Cuando era pequeño simplemente era inocente. En todo el amplio y profundo sentido de la palabra, incluyendo el "no culpable" de la jurisprudencia norteamericana, que suena a ser otra cosa.
Creía sin pestañear en todo lo que me contaran, así que cuando pregunté que le harían a ese hombre malo que el abogado de la tele estaba tratando de inculpar, acepté que lo iban a poner en una cárcel para el resto de su vida.
En esa época de vaqueros e indios, policías y ladrones, sombreros blancos y negros que identificaban a los buenos y a los malos, la cadena perpetua era para toda la vida y parecía ser casi mejor que la
silla eléctrica.
Ahora hecho un grandulón descreído y escéptico, veo que los asesinos de la pantalla en blanco y negro, tienen muchos más matices y coloridos al igual que la jurisprudencia que los juzga. En este mundo de
LCD y
LED a todo
HD y colores estridentes, el asesino condenado a cadena perpetua, en realidad solo ha sido sentenciado a 35 años máximo, la mitad si se porta bien, con dos por uno (cada año vale por dos) si no ha tenido sentencia firme. Tal vez pasarán siete años y ese condenado estará en la calle nuevamente. Si es un asesino sin agravantes será sentenciado a 16, 8 o 4 años según el grado de publicidad al que se haya visto sometido el hecho o que tan bueno sea el abogado que pueda pagar. Las muertes u homicidios culposos, como los accidentes de tránsito tienen penas de menos de tres años y son excarcelables. No los metamos en esto. Seguramente un abogado lo podrá explicar mejor que yo.
Si la ley es así, será porque así queremos que sea, pues quienes las han creado son nuestros representantes elegidos para desempeñarse como Poder Legislativo.(Je¡)
Ahora bien, alguien está soplándonos la nuca y nos quiere someter a variados vejámenes. Si ya sé que las cárceles están llenas, que el hacinamiento es totalmente inhumano y que los jueces están justamente para aplicar lo más humanamente posible las leyes. Que ellos y tan solo ellos, cual sacerdotes católicos, son los únicos autorizados a interpretar las escrituras y juzgarnos.
Pero hete aquí que en los últimos años crece la cantidad de delitos perpetrados por quienes deberían estar encerrados y algún juez
garantista ha dejado salir. Si, usted sabe a qué me refiero.
El juez en cuestión ha entrevistado al reo como marca la ley y como ha tenido buena conducta, en lugar de cumplir sus "X" años de condena, sale con libertad condicional, mucho mejor capacitado. Los diplomas obtenidos en esa universidad del delito constituida dentro de las paredes que lo encerraban junto con los mejores profesores del ramo, lo calificarán para disparar a una embarazada en una salidera bancaria haciendo que su hijo fallezca, o matar sin miramientos a un anciano para robarle su jubilación, o disparar sobre un civil solo por haber descubierto que en el asiento trasero de su auto guardaba el chaleco, la gorra y las insignias que lo delataban como policía.
Los uniformados saben quienes son, los atrapan de inmediato y ante la consulta de los medios, el juez dirá que se ha atenido a la fría letra de la ley y que no había ningún indicio que lo hubiera hecho sospechar de la posibilidad de tan desgraciado desenlace.
Todo bien Sr Juez, nadie puede inculparlo salvo sus pares. Seguramente usted esta cubierto de trabajo y no puede leer todos los expedientes que le llegan cada día. Incluso seguramente ha contratado gente para que lo haga por usted. Becarios, ¿no?. De lo contrario no hubiera llegado a Juez de la Nación con menos de treinta años de edad.
Entonces OPin hace su aparición con la solución a todos estos dolores de cabeza:
El sistema, "Adopte un preso" para jueces de toda la República Argentina.
La cosa es así:
Como el sistema carcelario está en crisis, la solución "Adopte un preso" constituye una salida que :
- Disminuye los costos de mantenimiento.
- Asegura la restitución a la sociedad de un ser humano redimido y re-educado para ser útil a la sociedad.
- Restituye la credibilidad del público sobre el sistema judicial y sus representantes, a saber: los jueces.
- Garantiza la toma de decisiones basadas en criterios justos que evalúan en forma certera los riesgos que implica restituir a la sociedad delincuentes no re-educados.
Usted preguntará cuales son los mecanismos del sistema "Adopte un preso", bueno, le explico: "Adopte un preso" no pone presos en adopción como su título indicaría, no señor, "Adopte un preso" no altera el funcionamiento del mecanismo judicial argentino en ninguno de sus aspectos. La justicia se aplica de la misma forma que hasta este momento. La diferencia radica en los casos de reincidencia. Esto es; si el Juez interviniente ha liberado de forma permanente o en forma de salidas reguladas a un preso y éste reincide en el mismo accionar que lo encarcelara por primera vez, el susodicho delincuente no regresará al sistema carcelario usual.
