Si es así y encomendándome a su buen corazón, le pido que lea este post, aunque sé que los que son tan largos espantan a mis lectores. (a mí me ha espantado también)
Muchos piensan que el norteamericano promedio sólo es un ser pluricelular descerebrado o con al menos la inteligencia de una ameba enucleada.
Aunque me duela debo disentir con ellos.
Una ameba es más inteligente aún enucleada.
No, perdón, (voy a ponerme realmente serio) son muy pero muy astutos en lo que les conviene. Por ejemplo: son geniales a la hora de generar confianza bursatil o en manejar al pueblo sobre falsos preceptos. Gozan de una ignorancia estatalmente planificada para su propio beneficio y tranquilidad, que solo ve un mundo en blanco y negro, olvidando los tonos del gris tal como si George Orwel en persona hubiera participado en la planificación gubernamental.
Además, y a eso viene la razón de este post, tienen la habilidad de poder darse el lujo de condenar con total descaro en los demás, aquello que ellos mismos dicen haber hecho por "el bien de la humanidad".
Por ejemplo, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el mundo libre encabezado por los norteamericanos se afanó en la desnazificación de Alemania y en la demonización del nazismo. Este proceso significó la prohibición de ejercer cargo público alguno y aún de ejercer sus derechos civiles (fundamentalmente el derecho a voto) a cada afiliado del NSDAP, ( Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterpartei (Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán), leyó bien "Partido Obrero o de los Trabajadores") la eliminación de todo símbolo Nazi de la vía pública, la quema de toda literatura y la desaparición de sus órganos de prensa. Sin embargo antes de la guerra y durante ella, los EE.UU mantuvieron estrechas relaciones comerciales con la Alemania de Hitler.
Henry resguardó sus intereses manteniendo en funcionamiento una fábrica de camiones que proveía al Reich. El hijo de Ford, Edsel, no sólo se encargaba de las compañías europeas de la marca, sino que también ocupaba puestos directivos de la IG Farben norteamericana.
De hecho la planta de la Ford en Poissy, en Francia, no fue tocada por los alemanes. Todo lo contrario, ahí se fabricaron multitud de motores de avión y camiones para ellos. General Motors y Ford controlaban el 70% del mercado automotor alemán cuando estalló la guerra y se reconvirtieron para proveer material bélico al ejército alemán.
La Coca Cola Company , por su lado, dejó sus fábricas en funcionamiento. De esa época data la creación de la marca Fanta, que tiene su origen en la necesidad de suplantar el producto por falta de ingredientes y ocultar la permanencia de Coca Cola en el mercado alemán.
El Chase Manhattan Bank, propiedad de los Rockefeller, actuó como intermediario entre los bancos alemanes y el exterior. En una época en la que la mayoría de los bancos americanos clausuraban sus operaciones en Europa por su devastación producto de la guerra, el Chase florecía en París. Es más, sin indicaciones previas de los alemanes, cerraba las cuentas de los judíos.
La Standard Oil, también propiedad de los Rockefeller, había intercambiado patentes con la IG Farben en 1926. A partir del 33, con Hitler en el poder, los acuerdos continuaron y los alemanes obtuvieron las patentes esenciales para el combustible de avión, como la del tetrailo y otros aditivos.
Por el contrario, al finalizar la guerra y hasta la finalización de los juicios en 1946/1947, los norteamericanos llevaron adelante un plan maestro que consistía en:
- Capturar para sí la totalidad de documentación incriminatoria de estas relaciones.
- Colectar toda información de carácter científico alemana, o si usted quiere, Nazi.
- Mantener en funcionamiento el aparato de producción bélica para fundar las bases de la cortina de hierro.
- Mantener a raya al verdadero y más poderoso vencedor de la segunda guerra: Rusia.
Si he elegido a los norteamericanos y no a Rusia, China o Japón para este ejemplo, es simplemente porque los norteamericanos se autodenominan protectores del mundo civilizado, la moral y las buenas costumbres. Por eso y porque es mucho más fácil obtener documentación al respecto. No porque sean peores que los demás.
Sin embargo, usted sabe, la historia la escriben los vencedores.
Por supuesto comparto la opinión popular de que los hechos ocurridos en los campos de concentración Nazi son totalmente condenables. Una vergüenza para la humanidad. No alcanzan las palabras para condenar lo que allí han perpetrado. Pero convengamos que ellos no son los dueños del mal. Sería como negar Hiroshima y Nagasaqui o el genocidio Armenio, o las masacres del conflicto Árabe - Israelí o la guerra de Bosnia. O para nosotros , los argentinos, pretender que la Escuela de las Américas que entrenó en la tortura y el asesinato a los represores de la dictadura, no era Norteamericana.
Vamos al punto ahora que he dejado en claro mi opinión de que Norteamericanos y Nazis son muy parecidos y hasta muy pero muy amigos.
Una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial, y habiendo capturado a los supuestos responsables de crímenes durante la misma (si ya sé, la guerra en sí es un crimen), se llevaron adelante una serie de juicios denominados de Nüremberg que, en teoría, finalizarían el tema (borrón y cuenta nueva, o el "Nunca Más" europeo) al impartir la justicia que el mundo andaba reclamando.
