Le pegué una mirada a la vidriera como para verificar que no me habían cambiado el precio y me mandé dentro del local de avenida Santa Fe.
Créase o no, tenía precios inferiores que en la zona donde vivo así que habiéndo encontrado la veta, me preparé a intentar sacar oro.
-Buen díííaaaa...
-Buen día. ¿En qué lo podemos ayudar?... ¿Busca algo en especial?
Mientras me decía esto, el empleado, que en realidad me sonaba a dueño, hizo un pase de capa al mejor estilo Manolete convirtiendo la entrada del negocio en la arena de Las Ventas en Madrid.
-Si, queria ver...
-Ese pantalón "cargo" de la vidriera es exactamente lo que usted necesita...
Cuando Mardrake comenzó con su venta me dí cuenta que soy uno de los pocos que gusta de andar todo el año calzando pantalones de ese tipo. Es que llevo muchas cosas encima y los años de traje obligado me los vengo descontando uno tras otro en un eterno afán de comodidad.
El problema es que, como en todo, carezco de límites. Si me gusta el dulce de leche no paro hasta el empacho hiperglucémico, si me gusta el cigarrillo fumo hasta dos atados diarios y en los descansos una buena pipa, si me gusta lo salado tendré la tensión desbordando su "hiper" para pasar a ser un "ultra" de la mano de un salame de Caroya y una buena dosis de papa Lays. No hablemos de mujeres, por favor que ya es demasiado insalubre.
-...¿talle?
No voy a decir que no tengo en claro mi talle. He seguido su evolución a lo largo de las décadas y hasta he presenciado el nacimiento de los S-M-X-XL-XXL-XXXL-XXXXXXXXL que antes no existían. Es más, recuerdo que cuando me parecía a Nito Mestre por lo flaco, pero con diez años menos, tenía un talle de jeans de 34, luego pasé a tener, creo que un 36 con algo así como 60 kg de peso. Luego pasé al límite de los 76 kg y un talle 40. El tiempo y esa inversión a plazo fijo que es mi panza me desbordaron luego de los cuarenta y me vi con 88 kg y un talle 42 a 44.
Ahora que mi pantalón cargo favorito se ha vuelto transparente por el uso, los abrojos han perdido sus cualidades a tal extremo que no atrapan ni el polvo y los agujeros a nivel cantos ya se hacen difíciles de surcir, me vengo enfundado en mis panzones 98 kg con un talle 46 a cuestas.
-Cuarentaiseis por favor-
-Bien señor, algún color en especial ?
-Si, tostado -
-Bien. excelente elección si me permite. Es un clásico-
-Y un cuarentaiocho por las dudas ¿vio?
-Perfecto señor. Pase por el probador 8. Cualquier cosita me avisa...
Cuando el probador es chico la panza es grande y uno comienza la ardua tarea de al menos ver dónde puede llegar a colgar sus cosas para que no anden por el suelo. Dos pantalones nuevos quedan en equilibrio sobre un minúsculo gancho mientras tratando de no agacharme me quito los zapatos.
Luego con mano derecha tiro de botamanga izquierda haciendo equilibrio sobre pierna derecha hasta quedar apoyado sobre el espejo de la pared posterior. Al repetir la misma secuencia pero con mano izquierda y botamanga derecha ocurre un pequeño descalabro ocasionado por la variación del varicentro de mi masa corporal con los años y termino apoyando dicha masa sobre la cortinita frontal que al no tener recursos ni solidez suficiente deja pasar mi cuerpo enredado en la botamanga que se traba con el cinturón y la correa del celular que adherido al cinturón arman entre todos una trampa caza bobos de reconocida efectividad.
Ingreso en la zona de atención bailando sobre una pata con bastante éxito y recuperación del equilibrio, más como aún me encontraba mañado por las ropas que se negaban a ser abandonadas, debí regresar al interior de cubículo dando pequeños saltos de reconocida y probada efectibidad. En estos casos el método de frenado siempre es crucial, así que implementé el viejo ABS de la frente contra la pared. Si bien el ruido suele ser algo exagerado, el frenado es efectivo y provee una dosis de equilibrio en situaciones de precariedad. Intente no hacerlo con la nariz erguida.
Hago nota mental de no asustar a más viejitas y no apoyarme sobre la cortina y prosigo.
Objeto de prueba A-46-toasted : El mencionado objeto permite su manipulación en forma cómoda y aún cuando la extensión de las piernas sin botamangas las hace interminablemente largas convirtiéndo incluso el último tramo en zapatos de tela, resulta esperanzador y el adquiriente ya se imagina haciendo facha por la calle con su pancita a bordo del nuevo modelo.
