Son solo seis episodios. Una miniserie que respeta su calificativo de mini en épocas en donde los libretistas hacen malabares para completar una temporada típica de al menos trece episodios.
Esta historia basada en hechos reales comienza en 1919 en los barrios pobres de Birmingham donde la criminalidad de la posguerra hacía estragos. Tras el regreso del servicio en la Primera Guerra Mundial, confluían en el paisaje urbano tanto revolucionarios políticos, policías al servicio de los ricos y bandas criminales, luchando por una existencia dentro de un paisaje industrial engullido por problemas económicos. Un incipiente contrabando de armas de fuego comienza a realizarse por los canales de Birmingham para fogonear alguna otra guerra , pero quedan en manos de un grupo de gansters mientras los comunistas están planeando una revolución violenta. El joven Winston Churchill moviliza entonces a la Sección Especial de la Policía Metropolitana para hacer frente a estas amenazas.
La serie se centra en la familia Shelby, cuyos muchos hermanos y hermanas, primos y tíos, conforman el grupo más feroz de todos, las "Viseras Picudas" - una referencia a la práctica de coser navajas de afeitar en las viseras de sus gorras-, los Peaky blinders hacen su dinero con las apuestas, la venta de protección, y el robo. Una Mafia católica y familiera que solo se diferencia de los Corleone en que son de origen Irlandés.
Los Peaky blinders pronto serán dirigidos por Tommy Shelby, el hermano más violento de todos, pero su liderazgo será puesto a prueba por un oficial de policía implacable, el inspector jefe Campbell, que llega desde Belfast a limpiar la ciudad y, lo que resultará mucho más peligroso, una hermosa mujer llamada Grace Burgess espía del último e hija de un antiguo inspector de policía que llega al barrio e intenta infiltrarse dentro de la organización.
El primer capítulo me dejó una impresión ambivalente; por un lado la ambientación es impecable, transportándonos a un mundo que los británicos exportaron a todas sus colonias, incluida la Argentina, y que por lo tanto se nos hace muy querida aunque dolorosa. Los problemas del obrero eran los mismos aquí y allá, tan así que nuestros anarquistas solían llevar adelante muchos métodos similares a los de los comunistas de allá. Pero por otro lado chocamos con una musicalización indigna incluso para una película de Tarantino, mezclando el western con el Rap sin ningún empacho. Las guitarras eléctricas distorsionadas de quien grabó la banda musical de la serie, son dignas de usarse como ejemplo en cualquier escuela de cinematografía para ejemplificar lo que NO se debe hacer en una película tan bien ambientada en lo visual.
La serie se centra en la familia Shelby, cuyos muchos hermanos y hermanas, primos y tíos, conforman el grupo más feroz de todos, las "Viseras Picudas" - una referencia a la práctica de coser navajas de afeitar en las viseras de sus gorras-, los Peaky blinders hacen su dinero con las apuestas, la venta de protección, y el robo. Una Mafia católica y familiera que solo se diferencia de los Corleone en que son de origen Irlandés.
Los Peaky blinders pronto serán dirigidos por Tommy Shelby, el hermano más violento de todos, pero su liderazgo será puesto a prueba por un oficial de policía implacable, el inspector jefe Campbell, que llega desde Belfast a limpiar la ciudad y, lo que resultará mucho más peligroso, una hermosa mujer llamada Grace Burgess espía del último e hija de un antiguo inspector de policía que llega al barrio e intenta infiltrarse dentro de la organización.
El primer capítulo me dejó una impresión ambivalente; por un lado la ambientación es impecable, transportándonos a un mundo que los británicos exportaron a todas sus colonias, incluida la Argentina, y que por lo tanto se nos hace muy querida aunque dolorosa. Los problemas del obrero eran los mismos aquí y allá, tan así que nuestros anarquistas solían llevar adelante muchos métodos similares a los de los comunistas de allá. Pero por otro lado chocamos con una musicalización indigna incluso para una película de Tarantino, mezclando el western con el Rap sin ningún empacho. Las guitarras eléctricas distorsionadas de quien grabó la banda musical de la serie, son dignas de usarse como ejemplo en cualquier escuela de cinematografía para ejemplificar lo que NO se debe hacer en una película tan bien ambientada en lo visual.
Aún luego de semejante estupidez, le voy a seguir dando la oportunidad a esta serie inglesa de BBC2 que comenzó el reciente 12 de septiembre.
Taluego.
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