lunes, 25 de octubre de 2010

Cuento - Un secreto, un sueño

Desde la creación del blog colectivo No Somos Escritores se me ha hecho cuesta arriba escribir en un nivel razonable como para publicar. Son tan buenos e imaginativos los relatos que allí aparecen que cuesta trabajo mantener la calidad que ellos demuestran y uno se achica, vio?
Pero entre gallos y medianoche me dispuse a escribir una historia que venía pensando hace tiempo y me gustaba. Agarré el lápiz electrónico, o sea el teclado y me puse a escribir...otra cosa.
Si, en un instante dejé de lado todo por una idea instantánea que me decía "dejate de joder y escribite ésto que tiene mejor onda".
Como no soy de discutir conmigo sismo, digo mismo, me hice caso y lo escribí.
No se si está bueno porque nadie lo quiere leer.
El cuento no está acá, está aquí, en el nuevo template (plantilla blog) de Cuentos sin Rumbo en donde se puede opinar. Las letras son un poquitín chiquitas pero puse un sistema con A+/A- que permite que las ajusten a voluntad ,pero si es medio chicato o no puede encontrar esto de lo que le hablo también  puede leerlo en este otro lugar que es un espejo al cuete pero con letra más grande.
No vaya a leer otro cuento como la otra vez, ¿me entiende? Éste se llama:
Si no entendió no importa, lo llevo en el autito como antes, vamos (tiene que hacer click en el autito porque si no, no arranca. No, no es una cocina, deje el encendedor electrónico en su lugar, use el mouse, haga click  con el mouse en el Amarillo para Cuentos sin Rumbo, o en el Rojito para La hoja Ilustrada)
Si usted se pregunta por qué miércoles no lo publico acá y nos evitamos un viaje tan largo al pedo, es muy simple, este no es mi blog de cuentos y allá nadie lo va a leer. Tengo que arrear lectores.
Además si se fija, allá no le pueden hacer Copiar/Pegar, pero me lo pueden plagiar imprimiendo la pantalla y copiando letra por letra. ¿Qué quién va a querer copiarme uno de mis miserables cuentos? Los alumnos secundarios sin ganas de trabajar, o sea todos, por supuesto.

Taluego

10 comentarios:

  1. Tiene logica que no lo ponga aca, puesto que tiene un lugarcito reservado en un blog con cuentos, el cual ya he visitado, por supollo...
    Me voy para alla entonces... que auto me dejaba?
    :P
    Buena semana!

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  2. Tomè el rojo y lo leì, pero no pude comentar.

    Està muy bueno, que recuerdo.

    El final es emotivo. Durante la lectura, me acordè de "Blade runner", y Asimov.

    bueno, realmente.

    un abrazo.

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  3. Que gran cuento,Opin, mezcla ud,ficción con ternura,imaginación con humor,excepcional.
    Escribe ud. de una manera que atrapa, y me atrapó, justo a la entrada del segundo mundo.

    Felicidades.

    Tomé el rojo, por lo de la Ferrari (guiño de ojo)

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  4. Oh, yo dejé comentario en el otro sitio, fuí en el autito amarillo.
    Besos

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  5. Don Lic_Jasper: Se me perdió en el camino, qué se le va a hacer...
    Le cuento que su radio ayer no funcionaba. Por lo menos en mi PC. Será la próxima.
    Un abrazo.

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  6. Don Gaucho: Me alegra que le haya gustado. Uno nunca sabe cuando está terminado o que cosas sobran. Me falta un corrector de originales. Son muy caros.
    Un abrazo espacial

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  7. Doña Noah: Usted debería viajar en la línea "A" un domingo. Es la primer línea de subterráneos de Latinoamérica y tiene los mismos materiales rodantes de hace un siglo.
    Naves espaciales le digo...
    Un cariño de Tritón 5

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  8. Doña Cantares: Usted se tiene mucha fe por lo que veo. Yo casi no puedo leer las letritas del blog ese. Por eso el autito rojo lo puse para mi y los que andan mal de la vista.
    Usted debe tener 20:20
    Cariños.

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  9. Madre mía, buen socio y mejor amigo... a mí me sucede todo lo contrario (o todo lo “igual”) soy incapaz de verme a la altura de los textos expuestos. Puedo pensar, también, y también es cierto, que me gusta mucho más leer que escribir... pero en fin... que si leo, me conformo... que si leo lo que leo, me deprime un poco, digamos, un mucho, expongamos, el no saber si llegaré a la altura de las letras, o a la bajura de los deseos que pululan por mi cabeza. Pero, ojo... nunca dejaré de intentarlo, así pasen cinco mil años, como en la canción de los amores perdidos que no negados, de P. Guerra.
    Sus cuentos son magistrales. No es una adulación de estar por casa, o gratuita. No. Es sinceridad pura y tierna... Sobretodo, tierna.
    Ya viajé, ya comenté entre los míos, la magistral solvencia de sus cuentos, viajen en autos amarillos, rojos, o en el color de la ilusión escrita y las alusiones de sus textos a su realidad palpante y palpitante.

    Así que seguiré felicitándolo así pasen cinco mil años y pico... y seguiré recomendando su lugar de leras, sus paraísos de verbos indómitos, allende los océanos de letras donde las historias nunca quedan varadas en bancos de arena vana.

    Gran abrazo, rojo y amarillo, celeste y blanco.
    Mario

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  10. Don Mario: Como siempre socio, sus comentarios son mucho más interesantes y entretenidos que mis propios post o incluso que los cuentos.
    Yo como siempre los aprecio y agradezco por el tiempo que me dispensa.
    Con solo saber que anda por aquí me motiva a escribir un poco mejor.
    (En el próximo voy a poner un auto celeste y otro blanco, no me había dado cuenta que insistía con los colores de su bandera)
    Un abrazo colorido

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