sábado, 13 de agosto de 2011

Las golosinas de los abuelos

Compartir
El post se debería haber llamado las golosinas de MIS abuelos y bisabuelos porque le voy a hablar de los inicios del siglo XX en la ciudad de Buenos Aires, pero tal vez para no entrar justamente en estos detalles, me pareció más descriptivo dejar el título que tiene.
Si usted busca golosinas en ciudades como Buenos Aires  solo deberá caminar unas pocas cuadras en cualquier sentido que seguramente encontrará un kiosko abierto. Es el más común de los emprendimientos familiares y requiere de un mínimo de 18 horas de atención para ser mínimamente rentable. Tal vez por ello muchos son habilitados en alguna habitación del propio hogar que al menos tenga acceso directo desde la calle.
Hoy cuando usted se detiene a elegir algo que comprar resulta asombroso el colorido y la variedad de productos ofertados. Dulces, caramelos y alfajores para los niños; cigarrillos y frituras saladas para los hombres; barras de cereales, yogourt, chocolates, caramelos , alfajores, bebidas, frituras saladas y cigarrillos para las mujeres. Todo al alcance de la mano y a precios mayormente pautados como fijos por el fabricante.
Pero a principios del siglo XX la cosa era muy diferente y por qué no decirlo, tal vez más sana, gustosa y natural. Los caramelos y chicles se compraban en las boticas o farmacias, los productos en base a harinas por medio de almacenes o vendedores ambulantes y las aguas carbonatadas en las confiterías. Si pensamos que el deseo potencia el disfrute, es probable que aquello tan difícil de adquirir por aquellos tiempos proveyera una satisfacción mayor a quien lograba tener acceso a ellos y darse el gusto.
Algunos de los productos que se disfrutaban eran por ejemplo:

El Gofio
Gofio
Sería un antecesor de los Corn Flakes y se trata de grano molido y tostado, con preferencia de maíz. De aspecto muy parecido al de la harina pero de un color más oscuro y amarillento. En realidad era como los cereales, algo que se agregaba a la leche o se mezclaba con miel, pero muchos chicos lo consumían directamente en forma de un polvo grueso y desde su empaque tradicional: un cono de papel madera provisto por el almacén. Algunos creían que era galleta molida. El principal inconveniente consistía en la muy común aspiración del producto en forma accidental, generando ahogos y tos.

Chuenga
José Eduardo Pastor "Chuenga"
Si bien el nombre proviene de una deformación local de la palabra norteamericana Chewing gum o Goma de mascar, en Argentina se lo asocia a ciertos caramelos masticables de fabricación casera creados o comercializados originalmente por un vecino del barrio capitalino de Floresta.
Detrás del producto que se vendía en las canchas, el Luna Park y cualquier otro eventos que reuniera multitudes, se escondía, por así decirlo, un vecino cuyo nombre era José Eduardo Pastor, nacido en 1915 y fallecido en su ciudad natal en 1984. Era un personaje delgado y algo falto de cabello, que ofrecía su mercadería al popular grito de “Chuengaaa”..., vistiendo pullovers de colores y diseños llamativos . Él vendía esos masticables blancos con algunas vetas de diferentes colores y muy deformes por ser artesanales, envueltos en un papel excesivo con relación al tamaño del producto y que en sus puntas estaba retorcido exageradamente para darle aún más volumen. Así le dieran 5, 10 o 20 centavos, la medida que se recibía siempre era la misma “un puñado de su mano” Chuenga vendía al voleo, metía su mano en la bolsa de lona y el puñado que sacaba era "su medida". El envoltorio abundante en papel, hacía que del producto en sí llegara al cliente una cantidad no muy generosa. Ahí radicaba "el negocio" de "Chuenga".
Una característica que llamaba la atención era que en las canchas de fútbol el comprador desde cualquier parte de la tribuna gritaba chuenga y este vendedor que siempre era el mismo, le entregaba el puñado de golosina a la primer persona que tenia a mano y este al otro mas arriba y así sucesivamente hasta llegar al goloso adquirente por mas lejos que este se encontrara, quien a su ves enviaba las monedas por su compra de la misma forma y en sentido inverso.

