Mientras veo a David Vincent , acompañado de la morochita de "La Isla de Guilligan", vigilándome desde la pantalla de TV para ver si levanto el meñique en un merecido retorno de "Los Invasores" , recuerdo que cuando era chico la pantalla de mi televisor usualmente despedía humo por todos lados.
No le cuento de "La Ciudad Desnuda", "Combate", "La Ley del Revolver," etc., todos lugares donde un pucho en la comisura de su boca era señal de hombría. En los "Sábados de Super Acción" uno podía comerse cinco horas seguidas de Humprey Bogart pitando como una chimenea, las mejores féminas que ha dado la pantalla plateada envueltas en volutas de humo y un olor a tabaco que desde entonces perfumaba mis pulmones.
Es que la industria del cigarrillo era un negocio mucho más grande y todos los estados nacionales estaban metidos en él por medio del cobro de impuestos. Pasaron muchísimos años hasta que se percataran que lo que ganaban por un lado lo debían invertir en salud para tratar a toda esa gente a la que habían contaminado.
Digamos que, en lo que a mí atañe, a los cinco años le saqué del cenicero un pucho mal apagado a mi viejo y para imitarlo, me lo fui a fumar a escondidas. Poco duró la aventura ya que enseguida mi vieja me pescó y se quedó con la duda existencial de "¿cómo cuernos tratar a un fumador de tan solo cinco años?" Si no recuerdo mal, por entonces mi viejo fumaba Chesterfield y mi tío unos de caja "Box" plateada muy pitucos. Creo que eran Chesterfield también. Después se pasaron al 43-70.
Yo por mi parte suspendí mi vicio hasta los doce años , tiempo en el cual comprábamos un atado de Shellton que escondidos en una obra en construcción o algún caño de desagüe abandonado sin instalar, nos liquidábamos en menos de dos horas entre tres. Lo que pasa es que por entonces si algún adulto , conocido o no, te pescaba fumando, agarrate Catalina, llamaban hasta al policía de la cuadra para que te reprendiera. Ahora los pibes se te cagan descaradamente de risa en la cara.
Luego de la "fumata" quedábamos asqueados y descompuestos, tal vez de tanta estupidez. El problema era sacarse el tufo de la ropa para que los padres no lo olieran, pero era un imposible y recibíamos más de un reto. El olfato paterno es difícil de sortear.
Ya estaba sonado, el contagio de esta enfermedad social me había llegado y ahora era tristemente un fumador más.
Toda mi adolescencia tiene un pucho en la mano. No hay fotografía donde no tenga ese tubito blanco en la diestra. En la oficina, era el apestador de ambientes, odiado por aquellos de olfato fino. Pobre gente. Una máquina de fumar hasta cuarenta puchos por día. Ropa, casa, auto, todo impregnado.
Creo que el primer choque cultural con el cigarrillo fue cuando fuera del país no querían alquilarme un departamento por ser fumador, o que al vender un auto su valor era menor si uno era fumador. Ya no me resultaba cosa de machos. Por seguir los influjos de la sociedad, los fumadores nos empezábamos a convertir en parias sociales.
A los veintitantos dejé de fumar dos años seguidos. Usted dirá, que pena que retomó, y si, no le voy a mentir, una verdadera macana. Mi vida se puso un poco complicada y me fui a buscar el bastón nicotínico. No puedo describirle el asco y la descompostura que me originaron los primeros puchos. Todos los síntomas de intoxicación por hidrocarburos. Pero el fumador idiota (o a secas: idiota) persiste en su locura y retorna al vicio que pareciera nunca podrá dejar.
Cuando aparecieron los parches de nicotina, fui de los primeros en gastar fortunas en ellos, y le diré que funcionan bien en la medida que usted vaya bajando la dosis. Impacta leer en el envoltorio que si usted se lo pone a un chico de tres años le causa la muerte. (Vea la película que recomiendo abajo y note como intentan matar a un vocero de la industria tabacalera con estos parches).
Dejé unos años más y retomé cuando murió alguien querido, me divorcié o simplemente porque estaba aburrido.
Traté incluso de suplantar el pucho por las semillas de girasol, tal como Molder en "Los Archivos X". No sólo dejaba vainas por todos lados, sino que la presión arterial me debe haber llegado a 280 de tanta sal ingerida.
