Fernando H. es un ex-compañero de trabajo poseedor de una inteligencia superior que supo manejar su carrera hasta llegar a convertirse en uno de los directores de una gran empresa multinacional sin haber perjudicado a nadie en el trayecto. Aún hoy lo considero un buen amigo y guardo muchos recuerdos agradables. Sin embargo hoy volvió a mi mente su recuerdo por una frase irónica que estaba elucubrando para subir a Facebook.
Me acordé, sin haberlo buscado, de una época en que en la empresa donde trabajábamos se hacían esos ajustes inútiles como bajar los sueldos o pedirle a la gente que use las hojas para fotocopias de ambos lados y después como anotador, mientras en el mismo momento los directivos se subían el sueldo o cambiaban el auto provisto por la empresa por uno de mayor gama con vistas a las indemnizaciones que recibirían al abandonar el lugar. En esos momentos mi oficina era lugar de tertulias donde los amigos se juntaban a despotricar y preguntarse que carajos haríamos si nos echaban.
Fernando, ya directivo, pasaba y saludaba mientras se iba a jugar al tenis o al golf con otros de su mismo escalafón en esas tardes de crisis empresarias.
Un día se detuvo, ya enterado que le recortarían también parte del sueldo y nos preguntó con total inocencia, o si usted quiere, ausencia de maldad ...
-Muchachos, disculpen la pregunta pero, ¿ustedes que piensan? ¿se puede vivir con diezmil dólares al mes?...-
...y mientras nosotros tratábamos de salir de nuestro asombro siguió contándonos sobre su preocupación de que la nueva cifra que le habían informado le impidiera mantener su estándar de vida actual. Justo a nosotros que, sin tener en cuenta el recorte que se venía, apenas llegábamos a fin de mes con algún peso escondido de la vista de nuestras respectivas esposas.
En ese momento me percaté que mi amigo ya no tendría ningún nivel de empatía conmigo, que jugaba para otro equipo y su visión del mundo podría llegar a sorprenderme en forma desagradable.
Es el tipo de desconexión que uno siente con los políticos.
No se a usted, pero a mí me pasa que en general descreo de cualquier discurso político cuando quien lo dice parece pertenecer a otras ligas como me había pasado con Fernando.
Digo, si el político cuenta con un patrimonio de 150 millones de dólares y basa su campaña en la Distribución de la Riqueza o en la Justicia Social, yo intuyo que predica lo que no cumple y le dejo de creer más rápido de lo que usted ha tardado en leer este párrafo. Lo mismo me ocurre si dice defender los Derechos Humanos pero perteneció a algún grupo que los violaba en democracia. Lo termino viendo en la distancia como alguien muy diferente a mí y que por lo tanto nunca podrá comprenderme ni representarme.
¿Puede alguien con semejante patrimonio hablar de pobreza, hambre y necesidades insatisfechas? ¿O sobre Derechos Humanos sin haberlos defendido jamás? No digo que no entienda el concepto, pero si llegó a ese estado de cosas es porque no ha sido solidario ni comprensivo con sus connacionales. Seguramente ha amasado su fortuna haciendo harina a los demás.
Mire, ¿qué quiere que le diga? al final los únicos millonarios solidarios que conozco son aquellos que logran evadir impuestos mediante donaciones deducibles, siempre que sean realizadas a ONGs amigas que les brinden cierta protección, retorno y prestigio a cambio.
Tal vez en ello radica que mucha gente vote a un actor humorístico o a un político de hablar franco y humor irreverente sin prestar tanta atención al programa que presentan pero sí abonando la esperanza de que finalmente se trate de alguien que juegue para las ligas a las que pertenece.
