La palabra “mago” proviene del persa ma-gu-u-sha, que significa sacerdote. Llegó al griego como μάγος (magos, plural: μάγοι, magoi), refiriéndose a una casta de sacerdotes o babilonios, que estudiaban las estrellas en su deseo de buscar a Dios.
En el siglo III d.C. se estableció su número en tres ya que hasta entonces variaban según las fuentes y según la iglesia cristiana.
La primera mención a sus nombres se encuentra en el mosaico de la Basilica de San Apolinar el Nuevo en Rávena de siglo VI d.C. en el que aparecen los tres ataviados con ropas persas y representando las distintas edades del hombre. No será hasta el siglo XV cuando Baltasar pasará a ser negro, representando así las tres razas del hombre conocidas en la Edad Media: Melchor europeo, Gaspar asiático y Baltasar africano.
En España a partir del siglo XIX se inició la tradición de convertir la noche de Reyes (noche anterior a la Epifanía) en una fiesta infantil con regalos para los niños, a imitación de lo que se hacía en otros países el día de Navidad, en homenaje al santo oriental San Nicolás. Fue en 1866 cuando se celebró la primera cabalgata de Reyes Magos en Alcoy, tradición que se extendió al resto del país y posteriormente a otros países, especialmente a países de cultura hispana.
Fuentes : Wikipedia y La clave de la Historia.
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