Werner von Siemens, un inventor alemán, y Johann Georg Halske, un maestro mecánico alemán, fundaron en Berlín, el 12 de octubre de 1847 la compañía Siemens & Halske.
Werner von Siemens logró una de las innovaciones más importantes en 1847, cuando construyó el telégrafo de puntero, el primer producto de la futura empresa mundial. Su invento permitió utilizar la electricidad para trasmitir mensajes de forma mucho más rápida y fiable a las largas distancias. Estos avances marcaron el inicio de la conectividad global.
Aún más innovadora fue la invención de la máquina dinamo en 1866. Esta caja del tamaño de una máquina de escribir fue el primer dispositivo capaz de convertir la energía mecánica en energía eléctrica de forma económica, y esta capacidad allanó el camino hacia la era de la electricidad.
La empresa también se adelantó a su tiempo en cuestiones sociales. Por ejemplo, introdujo un fondo de pensiones para sus empleados en 1872.
Otros aportes de la compañía Siemens fueron el desarrollo de un prototipo de tren eléctrico en 1879 y el primer ascensor eléctrico del mundo en 1880 Además, ayudaron a inventar los tubos que Wilhelm Conrad Roentgen, el descubridor de los Rayos X, usó para realizar sus investigaciones.
Tras el fin de la Primera Guerra Mundial, durante las décadas de 1920 y 1930, Siemens desarrolló radios, los primeros televisores, microscopios electrónicos e incluso construyó aviones.
En los últimos años de la Segunda Guerra Mundial, numerosas plantas y fábricas en Berlín y otras importantes ciudades alemanas fueron blanco de la campaña de bombardeos aéreos aliados. Por lo tanto, para evitar una caída en la producción, se trasladaron a ubicaciones y regiones alternativas que no se vieran directamente afectadas por los ataques aéreos. El objetivo era lograr una producción continua de importantes productos bélicos y básicos. Para principios de 1945, según los informes, Siemens tenía casi 400 sitios de fabricación alternativos o reubicados.
Con el fin de la guerra, durante el proceso de desnazificación de Alemania, se reveló una participación significativa de Siemens en el Holocausto y otros eventos de la Alemania Nazi. Se denunció que la empresa suministró piezas eléctricas a los campos de concentración y exterminios nazis. En sus plantas industriales prevalecían las malas condiciones de trabajo, la desnutrición y la muerte estaban al orden del día.
La imagen de la empresa comenzó a cambiar cuando se dio una nueva orientación y apuntó a temas de sanidad. Inventó el primer marcapasos, y en octubre de 1958 se le colocó a un paciente con arritmias cardíacas graves.
En la actualidad, Siemens se centra en los ámbitos de la industria, las infraestructuras, el transporte y la sanidad, y es una empresa tecnológica líder en la digitalización. Desde 2008, Siemens ha invertido 10.000 millones de euros en empresas de software. En el año fiscal de 2021, Siemens gastó unos 5.000 millones de euros en investigación y desarrollo, y los investigadores de Siemens registraron unas 4.500 invenciones.
Imagen. Sede de Siemens en Berlín, Alemania. Actualmente, la compañía alemana tiene más de 300.000 empleados en todo el mundo y, con unos ingresos de 62.000 millones de euros, es una de las mayores compañías tecnológicas del mundo.
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