La imposibilidad de relacionarse francamente con la gente y no ser rechazado en el intento, me hace recordar (y disculpe que lo distraiga con esto) la problemática de Montoneros en sus primeros años. La mayoría de los Montoneros eran hijos de familias acomodadas que aún cursando la universidad resentían de sus tradiciones familiares antiperonistas e intentaban crear un grupo de fuerza para recuperar a Perón para su mal herida patria. Era básicamente una rebelión contra la autoridad paterna encausada hacia la militancia y la violencia. El problema que enfrentaban era que el obrero, el ciudadano promedio, no los veía como pares y por lo tanto intentaban mantenerse lo más alejados posible de ellos. Para el pueblo eran chetos hijos del poder que jugaban el juego de la política en otras ligas. Así que se vieron en la necesidad de guardar sus títulos universitarios en un cajón del ropero y "conchabarse", es decir tomar trabajos, en donde pudieran pasar como parte de ese núcleo obrero inalcanzable. Una vez mimetizados dentro de cada fábrica pudieron convencer a algunos de los obreros a integrarse al movimiento y así comenzaron a aparecer las células Montoneras enquistadas en la industria. Un lugar en el que de otra forma nunca habrían podido acceder.
A mi entender ese mismo efecto de distancia se observa entre el político y los electores y se profundiza cuando la profesión del mismo no es humanista, ya que su discurso se alejará más de la realidad socavando la poca credibilidad popular que hubieran podido alcanzar. Entender los problemas de la gente es parte de la solución y el electorado necesita que el candidato no solo declame palabras grandilocuentes, promesas vanas, toque la guitarra o sepa cantar un tango, sino que con su vida y ejemplo demuestre que entiende a su pueblo y que siente empatía por su gente sin llegar a la demagogia.
Cuando veo a un político que usualmente maltrata a sus subordinados e insulta a sus pares, pero que a la hora de las elecciones se aboca a crear una falsa imagen de si mismo para agradar a los demás, acatando, por qué no, los consejos de sus asesores de imagen o como respuesta al repudio o aprobación popular que esté percibiendo, sé que estoy ante alguien que al igual que los Montoneros de aquella época debe ocultar su verdadera esencia y simular ser uno más entre nosotros para obtener esa ansiada llegada a las masas. La gente para ellos es solo un medio para acceder a un objetivo de poder que nosotros mismos, el pueblo, tendríamos que evitar que logren alcanzar. Porque ellos , en definitiva, juegan para otra liga, una que DC Comics todavía no ha editado.
Taluego.
Estimado Opin, hace un tiempo que vengo sintiendo exactamente eso, y la verdad es que es realmente dramatico, porque en definitiva, lo que queda bien expuesto es la perdida de confianza. Y si se pierde la confianza en nuestros representantes, que nos queda, no?
ResponderEliminarPor derecha, o por izquierda, pasando por el centro el cuento es el mismo. No quiero dar nombre, porque no tiene sentido, pero muchas veces quedo pasmado frente a la TV viendo como empresarios o hijos de empresarios hablan de terminar la pobreza cuando en su vida siquiera ficharon para entrar al trabajo, y lo mismo en gobernantes que como Ud. dice, tienen en sus cuentas personales y en su patrimonio y afuera del pais varios millones y hablan de movimientos nacionales y populares.
El tema tambien se replica en distintas partes del mundo, uno ve paises como Grecia, donde quienes piden ajustes llevan trajes y se hospedan en hoteles que suman varios años de sueldos de trabajdores...total ellos ajustan, pero jamas sufren el ajuste. Estan tan desconectados de la vida real que ignoran por completo lo que significa en la vida de un trabajor un ajuste y sus dramaticas consecuencias.
A veces suelen sacarme una sonrisa cuando escucho el argumento de que se vota a un empresario X porque tiene dinero y no va a robar...el hombre tiene dinero, es cierto, pero va por mas dinero y por el poder. Como dice el Sr. Burns en uno de los capitulos de los Simpsons: "ohh, daria todo lo que tengo, solo por tener un poco mas!" Creo que por ahi pasa la cosa.
Creo que como ciudadanos, estamos en un brete, y no solo en Argentina (pero Argentina nos ocupa ahora). Se ha formado una casta, una casta politica que incluye sindicalistas tambien. Gente que esta en otra dimension y que ya no entiende los que realmente pasa. Se acuerda Ud cuando una ministra de trabajo dijo que, aunque era duro, a los jubildados se les bajaria el 13%? Es solo uno de los tantos ejemplos.