Barquillo
Barquillos en todas sus formas
Se llamaba y llama barquillo a una hoja delgada de pasta hecha con harina sin levadura y azúcar o miel y, por lo común, canela. El barquillo calentado en moldes recibía en otro tiempo la figura convexa o de barco (de donde procede su nombre) pero en diversos países adoptó otras formas. Usted lo reconoce en los cucuruchos de los helados o en los famosos y deliciosos "Cubanitos"
En Argentina suele usarse la forma de pañuelo plegado o triangular . Era muy común en las plazas y en la playa durante la temporada. El "Barquillero" se anunciaba con algún instrumento musical como por ejemplo una Flauta de Pan o un triángulo y se distinguía por portar un cilindro metálico donde se guardaba el calor del producto recién horneado, mientras que su tapa era una ruleta de la suerte. 
Ruleta de Barquillero
El comprador abonaba un monto fijo y el Barquillero hacía rodar la ruleta de forma que el número indicado por la suerte fuera la cantidad de producto entregado. Según cada vendedor la ruleta podía estar graduada para entregar de uno a diez, o en los más conservadores y económicos, uno o dos.

Chicles
Chicles Adams
Los Chiclets Adams fueron los primeros en llegar. Además de las variantes tutti-frutti, menta y mentol había dos sabores adicionales que ya no existen: Adams Sen-Sen y Adams Black-Jack. El Sen Sen perfumaba el aliento con dejos a menta y orozuz, aunque no era para nada dulce. El segundo, era, exactamente de Orozuz o Regaliz que es la raíz de una pequeña planta perenne que se cultiva en el sur de Europa y en el Oriente Próximo. Tiene un sabor anisado y agridulce.
Rollos de caramelo de orozus

El de tutti-frutti se llamaba , "California Fruits" y el de menta ,"Pepsin". Aún no se había popularizado la variante confitada y por supuesto, ni hablar de chicle globo. Los chicles de ese entonces tenían forma de tabletitas, como aún pueden encontrase en algunas marcas. Las publicidad alegaba que fortalecían las encías, blanqueaban la dentadura y ayudaban a hacer correctamente la digestión. El Sen-Sen,  les encantaba a nuestros abuelos y bisabuelos, pero no se le puede dar con justicia, el nombre de "golosina". No era tal cosa. Por lo pronto, carecía de dulzor. El Sen Sen venía en forma de unas especies de piedritas negras y duras, muy pequeñas, con forma de conitos y una mezcla de sabores en la gama del mentol, aunque con toques de orozuz. Era usado para combatir el mal aliento matinal prepararse para una cita con la pareja o para ocultar el aroma de quienes no deseaban ser descubiertos luego de fumar.

Media hora
Cramelos Media Hora
Aún perduran estos deliciosos caramelos de Regaliz u Orozuz que cumplen con su nombre y duran casi treinta minutos. Muchos creen que están realizados únicamente con azúcar caramelizada, pero en realidad el sabor proviene de esa planta, el Regaliz. Los caramelos "Media Hora", todavía siguen vigentes y son siempre deliciosos, aunque hayan salido ahora algunos detractores que aseguran que son espantosamente horribles y los chicos los comían obligados "por no haber otra cosa". Aunque el orozuz haya pasado un tanto de moda, en los 20 y 30 llegó a ser tan popular, que algunos cuentan que el indio más famoso de la historia de nuestra  historieta fue bautizado en su honor. Dicen que el nombre  Patoruzú, nació al practicar la conjunción entre la palabra francesa "pâte" (pasta) y el término "orozuz" algo modificado.

