No importa, soy lo suficientemente caradura como para seguir publicando y currando con los pueblos originarios y su problemática.
Los invito a que pasen por el enlace sin compromiso de compra y advirtiéndoles que el cuentito en cuestión tiene muchas más líneas que la que uno está acostumbrado a leer en un blog. Tiene la duración justa como para ser leído en el subte entre las estaciones Callao y Palermo o si usted lee un poco más lento puede que le dure hasta Ministro Carranza o más. No lo recomiendo en un viaje Buenos Aires - Mar del Plata pues seguramente a la altura de Quilmes ya lo habrá leído cinco veces. Si usted es el que maneja, déselo a su mujer para que se lo lea en voz alta, pero pídale que de tanto en tanto lo pellizque para evitar accidentes. Es altamente recomendable para leer en viajes en avión ya que evita el apunamiento o el síndrome de oídos tapados , merced a los bostezos que provoca en forma reiterada. Si a usted le gusta la elaboración de cálculos de esfuerzo, le doy los datos necesarios para que evalúe si quiere leerlo o no: son 12 páginas A4, 4.451 palabras , 21.118 caracteres sin espacios, 25.478 caracteres con espacios, 129 párrafos y 420 líneas. Digo, usted sabrá que hacer.
Y si es un traductor, ya sabe cuanto cobrar.
Taluego.
MIs felicitaciones. Excelente narración. Es más, me quede con ganas de mucho mas.
ResponderEliminarDon Luciano: Hombre valiente ¡¡ Lo leyó todo ¡¡¡.
ResponderEliminarVio ?, a mi me pasa lo mismo con sus relatos; siempre me quedo con ganas de más.
De paso le agradezco los elogios con los que recargo mis baterías como para mandarme a escribir un poco más.
Un abrazo
Bien escrito che. El anterior que leì tuyo, tambièn era muy bueno.
ResponderEliminarSaludos
Don Gaucho: Muchas gracias. Cual sería el otro? me pregunto. Seguro que uno de indios...
ResponderEliminarUn abrazo