La perrita Laica fue el primer ser vivo en haber abandonado nuestro planeta Tierra. Una perrita mestiza, muy tranquila y de origen humilde como todo Bolchevique que se precie. Dicen haberla atrapado en las calles de Moscú cuando era pequeña y dada su condición de bicho con dudosa ascendencia, nadie se animó a decir a ciencia cierta mezcla de que razas era. Unos sugieren que era una mezcla de Husky o Samoyedo con cepas de Spitz o Terrier. Incluso han sugerido que en algún momento se puede haber introducido algún gen de Beagle, pero a ciencia cierta lo único que se sabía era que no pertenecía a la línea de mascotas Zaristas.
Junto con ella se "entrenaron" a otras dos perritas llamadas Albina y Mushka, pero con tres años de edad Laika fue la elegida para el primer vuelo que partiría el 3 de noviembre de 1957. Albina voló dos veces en un cohete de prueba a gran altitud, mientras que Mushka probó la instrumentación y apoyo vital del vuelo.
Con el nombre de Laika se ha generado un tema de significados y como usted sabe, aquí en Blogopinar tenemos la información fidedigna. Su primer nombre fue Kudryavka (Ricitos o Rulitos, como el Curly de los Tres Chiflados Vio?), luego se lo cambiaron por Zhuchka (Bichito) para más tarde ponerle Limonchik (por supuesto Limoncito). Pero el nombre con que partió fimalmente hacia la gloria fue Laika que es la palabra rusa para indicar un perro ladrador o "Charlatán" tal como se llamaba en Rusia a los perros de raza Spitz hasta el siglo XIX.
La primer víctima de la carrera espacial no fue precisamente por accidente ya que desde un principio no existía plan de recuperación para este bicho. La prueba consistía en monitorear los signos vitales durante el despegue y su comportamiento en la microgravedad. Si Laika hubiera consentido habría sido una misión suicida, pero como la obligaron seguramente usted podrá darle una definición más apropiada.
La ataron dentro de la pequeña cabina acolchada preparada para estar apropiadamente presurizada, se la aseguró con un arnés especial y se la conectó a una serie de instrumentos de monitoreo, adheridos a su piel mediante adhesivos, alcohol yodado y polvo estreptomicida. Se le dejó agua y alimentos en forma de un gel altamente nutritivo, a su alcance, programando un sistema que al quinto día de misión liberaría un veneno en su comida con la finalidad de evitarle ulteriores sufrimientos. Una salida por la vía de la eutanasia que es incluso preferible a la versión que corría cuando yo era chico. En ese entonces se rumoreaba que Laika había quedado abandonada y la capsula había rebotado en su ingreso iniciando un viaje eterno hacia el espacio profundo, haciendo que uno imaginara al pobre bicho en solitario sin aire ni alimentos sufriendo una muerte mucho más cruel que la esperada.
Ya sé , usted está diciendo que por qué no metieron un ruso si total para aquel gobierno tenían el mismo valor que un perro. Le cuento, no encontraron rusos tan chiquitos.
Al despegue informaron que sufrió los efectos del ascenso e inserción en órbita, aunque los registros resultaron relativamente normales dentro de la agitación que sufría por el estrés de la situación. Su pulso se llegó a triplicar y bajo estas condiciones y en una cabina que aumentada a cada minuto su temperatura interior, logró flotar limitada por sus arneses , beber y comer algo de su comida.
En el año 2002, durante una reunión del Congreso Mundial del Espacio en Houston Texas, el Dr. Dimitri Malashenkov del Instituto de Problemas Biológicos de Moscú, informó que Laika había muerto después de cinco a siete horas luego del lanzamiento del Sputnik-2, en forma dolorosa y con angustia. Según Györgi Grechkoun cosmonauta que había trabajado en la Oficina de Diseño Korolev, cuando en el primer cuarto de órbita ya no recibían signos vitales, se dieron cuenta que al abandonar la tierra se había dañado el mecanismo de control de temperatura.
El Sputnik-2 que pesaba media tonelada y se había lanzado para conmemorar el 40 aniversario de la Revolución Bolchevique, continuó la vuelta al mundo con su triste carga durante 163 días. Durante ese tiempo completó 2.370 órbitas y viajó aproximadamente 100 millones de kilómetros. El 14 de abril de 1958 la nave cargando el cuerpo del primer ser vivo en salir del planeta hizo una re-entrada en un ángulo que la incineró totalmente.
La muerte de este querible bichito desató debates sobre los derechos de los animales en todo el planeta. En Rusia, Laika y todos los animales que fueron usados para vuelos espaciales son recordados como héroes.
Tal es así que al igual que el pin que ilustra este post, en noviembre de 1997 se descubrió una placa en el Instituto de Medicina Aeronautica y Espacial en Star City en las afueras de Moscú. En ese monumento se rinde homenaje a los cosmonautas rusos caídos, pero en una esquina se encuentra la imagen de una pequeña perrita de raza dudosa y orejas paradas.