Churros, Tortas fritas y Pastelitos
Churros rellenos de dulce de leche
El churro consiste en una confitura realizada en base a una masa compuesta por harina, agua, azúcar y sal, que se introduce en un aparato parecido a una manga repostera, por donde sale mediante extrusión convertido en tiras cilíndricas de un dedo de grosor aproximadamente, y con sección trasversal en forma de estrella (estrías), que se fríen en aceite y una vez hechos, a veces, se rebozan en azúcar y rellenan con dulce de leche o chocolate. 
Los Pastelitos criollos son típicos de la cocina Argentina, se comen todo el año, aunque son unos de los dulces de la fechas patrias, son de masa hojaldrada rellenos de membrillo y fritos en aceite, se pueden bañar con almíbar y decorar con granas de colores. En la actualidad también se hacen de dulce de Batata pero en este caso y para diferenciarlos, no se le colocan granas.
Pastelitos Criollos
Las Tortas Fritas son un bocado típico del Río de la Plata, y posteriormente extendido a otros países en los que se la conoce con un nombre diferente. Su masa es básicamente la del pan común y se compone básicamente de harina de trigo, levadura natural activada con un poco de azúcar y agua tibia o levadura seca y sal, existen variantes con huevos, leche y azúcar, luego de la fermentación se estira la masa, se la corta de la forma deseada y se fríe en grasa vacuna o aceite vegetal neutro.
Tortas Fritas
Como las tres golosinas se generan en base a fritura controlada para no arruinar el producto con una sobre cocción o que queden embebidas en aceite, el fabricante (aún hasta el día de hoy) esta dedicado a esta tarea en exclusividad. Se lo solía ver pasar en horarios cercanos a la hora de la merienda o el desayuno, con una canasta al hombro tapada por manteles blancos para mantener su calor.

Pirulín, Manzanas acarameladas, Pororó, Algodón de azúcar y Maní tostado
Pirulín
Elementos típicos de los vendedores ambulantes de las plazas, el pirulín o pico dulce, era un caramelo duro y colorido, de hasta 10 a 15 cm de alto, de forma cónica o piramidal con punta muy aguda, con un palito en la base que sirve para sostenerlo, y que viene envuelto en papel plástico transparente (similar al papel celofán). El típico chupetín original.
Manzanas acarameladas
Las manzanas acarameladas no eran otra cosa que manzanas normales que habían sido bañadas con caramelo en estado líquido y que en algunos casos se recubrían con pororó.
Pororó
El pororó no era otra cosa que  Palomitas de maíz o Pop Corn. Para su elaboración se utilizan granos de maíz Pisingallo, dispuestos en una olla o recipiente y tostados hasta la explosión terminados con un toque de vainilla y un poco de azúcar melaza o miel.

Haciendo el algodón
El algodón de azúcar es una golosina muy popular a lo largo de todo el mundo formado por una serie de finos hilos de azúcar enredados alrededor de un palo o cono. Se prepara usando una máquina especial inventada en 1900 y perfeccionada en 1940 y se vende usualmente en ferias y otros eventos festivos. El color característico de la golosina es el rosa, aunque también es popular una mezcla de rosa, púrpura y azul. En Argentina es normal encontrar vendedores callejeros que venden la golosina en las plazas o los días de vacaciones de verano en las calles.



En las plazas siempre se encontraba un tanque de tostado negro a carbón o gas decorado para simular las formas de una locomotora a vapor, donde se colocaba maní natural y se lo tostaba. Por unas pocas monedas uno recibía un cono de papel lleno hasta desbordar con maní tostado y con su cáscara. Una golosina sana y natural que en las tardes de fresco ayudaba a calentar las manos.

Caramelos 
Tienda de dulces y caramelos
Los "Firpo" y los "Zabeca" tenían envoltorios que eran en realidad figuritas listas para completar un álbum. Los de mayor calidad eran aquellos que las señoras ponían en elegantes carameleras para ofrecerlos a los invitados y normalmente correspondían a productos de las firmas Noel o Lheritier. La mayoría tenía relleno y algunos hasta licor.