¿Usted pensaba que no iba a cerrar? No señor, cierra perfectamente. Bien ajustado. Me miro en el espejo y me sienta bastante bien, así que me pongo de cotelé para verme los glúteos y verificar que mis encantos masculinos siguen mejor que la zapán. Una "S" perfecta de perfil. Genial. La verdad que el pantalón me queda pintado y ya me lo estoy llevando.
Lamentablemente me agacho a levantar el llavero del piso y una extraña y dolorosa presión en mis partes intimas me hace saltar los ojos de sus órbitas para rebotar en la cara interna de mis anteojos.
Por un instante me falta el aire, pero recupero el dominio de mis esfínteres cuando desaparece el punzante dolor testicular.
No. Pá fuera. A probar el otro.
Objeto de prueba B-48-toasted : Luego de desandar lo andado, es decir sacarme el talle 46 y enfundarme en un 48, las gotas de sudor comienzan a correr carreras de Fórmula uno sobre mi cara. Repito la secuencia anterior y veo que los gluteos se ven igual y el apriete de la cintura es el mismo. Me saco el pantalón convencido de que me he puesto el mismo por equivocación. No, es un 48.
Lo llamo al empleado mientras sostengo la cortinita a la altura de la verija.
-¿Señor?
-Me parece que el talle está cambiado. ¿Tendrá otro?
-Cómo no, un segundito. ¿El mismo color no?
-Si
Diez segundos despues
-Tostado no me queda en ese modelo, pero tiene este otro.
-No me gusta-
-En ese modelo solo me queda blanco.
-No mi mujer me mata
-Pruebeselo sin compromiso. Este es un 48.
La señora de la caja se asoma y me dice.
-En una de esas usted es un talle más grande. Un 50
La miro con la bronca que solo me guardo para los taxistas que manejan a diez por hora en las avenidas y le digo.
-El pantalón con el que llegué es un 46.
- Si, pero esa pancita. Usted me entiende...los talles varían...
No, no la entiendo ni le quiero contestar para no ser uno de esos tipos groseros que tratan a la mujeres como a un igual.
Objeto de prueba C-48-white :Desastre total. Las lágrimas producto de testículos apretujados se mezclaron de improviso con las gotas de transpiración que ya caían sobre el suelo del probador remedando las cataratas del Iguazú.
-No.- dije casi sin aire después de tanto ejercicio físico- Es chico.
-Mire éste es un 50. Ya que está...
Lo miré desde mis anteojos empañados por los vapores que emitía mi cuerpo y me dije:
-Má si... total ya estamos jugados y empapados...
Objeto de prueba D-50-toasted : Descubriendo el real sentido oculto en la frase "Hechar los bofes" me adentro en la tarea totalmente ilusionado, ya no por llevarme el pantalón que tanto quiero, sino de poder terminar con esta tortura de cubículo probador de 50x50.
El objeto de prueba calza bien. Incluso tiene buena caída, no me hace mucho "bulto" y me deja una sensación maravillosa del estilo "Liberen a Willy" a nivel abdominal.
Cierro los ojos y contengo la respiración mientras me agacho en la prueba testicular, sin experimentar ningún dolor físico aunque quedan las secuelas de las experiencias anteriores.
Intento cerrar el cinto (que viene incluído y "hace" al precio más tentador) y me encuentro con que me faltan agujeros, perforaciones, buracos dónde anclar la parte derecha sobre la izquierda.
-Señor. Disculpe. El pantalón parece ser un 48 o un 46 como el que traje puesto, pero el cinturón es un 50 igual que el talle que figura en la etiqueta del cinturón pero que en realidad no le corresponde. Para mí es un error de la fábrica, porque están todos mal marcados, pero los cinturones coinciden con el talle, pero están mal. ¿Me entiende?
-La fábrica los entrega así...
-Si me cambia el cinturón me lo llevo.
-Me encantaría, pero no puedo porque no me los aceptan como devolución y no sé si voy a tener talles para todos. Mire, si va a una mercería le hacen los agujeros y le ponen el ojal de metal por centavos. Si yo tuviera alguien conocido se lo hago ya mismo...
Dudo un segundo. Analizo que tengo cinturones iguales en casa. Que la mercería de la esquina pone esos ojales. Que el pantalón es un Polo. Que ya no puedo más de tanto ejercicio mundialista en el probador. Y le digo.
-¿Y al contado hay alguna gentileza?
Taluego.
Les agrego un servicio a la comunidad masculina como para que se midan el diámetro panzario.
De ninguna manera me pruebo ropa.
ResponderEliminarNo me lo banco, en serio.
Pero no tengo drama. Pero 4 kilos màs que a los 25 años (cumplo 50 en unos dìas).
Eso sì, igual subì a talle 42 -44. Y antes tenìa 40.
Debe ser que los pectorales, se te van al tujes.
Digo yo, bah.
Saludos
Jajajajajaja
ResponderEliminarLos probadores son un horror!! los odio.
