Su Gerencia Opinatica Nº5 / Matrimonio Gay

Gracias a Dios vivimos en un país donde desde hace muchos años la homosexualidad ya  no es considerada un estigma , tal es así que si uno tiene la mala idea de prender el televisor, seguramente obtendrá la imagen de alguno de los miles de artist@s gay ídolos de multitudes que abarrotan las pantallas, las radios y las revistas. Usted seguramente mirará con desconfianza a alguno y le dirá a quien lo acompañe :

-"Ese es medio raro, ¿No?. ¿No será heterosexual?"-

Entonces la pregunta que nos nace es: ¿por qué hay tanto ruido con el tema del Matrimonio Gay?

Ja ¡ Justamente  mi amig@

El problema principal es que habiendo implementado la Unión Civil y encontrándose la misma en vigor y gozando de buena salud, ya a nadie le importa el tema gay. Digamos, si ellos pueden unirse en algo parecido al matrimonio y pueden adoptar (aunque sea uno de ellos solamente) el tema queda solucionado.
¿Qué más podrían pretender?.¿No...?

Simple: Igualdad de beneficios con los hetero. 

Y acá viene el problema.

 ¿Desde cuando el Matrimonio es un marco legal modelo, deseable y con algún beneficio? 

Digamos que, de por sí, ya es un sistema milenario, desactualizado y perverso. Como dicen los muchachos :

"Los que están adentro quieren salir, mientras que los que están afuera golpean para entrar." 

Por empezar la palabra Matrimonio en el Derecho Romano tiene un origen etimológico en la expresión "matri-monium", es decir, el derecho que adquiere la mujer que lo contrae para poder ser madre dentro de la legalidad, e indicaría algo así como "Proteger a la madre" o "Preservar la Matrix", dado que en la época en que fue útil, la mujer se encontraba en un estatus social  relegado, totalmente dependiente del hombre, imposibilitada de estudiar y menos de tener una entrada económica mediante su propio trabajo. La posibilidad que la naturaleza da a la mujer de ser madre quedaba subordinada a la exigencia de un marido al que ella quedaría sujeta al salir de la tutela de su padre con la ventaja de que sus hijos tendrían así un padre legítimo al que estarían sometidos hasta su plena capacidad legal: ésta es la figura del pater familias.

La Ley del Matrimonio Civil aseguraba así que quien fuera el esposo se ocuparía por siempre del cuidado de su desvalida esposa e hijos. De allí su razón de ser. 

En la actualidad está tan desactualizada como el romano que la creó, ya que sigue considerando a la mujer como una víctima y la protege de diversas formas en desmedro del varón. Por ejemplo, si usted se divorcia, deberá (como hombre) proveer la manutención de su hijo, dividir cualquier cosa que haya obtenido con su trabajo en partes iguales con su esposa (futura ex) ,o , si usted está jubilado y su esposa muere, usted no cobrará la pensión que ella habría cobrado si el muerto fuera usted.  Busque, busque y  verá que en realidad es una institución matriarcal, si se quiere, que obligaría a los contrayentes homosexuales a declarar legalmente cual de los dos hace las veces de mujer en ese pretendido "Matrimonio" y  por lo tanto, quién sería el único beneficiario ante cualquier emergencia.

Claro, esta es solo una pata, la otra pata, que en este caso es crucial, se posa sobre la religión. 

Usando la misma palabra Matrimonio, encontramos el Sacramento de la Unión en Santo Matrimonio en la religión y la Ley de Matrimonio Civil en éste mismo fuero.

Como yo no profeso ninguna religión puedo asegurarle que el matrimonio entre homosexuales me tiene sin cuidado. Toda persona de buena fe, que sea socialmente útil y desee unirse en forma permanente con otra persona (sea del sexo que fuera) tiene mi bendición. En otras palabras, no me interesa con que parte de su cuerpo se entretiene, ni si su pareja tiene la letra F o M en su documento de identidad, mientras no interfiera con mis libertades, ni perjudique a terceros, puede hacer de su traste un florero.

Claro, lo lógico habría sido un proyecto de ampliación de la Unión Civil para equiparar los beneficios y dejar afuera los contras de la Ley de Matrimonio Civil, pero como a nadie le interesa, excepto a los Gays, Bisexuales, Transexuales y Lesbianas, habría quedado cajoneado en alguno de los múltiples escritorios sin uso de nuestros legisladores.

En forma muy astuta y eficiente, la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales FALGBT, entre otras, encaró el tema por donde mejor se les da: armaron un sainete mediático con puterío victimizado que les diera prensa y así pudieran mantener el tema en alto aún durante un mundial de futbol. 

Mi humilde teoría conspirativa indica que se reclama el Matrimonio Gay, a sabiendas de que la gran mayoría de los creyentes que profesan las religiones que condenan la homosexualidad como pecado, reclamarían la posesión , dominio y patente de la palabra "Matrimonio" y darían batalla. 

Esto es = tapas de diarios aseguradas.
Pero bueno, en un país tan anárquico, cada uno lucha como puede.

Todo este circo ha movilizado a la gente tras de un tema que no tiene mayor importancia y es una cortina de humo frente a problemas mayores que quedan acallados.  Tan embanderados en la búsqueda del tratamiento legislativo estaban que incluso han dado la triste imagen de un  genio del teatro nacional como Pepito Cibrian Campoy declamando en forma arteramente exagerada una  inexistente discriminación en un país netamente gay, donde hasta las Vedettes más cotizadas son travestis.

Es que en el país de los Malevos, ahora todos son putos.

Le cuento la última. Ayer me encontré con el Cholo Mac Pherson que me decía:

-"Mirá OPin, por mí los putos y las tortilleras se pueden casar como quieran y cuando quieran, que le digan Putimonio o Tortimonio, menefrega, pero Matrimonio no, ya está tomado, no jodan. Eso sí, lo que no voy a permitir es que nos dejen afuera, porque nosotros los pajeros también tenemos relaciones con alguien del mismo sexo. Pongámosle Onamonio."-

Y no deja de tener razón, total el NO ya lo tenemos.

Taluego

Le dejo para su "disfrutación" la pieza de oratoria innecesaria y exagerada en aspavientos que quedará para la posteridad.