Con el sistema "Adopte un preso" los reincidentes deberán cumplir su condena original más la accesoria por el nuevo delito en lo que llamaremos "Instalaciones J".
Como el lector informado entenderá, el sistema carcelario es sumamente oneroso, costándose a la población varios millones al mes pagados con sus propios impuestos. De esta forma las víctimas de delitos estamos solventando la vivienda y alimentación de quienes han violado nuestros derechos como ciudadanos, solo para mantenerlos alejados. Con mi plan "Adopte un preso" no habrá más gastos y existirá un mayor control.
Cada reincidente deberá cumplir su condena en el domicilio real del Juez que lo haya liberado en oportunidad previa al último hecho delictivo.
Esto es, el penado deberá convivir realmente con el juez y su familia en las "Instalaciones J" o domicilio particular del Juez, convirtiéndose en uno más de sus integrantes. El Juez podrá solicitarle la atención del mantenimiento del hogar o el lavado del automóvil particular, pero a cambio el penado podrá alimentarse cuatro veces al día con la familia y en la misma mesa. El penado no podrá gozar de habitaciones alejadas del resto de la familia, siendo recomendable que se le asigne una cama en la habitación de los niños, preferentemente la cucheta de abajo para su seguridad. El reo podrá relacionarse con los hijos del Juez así como colaborar en la custodia y cría de las niñas de la casa. De esta forma, cuando el Juez no pueda ir a buscar a su hija quinceañera a la salida de los bailes, podrá solicitarle al reo que en una salida excepcional vaya a retirarla manejando su coche último modelo (la niña no debe pasar vergüenza).
El reo puede intercambiar opiniones y artesanías con toda la familia, así mientras los hijos cuentan sobre sus avances en la escuela o la mujer del juez le habla de sus clases de telar, el reo podrá practicar tatuajes tumberos en los brazos del menor o relatar los veinte métodos para clavar un puñal sin chocar con un hueso.
Este intercambio de conocimientos habrá de enriquecer la cultura general del reo preparándolo para su reinserción en la sociedad una vez domine el arte del telar, la mimbrería, el vidrio fundido o cualquiera sea la artesanía que se practique en ese hogar. Por razones de seguridad le queda totalmente prohibido al reo la suscripción a cualquier curso a distancia sobre Arquería, Taxidermia, Tanatología, Armería o Crochet.
Una vez al mes se permitirá la visita de parientes dando prioridad a la "visita higiénica" o "visita íntima" para lo cual el Sr. Juez deberá proveer los elementos necesarios para que la misma se desarrolle en un marco de privacidad y seguridad tal como lo marca la ley. Se recomienda ofrecer el dormitorio personal del Sr, Juez para evitar a los niños escenas que puedan ofender su sensibilidad.
Los gastos de alimentación y vestimenta del reo correrán por cuenta del Sr. Juez, no existiendo posibilidad de reintegro de impuestos contra presentación de boletas por los mismos.
La aplicación del sistema "Adopte un preso" asegurará a la población en general, que los reos que se liberen en forma permanente o con salidas transitorias, sean únicamente aquellos que realmente no podrían ni aunque quisieran, reincidir. De lo contrario, el finalmente perjudicado ( luego de cualquier víctima real ) sería, como corresponde, el irresponsable que los liberó.
Bueno, sigo siendo algo inocente.
Taluego.
Inspirado en "Una película rara"
Que mundo de locos, Opin.
ResponderEliminarMejor seguir manteniendo esa inocencia,ya que no podemos mantener la ignorancia ante todos estos disparates.
Felicidades una vez más por un articulo lleno de inteligencia e ironía.
El sistema, aunque no lo creas, està siendo impulsado, en algunos paìses. No "adoptando".
ResponderEliminarPero sì, atribuyendo al juez, su clara parte de "responsabilidad", por la liberaciòn de un reincidente.
El pago de indemnizaciones a las vìctimas, por ejemplo.
Pero el poder judicial, no acepta.
Despuès de "asesino serial de polìticos entregadores", me voy a hacer, "asesino serial de jueces", que tanto!!
Un abrazo.
Don Gaucho: No tenía idea de lo que me cuenta. Voy a tener que sacarle lo de "justicia argentina" para que el post sea más universal.
ResponderEliminarPor lo de sus tendencias justicieras, le cuento un secreto: yo esperaría a cumplir los 70 años ya que uno, que ya no sale tanto, puede cumplir la condena calentito y en casa. No va a notar la diferencia.
Un abrazo.
Doña Noah: Tengo que dejar de leer los diarios y ver televisión. La radio tampoco debería prenderla. Tampoco escuchar a los amigos ni hablar con la cajera del supermercado. Si puedo llegar a mudarme a las sierras de Córdoba, bien adentro, en la zona donde no hay nadie, puede que logre ignorar todo lo que pasa.
ResponderEliminarSería lindo y así mi inocencia no quedaría tan interrumpida.
Gracias por sus cumplidos.
Cariños.