Pastillas
Pastillas de Darío Rodriguez de la Fuente
Una de las marcas de pastillas que perduran hasta el día de hoy casi sin cambios son las denominadas DRF.
DRF fue fundada en 1914, año en que Don Darío Rodríguez de la Fuente comenzó a producir artesanalmente unas exquisitas pastillas de menta que bautizó con las iniciales de su apellido: DRF. Al poco tiempo DRF alcanzó su merecida popularidad entre el público consumidor y comenzaron a agregarse diferentes sabores.
Primer envase de pastillas Volpi
Bajo la misma formula de pasta dura de azúcar se comercializaron las pastillas Volpi  y los hasta ahora existentes corazoncitos Dorin´s (1950) todos en una gran variedad de sabores frutales tales como frutilla, naranja, mandarina y limón.
Las cardiopastillas Dorin´s
Galletitas
Surtidas en lata
Los niños disfrutaban de las galletitas más baratas pero sumamente ricas como las "Bú-Bú", las "Mitre" o las aparecidas con posterioridad "Okebon", mientras que las señoras de sociedad convidaban a sus invitados con cajas de exquisitas galletitas surtidas, generalmente de la firma Bagley, para que pudieran no solo elegir la que fuera de su agrado sino también observar la caja y la marca del producto que se le estaba convidando.

Turrones y Garrapiñadas
Garrapiñada
Los más famosos y consumidos en las plazas y paseos públicos eran el Turrón Japonés y la Garrapiñada de Almendras.
La composición del turrón Japonés es la misma del llamado Alfeñique, siendo en realidad una especie de caramelo o confitura procedente de España con base en azúcar pura de la caña preparada en pasta alargada, a la que pueden sumarse otros componentes como huevo manteca y maicena para lograr su dureza de turrón. Pero el Japoné vendido en las plazas era como un inmenso block sólido, y venía de dos sabores: vainilla, y otro de color rosado que era de frutilla. Lo cortaban con un punzón y un martillo, ya que era sumamente duro.
Alfeñiques enroscados
Las almendras garrapiñadas son aquellas a las que, crudas, se les añade un recubrimiento de caramelo, hecho a partir de azúcar caramelizado. Este caramelo oscurece la almendra, el azúcar tostado la endulza y le da una textura más dura. Hoy día son más populares las realizadas en base a Maní.

Chocolates
Una de las primeras fábricas de chocolate fue la de Águila fundada en 1880, cuando Abel Saint abre sobre la calle Carlos Pellegrini un local de tostado de café. El negocio evoluciona favorablemente y una década más tarde abre una fábrica en Barracas, en la intersección de las calles Brandsen y Herrera.Hoy permanece en la esquina el águila emblemática del edificio mientras que fue convertido en un centro comercial de elementos para la construcción y supermercado.
El más rico chocolate
Luego de la muerte de Saint, su familia queda a cargo de la empresa, que inicia sus operaciones en el Uruguay en 1905 La compañía continúa desarrollando su actividad con éxito y en 1923 se convierte en Sociedad Anónima. Posteriormente, en 1930 inicia la fabricación de los helados Laponia (otra tradicional marca argentina).
Los bloquecitos de los chicos

Otras famosas marcas chocolateras fueron, Suchard comercializando varios chocolates entre los que se destacan los Bloquecitos Suchard y los Nestlé. Curiosamente ambas marcas se afincaron en Argentina en 1930.