En el año 2002 me pasé a la pipa. Alguien me dijo, la pipa es menos perniciosa, no tragás el humo y ademas perfuma el ambiente. Todos chochos; a mi mujer le gustaba el aroma a vainilla o chocolate, yo pasaba más tiempo armando y limpiando que fumando las pipas y los costos incluso eran menores. Claro, todo funciona si uno "es" un fumador de pipa y no un ex vicioso del cigarrillo. Le cuento, un fumador de pipa, a lo sumo, fuma una a la noche , máximo dos. Yo estaba con la pipa encendida desde la mañana hasta la noche. Doce pipas para rotarlas y que no se humedezcan. Una chimenea móvil que a la larga tragaba el humo como si se tratara de un pucho cualquiera.
En el 2009 mi odontólogo encontró un quiste, me practicaron una operación complicada y mandaron todo a biopsia. Ya estoy bárbaro, pero la manera de cortar clavos desde la detección del quiste hasta obtener el resultado del examen, fue determinante.
Si usted ha pasado antes por aquí habrá notado que en la parte baja de la antigua plantilla había un timer que me decía el tiempo pasado desde que deje el cigarrillo, cuanto había ahorrado en dinero y no sé cuantas cosas más. Bueno, ya cumplí un año y no le tengo ganas. ¿Sabe por qué?. Aunque usted no lo crea, la prohibición de fumar en lugares públicos me protege . No siento la tentación de retomar el vicio y debo decirle a todos quienes berrean en contra de cualquier medida que recorta sus "derechos" que en ocasiones es necesario que para funcionar en sociedad pongamos límites a los comportamientos que nos perjudican y perjudican a los demás. La vieja ley "Tu libertad termina dónde comienza la de los demás" debería ser grabada a fuego en el inconsciente colectivo y le aseguro que con eso y un poco de empatía no nos iría nada mal.
Claro ahora para la gente el tema no es el pucho, es la Marihuana, la Cocaína o el Extasis, elementos que al igual que el tabaco esclavizan y dañan la salud y aparecen recurrentemente (como el pucho cuando yo era chico) en cada película y programa de televisión. La diferencia puede radicar en que el fumador no matará a nadie por conseguir un pucho. Simplemente le pedirá que le convide.Yo veo los cambios y los análisis los rubrican. Mis palmas azules (o violetas) ahora están rosadas; la sangre, antes marrón oscura ! volvió a ser roja ¡, los dientes amarillos, !ahora son verdes¡ y la falta de aire en una corrida al bondi, ! no more ¡
Si claro, he aumentado kilos y kilos y es posible que ahora me muera por una insuficiencia cardíaca y no por un cáncer pulmonar, pero con una dieta apropiada puede que lo logre manejar. No son tantos. No se pierda el nuevo contador de kilos perdidos que aparecerá en la barra lateral del Blog.
Taluego
Siga este enlace y vea la película "
Gracias por fumar" una comedia de muy buena calidad sobre este tema.
Jódase. Yo sigo fumando mi medio / dos tercios de paquete diarios.
ResponderEliminarSaludos saludables.
Don Mostro: Se dice UN atado, no me venga con fracciones extrañas profe...
ResponderEliminarUn abrazo.
No, no, no llego a un atado.
ResponderEliminarSaludos amigo. He leído tu entrada y la disfruté profundamente. Ánimo para no volver a caer en las garras del tabaco. Por otra parte, te exhorto para incitar a tus legisladores a que Argentina firme y ratifique finalmente el Convenio Marco para el Control del Tabaco, que es uno de los pocos países que quedan sin hacerlo. Saludos desde México!
ResponderEliminarDon Carlos : Bienvenido por estos pagos y mi agradecimiento por los cumplidos y el ánimo que me envías. Calculo que si Argentina no ha firmado es por que somos productores de tabaco. Yo me contento con que sigan las políticas de tolerancia cero en los lugares públicos, ayuda mucho.
ResponderEliminarHe visitado tu blog y ya me dan ganas de hacer un viaje por tu tierra.
Un abrazo.
Yo habìa puesto un comentario, pero se ve que no entrò.
ResponderEliminarOpin, no te agrandès. Dejar de fumar, es facil.
Yo dejo todos los dìas.
Don Gaucho: Déjenme festejar el añito libre de humo. Si me agrando es por los kilos que he ganado, nada más.
ResponderEliminarPor lo del comentario ya vi que está en tantos que a veces comenta en blogs cruzados.
Un abrazo.