aclarele eso y si no se va, hágase la vasectomía y listo. (total, dicen que es reversible)
Taluego.
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