Bebidas
Afiche de naranja Bilz
Claro yo le dije que los kioskos actuales tienen mucho más, algo así como lácteos o gaseosas, pero en otros tiempos las gaseosas no eran comunes para nadie y los lácteos venían con vaca incluida como les mostré en este otro post.
Por entonces las gaseosas o aguas carbonatadas eran bebidas que se debían consumir preferentemente en una confitería, en ocasiones especiales y presentada en formato de botellas pequeñas. En las casas, la bebida de todos los días era el simple vino con soda, tinto o blanco. Y aunque ahora a algunos los escandalice, ningún chico salio alcohólico por tomarse dos vasitos de vino con soda en la comida o tomarse un poquito de sidra o champagne para el brindis de Navidad o Año Nuevo. Mucho menos a causa de una porción de torta regada con Oporto almibarado. Si recuerda mi post anterior verá que se lo afirmo con conocimiento de causa. La cuestión es que las gaseosas se dejaban para cuando se iba a la confitería, vestidos de domingo, con papá , mamá o los abuelos. Allí se pedía una botellita de Cola o Naranja Bilz (una bebida de origen alemán), de Chinchibirra (versión más antigua de la Ginger Ale que venía con una botella de bolita) o de Crush. Muchas más opciones no había, si bien se podía optar por los siempre deliciosos jarabes para diluir, en aquel entonces, mucho más surtidos que ahora: granadina , menta, ananá, grosella , guinda, vainilla, frutilla, naranja, cola, durazno, jarabe de goma, caramelo, frambuesa y tamarindo. En los cumpleaños, si eran en invierno, corría el chocolate caliente, si transcurrían en verano, los citados jarabes podían entrar a tallar, aunque era más común optar por la siempre fresquísima limonada o una buena sangría si había cumplido más de doce años y había dejado los pantalones cortos.

Gracias al empuje del consumo masivo de productos naturales se pueden obtener todos estos dulces del pasado en sus versiones de fabricación al detalle provistas en las nuevas tiendas o negocios naturistas o en los hermosos carritos de plaza.


Para cerrar y aunque a usted pueda parecerle increíble, hasta muy entrada la segunda mitad del siglo XX muchos niños, en su gran mayoría habitantes alejados de las grandes ciudades, no conocían o habían probado ninguna golosina en absoluto, mucho más preocupados sus padres por obtener el sustento mínimo indispensable que por endulzarles las vidas con azúcar reprocesada.
Recién entrados en la adolescencia o en la edad adulta, una vuelta del destino los enfrentó con la catarata de endorfinas que libera una buena provisión de estos dulces elementos de placer.
Hoy, sumergidos en la era del consumo, tal vez debamos hacer un extremo esfuerzo de nuestra imaginación para poder imaginar que, de todas maneras, ellos también fueron felices.

Taluego.

p/d. Si desean colaborar con la historia de alguna golosina que he olvidado incluir, el post queda abierto para ustedes.
Fuentes: José Pedro Aresi, Omar, Wiki, Nostalgiosa

Difúndalo, péguelo en su muro de Facebook, retwittéelo y envíeselo por mail a todos los que quiera.
Pero no olvide mencionar la fuente.
NINGÚN TEXTO ES ANÓNIMO.

Tags: , , , , ,

SÚMESE A NUESTROS AMIGOS



Publicado por

El artículo Las golosinas de los abuelos fue publicado por OPin el sábado, 13 de agosto de 2011. Esperamos que le sea de alguna utilidad o interés. Gracias por su visita y no olvide dejar su comentario antes de partir. Hasta el momento hay 23 comentarios: en el post Las golosinas de los abuelos

23 comentarios:

  1. ¡Que grande! Excelente.
    Fuí adicto al gofio, que mi anciano padre traía cada vez que viajaba a la Capital.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Madre mia que merienda!! y hasta puso esas manzanas rojas bañadas de caramelo, que son mi debilidad :-)

    Una entrada informativa, dulce, y como siempre,muy bien redactada.

    Felicidades Opin.

    ResponderEliminar
  3. Yo odiaba los "alfeñiques". Que feo. Y mi abuela me traia siempre.

    Pero los "media hora", los como hasta el dìa de hoy.