Una vez me apoyé en una puerta, se abrió hacia afuera y quedé en medio de un comercio con los pantalones a la altura de las rodillas.
Papelón!!
Los talles cambiaron, la ropa tiene menos tela, nustras madres bajaban ruedos y estiraban la ropa, ahora no tienen más de 1mm
Conozco alguien que sigue pesando lo mismo pero debe usardos talles más porque la ropa de mujer viene liliputiense.
No es que ud estè más gordito, es la ropa que la hacen más pequeña.
(soy una amiga eh)
Gracias! hoy hacía falta un post como éste para espantar unas broncas de andar por la calle soportando que los otros tengan derechos que yo indudablemente no merezco.
Un beso.
Don Gaucho. Lo que usted ha ahorrado en ropa pagaría la deuda externa de Haití.
ResponderEliminar¿Así que flaco constante y encima anda en bombacha de campo? No hay derecho.
Yo tenía un amigo que era así y lo llamábamos "tubito" porque comía como un animal pero nunca engordaba ni un gramo.
Un envidioso saludo
Doña Cantares: Usted necesita un poco de vida de campo para tranquilizarse. Piense en unas buenas vacaciones.
ResponderEliminarCon el tema de los talles hay una anarquía total. No hay número que coincida. Por ejemplo la tabla que puse bajo el post tampoco sirve porque las medidas están todas cambiadas. Fíjese que los pantalones de hombre terminan en 46 y 117cm de cintura. Debería ser 108.
Cariños
Me ha hecho soltar más de una carcajada, es ud genial,
ResponderEliminarY no se preocupe por el tallaje, ahora se fabrica en China Y Corea, y alli suben dos tallas como si nada, asi que ud, sigue siendo un 46, diga lo que diga la etiquetita.
Se le ve estupendo con ese nuevo pantalón, a ver..dese una vueltita, le queda perfecto, que ni pintado :-)
Abrazos de talla única
Doña Noah: Según mi altura no está tan mal que me quede un 46. Hasta hace poco andaba con un 42 y me resisto en seguir ensanchándome como autopista nueva. Voy a tener que alejarme de la compu y ponerme a hacer ejercicio.
ResponderEliminarSe viene el viejazo.
Cariños socia.
La verdad que no aumento de peso, porque no me gusta comer, Opin.
ResponderEliminaren serio.
Acà me tiemnen marcado, entre mi madre y los chicos.
Pero en el chaco, a veces pasaba tres dìas sin comer nada sòlido.
Y no estoy FLACO. Peso 75 kilos, y mido 1,75.
Me estarè por morir?
Saludos
Don Gaucho: ja! ja! Usted lo dice para darme envidia. Está mas sano que la miércoles. Eso sí, el ayuno prolongado no le pega con los caserolones de carbonada que se hizo este invierno. Por lo menos acompáñelos con alguna protesta social como excusa.
ResponderEliminarUn abrazo
Aquí uno viene a leer y disfrutar, primero... a pensar, después. Ahora que mi peso no viene conmigo, o las tallas no dan mi talla, o algo así... me harto de reír con su derrame de genialidad. Eso sí, paso de probarme ropa. Y puedo prometerle que uno de estos días, quizás mañana, quizás pasado, quizás nunca, nunquísima... iba a proceder en mi peregrinar por probadores desaprobadores... pero no... creo que no haré nada de eso, de aquello. Qué va.
ResponderEliminarEn otro orden de cosas... poco puedo escribir si vengo aquí y leo lo que leo, si disfruto como disfruto. Aquí y en otros sitios por los que ambos como socios, amigos, compañeros sobre la alfombra mágica, escrita y voladora, transitamos y sobrevolamos. Porque ustedes me dan las dosis necesarias.
Pero sí, como dije a nuestra amiga-socia-compañera-etc... algo tengo que subir, con más pena que gloria... pero algo, algo... Eh, también porque lo necesito, ahora que tengo una pizca de paz en mis días vacacionales. Ahora que el tiempo adelgaza, engordaré silencios con letras. Sí.
Un abrazo, talla XXL.
Y felicidades.
Vaya odisea. Magnifico relato.
ResponderEliminarBesos
nela
Doña Nela: Muchas gracias. Suelo ser un cliente simpático y sin problemas, hasta que me pongo ancho;)
ResponderEliminarUn cariño
Don Mario. ¿Cómo anda amigo? Le entiendo esa necesidad de tener que subir algo nuevo. Todos lo estamos esperando con las pupilas listas y afiladas para esa lectura. Pero no se olvide de aquellas cosas viejas que puede agregar a Nosomosescritores donde es socio "fundacional". Mire que Ficción lo elegí al voleo, mejor sería que el autor defina la obra. Pero bueno, sin presiones, que sea lo que el artista diga y basta.
ResponderEliminarUn abrazo iletrado.