Entre los 12 juicios que lo componen se encuentra el Juicio a los Doctores seguido contra los 24 médicos acusados de conspiración, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, incluyendo casos de esterilización forzosa y masiva de enfermos, el asesinato de 300.000 enfermos, especialmente de hospitales psiquiátricos durante el programa de Eutanasia Aktion T-4, colaboración o participación directa en el confinamiento, tortura y exterminio de miles de personas en los campos de concentración así como la realización de investigaciones médicas coercitivas, nocivas y letales contra prisioneros de guerra, civiles y contra pacientes en hospitales y otras instituciones médicas.
Este último punto fue el que originó el primer documento legar que limita el accionar científico en investigación sobre humanos. Antes no existía nada. Los médicos alemanes NO tenían un problema moral sobre el tema, porque era práctica común en todo el mundo la experimentación sobre pacientes sin consentimiento. Tal es así que se autoincriminaron al fotografiarse durante los experimentos, generar documentación de autoría y la simple aceptación de haber cometido los hechos.
¿Quedó claro?
Es que aún cuando fuera condenable la forma en que fueron realizados, la avaricia intelectual americana les hacía correr un hilito de baba con solo imaginar que podían llegar a tener en su poder , por ejemplo, el estudio sobre la cantidad de veces que un hueso humano puede volverse a soldar en el mismo punto. Experimento éste que implicó quebrarle un hueso al objeto experimental (ser humano vivo) hasta observar que no volvía a soldarse.
Al igual que Europa les dio el dominio del átomo y la cohetería, los norteamericanos querían obtener el Santo Grial de la medicina sin necesidad de verse implicados en practicas alejadas de la moral..
"Por si le nace la duda, aquí, en Argentina, la regulación de experimentos médicos sobre humanos queda cubierta por las Regla de Bioética recién en 1997. Lo que no quita que si un laboratorio quiere experimentar seguramente lo haga sin inconvenientes. Esto es debido principalmente a la falta de legislación complementaria o , como pasó en el mismo año de la promulgación, de dicha Regla, (ver caso Hospital Naval) porque las condenas son de índole comercial y no penal, resultando incluso en multas muchísimo más económicas de las que recibirían en Europa o EE.UU si fuera el caso. La relación costo-beneficio sólo dará a nuestro favor en la medida que la publicidad de estas prácticas dañe la imagen comercial de la entidad implicada. De lo contrario siempre será buen negocio experimentar libremente y luego pagar las multas."
No defiendo con esto el comportamiento Nazi, sólo digo que los norteamericanos han caído en las mismas prácticas. Les reitero, tanto Nazis como norteamericanos tenían el mismo accionar con diferente medidas de sutileza. El norteamericano generalmente aducirá que no existía mala intención en su obrar o que el beneficio resultante para la humanidad bien merecía el riesgo, y hasta es posible que la justicia los sobresea y un monumento sea erigido en conmemoración.
Los experimentos en humanos realizados por los médicos Nazis han sido utilizados por la industria de la salud norteamericana para beneficio comercial propio.
La alarma que hizo sonar el Nazismo dio como resultado la elaboración, en 1947, del Código de Nüremberg, un documento de referencia que rige el procedimiento ético en la investigación con seres humanos.
Este código no proviene del gremio médico, lamentablemente no rige en todos los países del mundo y es fácilmente violable.
Hasta ese momento se comercializaban medicamentos que en el mismo EE.UU. la FDA no permitía para la venta o uso en humanos.
Hoy África (Si tiene ganas vea la película "El Jardinero Fiel" que trata este tema) se encuentra desprotegida y convertida es el nuevo Auschwitz del comercio farmacológico mundial.
Y ellos nos dicen que son los buenos. !! Por favor...¡¡
Ahora puede tomar nuevamente su pancarta si quiere y salir a reclamar por los derechos de los animales de laboratorio. Total, estamos todos incluidos.
Triste y escalofriante realidad.
ResponderEliminarPensar que yo creía que todos tenemos una segunda oportunidad menos Hitler...
Gracias por confirmarme lo que sospechaba.Somos conejillos de indias, mientras sus imperios crecen.Qué lo tiró!
Sigo firmando peticiones contra matanzas y maltratos de animales, un humilde aporte para exponer mis repudios en lo que puedo.Si se logra el fin, dudo.En algún lado se paran las listas.
Muy buen post.
Un abrazo
Reflexiono por cuentagotas jaja.
ResponderEliminarSomos casi conejillos de indias,a estos "genios" sí les importan las consecuencias.
Impactante su crónica, Opin.
ResponderEliminarPatente la hipocresía imperialista.
Pero en política, el que esté libre de culpa, ya sabe, lo de la piedra.
Mi felicitación por este informado e informador artículo.
Bueno, coincido en todo. Los americanos son la lacra de este mundo, es claro. todo lo dominan, todo lo manipulan, todo lo usan.
ResponderEliminarCreo, sin embargo, que su era, està llegando a su fin.