    Recuerdo un chupetin, que era un silbato (hecho de azucar) y que sonaba (hasta que te lo comìas.) No recuerdo el nombre.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Don Mostro. Gracias amigo. He leído en más de una oportunidad su referencia al Gofio en su blog, en una de esas me dio la idea.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Doña Noah. Que suerte, nunca nos vamos a pelear pues las manzanas eran lo único que yo odiaba. Todo lo que se me pegaba en los dientes me daba mucha bronca, así que lo que tiene caramelo queda fuera de mi dieta.

    Allá les ponen pochoclo?

    Cariños para usted, escritora.

    ResponderEliminar
  6. Don Gaucho. Los mejores alfeñiques los comí en Colombia porque eran de azúcar de caña que se deshacía en la boca. El turrón japonés era demasiado duro, así que no me gustaba.
    De los media hora también soy fanático y también compro de orozus en las dietéticas.
    Me acuerdo del chupetín y también de un caramelo blanco y redondo con un agujero en el medio que silbaba mientras uno lo mantenía oculto en la boca.
    Pero todos me parecen muy modernos.
    Es que somos muy jóvenes ;)

    Un abrazo, amigo.

    ResponderEliminar
  7. Estimado:
    Agrego los algodones de azúcar donde a uno se le quedaban pegoteados los dedos,y los maníes tostados en cáscara que se vendían calientes previo pasarlos por un hornillo disfrazado de locomotora, y los animalitos de chocolate de Pascua...
    Gracias por el recuerdo!
    Atte/

    ResponderEliminar
  8. Cuando me recupere del ataque de nostalgia golosa vuelvo y comento mas, me gustó mucho gracias! me trajo hermosos recuerdos de mi infancia.
    No se si el tiempo pasado fue mejor, pero que esas cosas me gustaban se lo firmo.
    Tal vez si lo comiese hoy no se si me gustarían en realidad me gusta de memoria, por lo que me pasaba cuando las comía.
    No es exactamente una golosina pero me acuerdo también el pan lactal que vendía Panificación Argentina con el carro tirado por dos mulas nunca mas probé algo así.
    saludos

    ResponderEliminar
  9. Aqui le ponen caramelo, y las suelen vender en las ferias, donde hay carruseles y esas cosas.
    Perdone mi ignorancia, no sé lo que es el pochoclo, si sé lo que es el choclo, que me encanta :-)

    Un beso que se queda con todo el caramelo

    ResponderEliminar
  10. Don Jorge. Tiene razón !!!
    El algodón de azúcar lo dejé de lado porque no tenía en claro de que época era.
    Los otros los recuerdo, sobre todo el maní tostado en el hornillo locomotora.

    Un abrazo y gracias por el recuerdo.

    ResponderEliminar
  11. Don Don Mario. En una de esas usted no se ha dado cuenta y su vocación farmacéutica le ha venido de las delicias que se vendían en aquellas épocas.

    Cuente que otras guarda en su memoria.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  12. Doña Noah. Ja Ja Ja perdone mi olvido.
    pochoclo = pororó = pop corns = palomitas de maiz.
    No se preocupe, quedan ricas igual .

    Cariños.

    ResponderEliminar
  13. Si me hubiera ud. dicho pororó,la habría adivinado a la primera :-)

    Sonrisas llenas de cariño para VOS

    ResponderEliminar
  14. qué cosa rara no? todavía me acuerdo cuando chuenga me dio sus famosas golosinas. saludos

    ResponderEliminar
  15. Don Diosesargentino JULIANO . Vio? Ya nos estamos convirtiendo en historia :P

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  16. Impresionante entrada! cuantos recuerdos!!! Cuando encuentro, todavia les doy a los media hora!

    En cuanto al Chuenga, el año pasado en salida familiar, me cruce con un puestito que los vendia y yo dije "uy miren chuenga!!!" desde mi señora (que es 11 años menor que yo y en estas cosas, se nota la diferencia etarea) pasando por mis hijas, me miraron como si estuviera hablando un dialecto extraño. Por supuesto compré y degusté yo solito ya que no tuvo mucha acpetacion. Mejor, mas p`el chancho!!!