Es como Ud dice de la empresa que "reestructura" pero los jefes vana jugar golf. Y tanto los duelos de las empresas, como los politicos, si la cosa sale mal, tienen un colchon donde caer, nosotros en cambio, pegamos de lleno contra el asfalto.
Como hacer para no seguir eternizando esa casta? Ese es el gran desafio, aunque no le encuentro la pata a la sota.
Le mando un abrazo!
Hoy estaba medio solemne, socio :-),pero como siempre me enganchó su escrito hasta el final.
ResponderEliminarUn día llegaran los nuestros :-)
Un abrazo
Estimado:
ResponderEliminarDesde cuando ser rico es malo..? Y rico y famoso? Y rico, y famoso, y lindo y joven y poderoso y popular y ...
"Nadie puede amasar una fortuna sin hacer harina a los demás..." (Mafalda- QUINO)
Atte/
Don Carlos. Cada vez que usted opina en mi blog sé que algo debo haber hecho bien. Es como un control de calidad de mis post y por lo general ganan aquellos en donde no apunto los cañones a nadie en particular.
ResponderEliminarMe alegra que entiendan lo que escribo, pero más que de tanto en tanto alguien lo comparta.
Muchas gracias.
Un abrazo.
Doña Noah. Mire que intento ponerme a escribir cosas mas agradables pero en estos tiempos se me hace difícil. De todas maneras, con la ironía y el chiste también estoy siendo solemne sólo que lo disfrazo un poquito ;)
ResponderEliminarUn cariño grande para usted.
Don Jorge. He ahí el dilema. Los ricos tienen una función social muy importante: crear trabajo para el resto de nosotros. Cuando se dedican a la política o a la bolsa o a las bicicletas financieras se convierten en parásitos que no producen ni riqueza ni alegría. A esos no los quiero. ¿Que qué quiero? Bueno, voy a preparar un post sobre Illia.
ResponderEliminarPero entiendo su ironía, no se preocupe. Me estoy autorespondiendo alguna crítica.
Con respecto a la frase "Nadie puede amasar una fortuna sin hacer harina a los demás..." que le atribuyen como original de Quino, mi tío la usaba allá por los años 50 sin que Quino supiera de ella. Son frases de la sabiduría popular que existen desde que existen las harinas, las masas y los ricos ;)
Un abrazo.
Dificil imaginar algún ámbito en el que no haya jerarquias y, en definitiva, unos pocos disfrutando del producto del esfuerzo de muchos. Habrá mas o menos diferencia, pero siempre es sustancial. Como verá, mi estimado Opin, mi pesimismo es acorde a su descripción del asunto.
ResponderEliminarEso sí, nunca había escuchado esta psicoanalítica versión de montoneros, un alzamiento contra el padre... para pensar.
Don S.A.L. Muchas gracias por su comentario. No se si somos pesimistas o realistas, porque el pesimista termina anulándose y nosotros seguimos adelante poniéndole pilas al asunto ;)
ResponderEliminarLa versión de Montoneros no es mía y me encantaría poder decirle donde la he leído pero sinceramente no lo recuerdo. Puede ser fácil de confirmar cual era la posición política de los padres, más no si los hijos lo han hecho por rebeldía o no. Ahí es donde este blog se pone opinólogo y poco serio ;)
Un abrazo.
Evidentemente estimado Opin viajamos demasiado tiempo en el mismo colectivo y la descripción del paisaje es igual de tétrica.
ResponderEliminarsaludos
Don Don Diego. No soy tartamudo ni campana, lo que pasa es que acá los comentarios siempre comienzan con un Don o un Doña.
ResponderEliminarPasé por su blog y ahora lo tengo agendado en la sidebar, pero la pregunta es ¿por qué no tiene el gadget de seguidores?
De curioso pregunto, vio?
Un abrazo y gracias por leerme.