La relaciòn "Nazi-Yanquee", queda demostrada en las crìticas que estàn recibiendo, desde hace unos años, "History channel" y "Discovery", por su "Germanismo".
Pasa que, en realidad, estos canales muestran la verdad. Todo Yanquilandia deviene de los nazis!!
La historia, la escribe quien gana.
Saludos
Doña Mónica: Gracias por leer semejante mamotreto. Comencé con la pregunta de ¿Qué habrán hecho con los estudios de los Nazis? y terminé enredándome en un montón de cosas. Si algo se entendió...ES UN MILAGRO.
ResponderEliminarUn abrazo y siga cuidando a los animalitos, ellos no pueden legislar por si solos.
Doña Noah: Como puse en este post tan enredado, usé a los Norteamericanos por cercanía y por facil acceso a la información.
ResponderEliminarYo tengo problemas con todos los imperios que no me tengan a mí como emperador.
Gracias por leer el engendro.
Un abrazo
(Por lo del Blog. no lo mude, abra otro en paralelo y si se acostumbra a usarlo en blogger nos avisa y vamos para allá.)
Don Gaucho: No me retó por ponerle a Tesla como Polaco, jeh. Ya lo arreglé.
ResponderEliminarBueno, el post es un mamotreto pero obedece a la pregunta de ¿dónde fueron a parar los resultados de los experimentos nazis?.
Creo que lo respondí.
En este caso se los llevaron los yankis, pero pudieron ser los rusos tranquilamente y habría que cambiarle solo una palabra al post.
Todos son iguales en las luchas por el poder. Y el conocimiento es poder.
Un abrazo
Ud, lo ha dicho, la lucha por el poder, los iguala.
ResponderEliminar(Gracias por la idea, pero creo que seguiré en mi rincón (minimalista),porque no tengo claro que supiera manejar algo mas complejo, pero veo los que ustedes tienen, y claro, la envidia me ataca :-))
Gracias Opin, es ud. muy amable, y sus articulos siempre interesantes.
Una sonrisa
EXCELENTE POST !!!!!!!!!!!
ResponderEliminarComo bien dice la OMS (Organización mundial de la Salud) “los ensayos clínicos constituyen una de las fuentes más importantes de evidencia científica relacionada con la eficacia y la seguridad de los procesos de intervención en la salud”.
Sin embargo, después de haber trabajado tantos años en el sistema de salud, el gran inconveniente es asegurar la transparencia en este proceso.
América latina es el escenario del BOOM para el desarrollo de la industria de las pruebas médicas en los últimos 15 años, por sus bajos costos entre otras cosas. Por ejemplo una prueba clínica cuesta promedio 30 % menos que en EEUU ¿Por qué? porque las regulaciones son extremadamente laxas.
Además, ¿qué investigador va a dar primacía al bienestar y los derechos de los humanos que participen en la investigación? cuando el patrocinador (industria farmacéutica) le está pagando 2.700 dólares por paciente incluido en el estudio. Este fue el monto que los investigadores del Naval recibieron (1997-1998) por el laboratorio Hoechst Marion Roussel. Para estos “profesionales la falsificación de datos incluyendo las firmas de algunos consentimientos estaba plenamente justificado”.
Según datos proporcionados por CAEMe (Cámara Argentina de Especialidades Medicinales) hasta el 2009, en Argentina había 1.008 estudios clínicos ocupando el segundo lugar en Latinoamérica después de Brasil. Más del 90 % de esos estudios pertenecen a empresas internacionales radicadas en nuestro país y en 2009 hubo 30.464 pacientes participantes de estudios clínicos.
Según la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), hasta el 2009 no brindó información oficial del total de protocolos de investigación existentes en el país.
Si tomamos como ejemplo nuestros hospitales en donde se reclutan gran parte de estos pacientes, ¿Qué regulación estatal operó en Argentina hasta el 2009?
1) ¿Cuántos recursos municipales, provinciales o nacionales fueron usados por los investigadores locales para investigaciones privadas (realización de estudios complementarios entre otras cosas a cargo del hospital por ejemplo)?
2) ¿El estado determinó un orden de prioridades sobre los problemas de salud más importantes para permitir su investigación por la industria farmacéutica?
3) ¿Cuántos estudios se realizaron fuera de la aprobación del ente regulador (ANMAT)?
4) ¿Que sabemos sobre el seguimiento a largo plazo de esos pacientes que fueron incorporados y que recibieron drogas en fase I y II (no se conocen los efectos adversos de las drogas usadas), es decir, de quién es la responsabilidad de localizarlos hoy, para saber a qué fueron expuestos?
En nuestro país, recién en el 2009, el Ministerio de Salud elaboró el primer registro de ensayos clínicos en seres humanos de la Argentina que permitirá tener un mejor control sobre experimentaciones en humanos y rápidamente saber si un ensayo cuenta con la aprobación según reglamentación vigente.
Pero yo me pregunto ¿Cómo confiar en este sistema cuando aún hoy el reclutamiento de pacientes está basado en un interés económico? es decir, el investigador recibe dinero de la industria por reclutar pacientes.
“Un médico preocupado”
Ups ¡ Lo paso para post porque es muy largo para ser Anónimo.
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