La fábrica de carne uruguaya

Durante el siglo XIX, LA pequeña ciudad de Fray Bentos, en el oeste de Uruguay, fue anunciada como "la gran cocina del mundo". El sitio industrial exportaba más de 200 productos cárnicos a todo el mundo, especialmente empanadas de carne, bistec y riñones. En 2015, esta historia le valió al sitio el título de patrimonio mundial de la UNESCO.
No era solo un centro preeminente de suministro de alimentos, sino que desarrolló tecnologías que se adoptaron en todo el mundo.

La ciudad de Fray Bentos fue fundada en 1859, primero como Villa Independencia . El área, cerca de una cuenca ribereña de Argentina, presentaba franjas de ganado que pastaban las praderas vecinas. Un inglés, Richard Hughes, compró el área en 1859 para la salazón de carne .

Pero el sitio no se convirtió en una potencia industrial de carne hasta la década de 1860, cuando Georg Giebert, un ingeniero, compró la tierra. Fundó Giebert et Compagnie (más tarde conocido como Liebig Extract of Meat Company). A Giebert le gustaba que el sitio uruguayo tuviera su propio puerto, donde los trabajadores pudieran exportar productos a todo el mundo, y vio que se sacrificaba ganado solo por sus pieles . (También era mucho menos costoso criar ganado allí que en Alemania). Como señala la UNESCO, la ubicación del complejo adyacente a "tierras primordiales y fértiles propicias para la cría de ganado y la producción agrícola" lo hizo único. Así que Giebert trajo maquinaria de Escocia, luego comenzó a criar ganado y producir carne de nuevas maneras.

El primer gran éxito del sitio fue un extracto de carne. Fue desarrollado en Europa, cuando Justus von Liebig, un químico alemán, creó un extracto de carne como una solución barata para los indigentes europeos . Para ello, tomó cortes de carne y los hirvió en agua, produciendo una especie de tónico que luego se endureció. Lo desarrolló en Munich, pero sin perspectivas comerciales (la carne de res alemana era demasiado cara), ofreció su fórmula tónica de carne a cualquiera que pudiera producirla. Giebert lo contactó y Liebig se mudó a Uruguay, donde se convirtió en el primer director científico de la planta . En una era en la que la refrigeración no era estándar y los problemas de saneamiento eran comunes, el invento de Liebig encontró difusión. Incluso hizo una aparición en De la Tierra a la Luna, de Julio Verne. En la novela, los astronautas comen extracto de carne durante su viaje cósmico.

Sin embargo, hacer tónica de carne requiere una tonelada de carne. Como señala Argentina Independent , un kilogramo de tónico requería la friolera de 32 kilogramos de carne de res . Al usar tecnologías como conductos, poleas y una estructura de piso elevada, una gran novedad en ese momento, la compañía se convirtió en una planta procesadora de carne industrial, tanto en términos de velocidad como en el uso de cada parte del animal, por así decirlo. En su punto máximo, la fábrica podía procesar una vaca en cinco minutos. Anteriormente, la ciudad había "solo sacrificado a la vaca por su piel, lengua y algunos cortes de carne", como dijo René Boretto, un historiador, a la BBC.. La sangre se reutilizó como fertilizante orgánico, el cabello se restauró en cepillos y los cascos se convirtieron en pegamento. La compañía incluso vendió piedras de bilis a la industria francesa del perfume.

Sin embargo, fue otro invento de von Liebig, la carne en conserva , lo que se convirtió en un icono. Veinte años después de su apertura, la fábrica experimentó una demanda tan alta por parte de los exportadores, especialmente en Europa, que tenía empleados de más de 50 países entre su personal. En 1924, cambió de manos a los propietarios británicos, convirtiéndose en Frigorífico Anglo Del Uruguay. Finalmente, una comunidad entera surgió alrededor de la planta, completa con viviendas, cooperativas de trabajadores, una escuela de inglés e instalaciones deportivas. En un momento dado, la fábrica empleó a 5,000 personas, casi la mitad de la población de la ciudad de 12,000. Tenía electricidad tres años antes de la capital uruguaya, Montevideo. 

El enfoque revolucionario de la compañía fue, como las fábricas de automóviles de Henry Ford, centralizar la producción. El ganado pastó cerca, los trabajadores procesaron y empacaron todo en el lugar, y la compañía incluso logró que sus productos fueran exportados gracias a sus muelles. Muy pronto, aparecieron técnicas similares en otros lugares. En 1915, la importante fábrica de Frigorífico Puerto Bories abrió en Chile. Fue el primer sitio industrial en procesar ovejas, y contaba con alojamientos para trabajadores similares e instalaciones de vanguardia. (El sitio ahora es un museo industrial.)

La capacidad de Fray Bentos para producir carne en conserva, así como su portabilidad en latas, hizo que sus productos fueran ideales durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial. Como señala CNN , la tasa a la que la compañía exportó sus alimentos a Europa durante el tiempo de empobrecimiento hizo que fuera conocida internacionalmente como la nación de las "vacas gordas".

Es irónico, teniendo en cuenta la cantidad de tropas británicas que odiaban las raciones de "carne de buey", junto con galletas duras y mermelada, que fueron racionados. La carne en conserva, bajo los auspicios de la compañía de propiedad británica, también se convirtió en un elemento básico para las personas que vivían en el extranjero durante las guerras.

La fábrica cerró sus puertas en 1979, pero aún figura en los titulares en tiempos de guerra. A principios de este año, surgió una historia en el Museo del Tanque en Dorset, Inglaterra, acerca de un grupo de tanques abandonados atascados en el lodo durante la Primera Guerra Mundial. * Ocho de los nueve soldados británicos se mantuvieron firmes durante tres días, esquivando ataques de tropas alemanas, en la batalla de Passchendaele en Bélgica. Eran conocidos como los chicos de Fray Bentos, llamados así porque antes de la guerra, su capitán tenía una licencia para vender Fray Bentos . Dentro del tanque, no se sentían muy diferentes de la famosa carne enlatada que habían estado comiendo, señala la BBC .

Mientras que los productos cárnicos todavía se producen en el Reino Unido, las estructuras en Fray Bentos que una vez alojaron a los trabajadores y las herramientas de procesamiento de carne están inmortalizadas estos días en el Museo de la Revolución Industrial , que registra el crecimiento simultáneo de la fábrica y la ciudad. A
El complejo Fray Bentos fue reconocido por la UNESCO en 2015 por sus contribuciones a la tecnología de procesamiento de carne.

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