Escriba lo que escriba y utilice el tono que utilice siempre es algo más que interesante. Pero aquí puedo estar más o más y medio de acuerdo. Aunque, a decir verdad, casi siempre lo estoy con usted. Los motivos de su alegría, son mis motivos y causante de mi felicidad retórica. Y la iracundia que le debe entrar cada vez que versa sobre algo, es también mi enfado, mi lado que se pone de su lado para hacer más fácil el transito por la intrincada jungla del lenguaje, por la enrevesada selva de la sociedad y sus consumos, de la sociedad y sus políticas, de la sociedad y sus devaneos bursátiles, de la sociedad y su “ápaga y vámonos a engañar a los que esperan”.
ResponderEliminarUna cosa también es cierta. No creo en nuestros representantes políticos porque son ellos los que no creen en nosotros. Porque no cumplen lo que prometen y porque no se desdicen de sus otroras verdades a modo de anzuelo y actuales mentiras, o algo así.
Eso sí, aquí si se respira una cierta credibilidad. Yo creo que cuanto más escribe, más letras quiere. Le sucede como a mí, que cuanto más leo, más quiero. Y no nos sucede como al empresario que cuanto más dinero tiene más necesita gobernar para gobernar, también, nuestro poco, mucho, o insuficiente capital.
Felicidades, amigo, socio.
Le dejo un abrazo, creíble...
Mario
En suma, la polìtica es un cùmulo de hipocresìa, mentiras y engaños. Sumado a la estupidez de quienes le son funcionales.
ResponderEliminarEn suma, los polìticos son inùtiles, mentirosos, coimeros y acomodaticios.
Este....que hay de nuevo?
Aprovecho para declarar que los nazis de verdad, votaremos a Altamira.
Quiero que estè.
Un abrazo.
Don Mario. Muy amable como siempre y un lector que contra viento y marea soporta cualquiera de mis experimentos. Lástima que esté tan preocupado por la política, pero espero que sea algo transitorio y poder volver a postear temas más alegres y universales. De todas formas voy mechando cosas más ligth.
ResponderEliminarGracias por leerme.
Un abrazo a su paciencia.
Don Gaucho. Zas !!! Se me enojó el Gaucho. Ha perdido la paciencia donde el diablo perdió el poncho?
ResponderEliminarNunca dije que mis post sean originales, son mas bien una exteriorización de lo que me produciría úlceras si no lo saco.
Yo le tengo fe a algunos políticos que nos son multimillonarios.
Lástima que Illia se murió.
Con respecto a Altamira, creo que son varios los partidos que corren el mismo peligro con esta nueva modificación electoral, que dicho sea de paso, también les metieron a los españoles sin que se dieran cuenta y ahora están que trinan. Votelo, dele, que hace falta más diversidad.
Ahora con lo de nazi debería aclarar a que grupo se refiere porque desde que está el kirchnerismo han catalogado de nazi a cualquiera que no piense como ellos.
Un abrazo, Gaucho
Estimado:
ResponderEliminarLeelo de arriba a abajo y luego de abajo a arriba
LOS POLÍTICOS
En nuestro partido político cumplimos con lo que prometemos.
Sólo los imbéciles pueden creer que
no lucharemos contra la corrupción.
Porque si hay algo seguro para nosotros es que
la honestidad y la transparencia son fundamentales
para alcanzar nuestros ideales.
Demostraremos que es una gran estupidez creer que
las mafias seguirán formando parte del gobierno
como en otros tiempos.
Aseguramos sin resquicio de duda que
la justicia social será el fin principal de nuestro mandato.
Pese a eso, todavía hay gente estúpida que piensa que
se pueda seguir gobernando con las artimañas de la vieja política.
Cuando asumamos el poder, haremos lo imposible para que
se acaben las situaciones privilegiadas y el tráfico de influencias.
No permitiremos de ningún modo que
nuestros niños tengan una formación insuficiente.
Cumpliremos nuestros propósitos aunque
los recursos económicos se hayan agotado.
Ejerceremos el poder hasta que
comprendan desde ahora que
Somos la "nueva política".//**
Ahora léelo del revés, empezando por la última frase y subiendo línea a línea.
Atte, le reenvío este de una amiga española...diviértase!
Don Jorge. Brillante, estupendo y maravilloso...muchas gracias.
ResponderEliminarUn abrazo