Un año más tarde, uno de los científicos que había liderado el proyecto "Animales en el Espacio", expresó su profundo pesar en una placa:
"Cuanto más tiempo pasa, más siento que ...
no deberíamos haberlo hecho...
No aprendimos lo suficiente de esta misión como para justificar la muerte de un perro."
Junto con ella se "entrenaron" a otras dos perritas llamadas Albina y Mushka, pero con tres años de edad Laika fue la elegida para el primer vuelo que partiría el 3 de noviembre de 1957. Albina voló dos veces en un cohete de prueba a gran altitud, mientras que Mushka probó la instrumentación y apoyo vital del vuelo.
Con el nombre de Laika se ha generado un tema de significados y como usted sabe, aquí en Blogopinar tenemos la información fidedigna. Su primer nombre fue Kudryavka (Ricitos o Rulitos, como el Curly de los Tres Chiflados Vio?), luego se lo cambiaron por Zhuchka (Bichito) para más tarde ponerle Limonchik (por supuesto Limoncito). Pero el nombre con que partió fimalmente hacia la gloria fue Laika que es la palabra rusa para indicar un perro ladrador o "Charlatán" tal como se llamaba en Rusia a los perros de raza Spitz hasta el siglo XIX.
La primer víctima de la carrera espacial no fue precisamente por accidente ya que desde un principio no existía plan de recuperación para este bicho. La prueba consistía en monitorear los signos vitales durante el despegue y su comportamiento en la microgravedad. Si Laika hubiera consentido habría sido una misión suicida, pero como la obligaron seguramente usted podrá darle una definición más apropiada.
La ataron dentro de la pequeña cabina acolchada preparada para estar apropiadamente presurizada, se la aseguró con un arnés especial y se la conectó a una serie de instrumentos de monitoreo, adheridos a su piel mediante adhesivos, alcohol yodado y polvo estreptomicida. Se le dejó agua y alimentos en forma de un gel altamente nutritivo, a su alcance, programando un sistema que al quinto día de misión liberaría un veneno en su comida con la finalidad de evitarle ulteriores sufrimientos. Una salida por la vía de la eutanasia que es incluso preferible a la versión que corría cuando yo era chico. En ese entonces se rumoreaba que Laika había quedado abandonada y la capsula había rebotado en su ingreso iniciando un viaje eterno hacia el espacio profundo, haciendo que uno imaginara al pobre bicho en solitario sin aire ni alimentos sufriendo una muerte mucho más cruel que la esperada.
Ya sé , usted está diciendo que por qué no metieron un ruso si total para aquel gobierno tenían el mismo valor que un perro. Le cuento, no encontraron rusos tan chiquitos.
Al despegue informaron que sufrió los efectos del ascenso e inserción en órbita, aunque los registros resultaron relativamente normales dentro de la agitación que sufría por el estrés de la situación. Su pulso se llegó a triplicar y bajo estas condiciones y en una cabina que aumentada a cada minuto su temperatura interior, logró flotar limitada por sus arneses , beber y comer algo de su comida.
En el año 2002, durante una reunión del Congreso Mundial del Espacio en Houston Texas, el Dr. Dimitri Malashenkov del Instituto de Problemas Biológicos de Moscú, informó que Laika había muerto después de cinco a siete horas luego del lanzamiento del Sputnik-2, en forma dolorosa y con angustia. Según Györgi Grechkoun cosmonauta que había trabajado en la Oficina de Diseño Korolev, cuando en el primer cuarto de órbita ya no recibían signos vitales, se dieron cuenta que al abandonar la tierra se había dañado el mecanismo de control de temperatura.
El Sputnik-2 que pesaba media tonelada y se había lanzado para conmemorar el 40 aniversario de la Revolución Bolchevique, continuó la vuelta al mundo con su triste carga durante 163 días. Durante ese tiempo completó 2.370 órbitas y viajó aproximadamente 100 millones de kilómetros. El 14 de abril de 1958 la nave cargando el cuerpo del primer ser vivo en salir del planeta hizo una re-entrada en un ángulo que la incineró totalmente.
La muerte de este querible bichito desató debates sobre los derechos de los animales en todo el planeta. En Rusia, Laika y todos los animales que fueron usados para vuelos espaciales son recordados como héroes.
Tal es así que al igual que el pin que ilustra este post, en noviembre de 1997 se descubrió una placa en el Instituto de Medicina Aeronautica y Espacial en Star City en las afueras de Moscú. En ese monumento se rinde homenaje a los cosmonautas rusos caídos, pero en una esquina se encuentra la imagen de una pequeña perrita de raza dudosa y orejas paradas.
Un año más tarde, uno de los científicos que había liderado el proyecto "Animales en el Espacio", expresó su profundo pesar en una placa:
"Cuanto más tiempo pasa, más siento que ...
no deberíamos haberlo hecho...
No aprendimos lo suficiente de esta misión como para justificar la muerte de un perro."
Taluego
Consulta: Memorial
Disparado por: unServidor, Balmaceda y Podeti
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