    Gracias por este viaje a traves del tiempo, los aromas y los sabores...!!!

    ResponderEliminar
  17. Don Carlos. Me alegro que le haya traído recuerdos gratos. En mi caso particular no llegué a probar esas delicias no por un tema de edad sino porque vivía muy lejos de las reuniones multitudinarias al estilo cancha de futbol o Luna Park. Aunque puede que los haya probado y ni me enteré.

    Un abrazo y avise si se acuerda de otros, pero recuerde que tienen que ser de antes de los cincuenta.

    ResponderEliminar
  18. Bueno, asi en el apuro, recuerdo que mi predileccion en los kioskos eran los bloquecitos Suchard (salio fino, el chico!). Particularmente el azul (habia 5 colores diferentes on sus respectivas variantes), que era de chocolate amargo. Si mal no recuerdo era de fines de los 50 y hasta donde llega mi memoria se vendieron hasta los 80. Vaya a saber que mano invisible del Mercado los borró de los kioskos, pero no de mi memoria. Este fue mi dulce aporte! Un abrazo

    ResponderEliminar
  19. Don Carlos. Como verá ya he agregado varias de las sugerencias que me han acercado. Les doy las gracias a todos por su intermedio.
    Con respecto a los bloquecitos Suchard creo que Milka recuperó la marca y prefirió eliminarlos para imponer su línea global. De todas formas Milka fue fundada por la misma persona antes que Suchard y al final también la absorbió.

    Gracias por su aporte.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  20. Qué grande Opin. Aunque no conocí muchas de esas golosinas porque no nos permitían esas cosas. Mi primer corrupción creo que fueron los bloquecitos Suchard. Maravillosa descripción en el tiempo y paladar. Gracias, como siempre.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a usted por el tiempo dedicado y por el comentario.

      Eliminar
    2. Gracias por el recuerdo Hace tiempo que buscaba en la memoria la imagen del carrito del vendedor de maní ante el escepticismo de mis hijos !
      Una vez por semana íbamos a comprar café a Bonafide y me deleitaba con los bloquecitos de dulce de leche y los Nugatones (qué todavía subsisten)

      Eliminar

¿Sobrevivió a mi punto de vista? ¡Ahora es su turno!
Sin embargo como los comentarios son una gentileza entre usted y yo, se moderarán y anularán aquellos subidos de tono, agresivos o que utilicen lenguaje soez.
Aproveche su oportunidad , dele, que total nadie lo está mirando y acá lo tratamos mejor que en el mundo real.

Comenta aquí con tu perfil de Facebook

 

OPin Pinturas

OPin cuentos

-¿Qué somos?, ¿Adónde vamos?-No tenemos la más pálida idea.
El psicoanalista no nos mandó tener un blog. No estamos escribiendo un libro, ni somos periodistas en trabajo práctico. No hablamos de nuestros ex, ni de sexo, ni de estreñimientos. No tenemos segundas personalidades como "groncho grasa" , "pituco fiestero" o "mujer de la vida". No somos poetas ni tenemos fotos de gatitos o figuritas con brillantina que se mueven.
Eso sí, hablamos en primera persona del plural de nosotros mismos. Algo raro teníamos.

Aviso de uso

Los contenidos de este blog, con excepción de los cuentos y pinturas originales, son de libre disposición, no comercial, siempre que se cite su origen. Si desea reproducir alguna de las entradas en su sitio, sólo tiene que citar su procedencia y establecer un enlace con el blog, manteniendo sus fuentes. Las fotografías de este blog han sido obtenidas de la red, si usted es su autor y cree que se vulneran sus derechos, póngase en contacto con nosotros y serán retiradas una vez se verifique su propiedad. Queda bajo su responsabilidad el uso que haga con lo extraído del blog.

DMCA.com
Volver ARRIBA
Copyright © 2010- | Nuevo BlogOPin.a® | Designed by Templateism.com | Improved by OPinTemplates