Santa Clarita Diet - Comedia Gore

Hace unos años una seguidora quiso intercambiar enlaces con mi blog y yo de buena gana lo hice. Lamentablemente cuando fui a ver de qué trataba el suyo me llevé el chasco de que se trataba de un blog dedicado a la cultura Gore. Borré el enlace y la señorita se enojó muchísimo.

Para los que no estén muy al tanto ni se dediquen a mirar en Internet las fotos de los muertos en accidentes o asesinados por los carteles mexicanos, les cuento que hablo del cine splatter o cine gore que es un sub género de película de terror y de cine de explotación que se centra en lo visceral y la violencia gráfica extrema. Estas películas, mediante el uso de efectos especiales y exceso de sangre artificial, intentan mostrar imágenes impactantes sobre la vulnerabilidad, fragilidad y debilidad del cuerpo humano y teatralizar su mutilación.

Claro que en el caso de la serie de Netflix Santa Clarita Diet el tema es el humor con grandes dosis de mal gusto. Algo que usualmente no me atrae, pero que gracias a las actuaciones de Drew Barrymore y Timothy Olyphant puede sacarte una sonrisa por el absurdo y hacer que veas una temporada entera en cinco días (dos capítulos por día)
Pero en febrero de 2017, la publicidad para el show incluso generó críticas en Alemania, donde Netflix promovió el espectáculo con carteles que muestran un dedo humano en rodajas como un Currywurst, un popular plato de comida rápida alemana. Después de recibir más de 50 quejas de que la publicidad glorificaba la violencia e induciendo el miedo, especialmente en los niños, el Consejo de Publicidad alemán, una entidad autorregulada, transmitió las quejas a la empresa. Netflix decidió entonces poner fin a la campaña y eliminar todos los carteles.

No dejo de leer comentarios terribles y degradantes para una serie que, en definitiva, no trató de engañar a nadie y principalmente en su primer capítulo nos entrega las imágenes más desagradables posibles como para que sepas que si la sigues viendo es que algo podrido existe en tu mente. Las dosis fueron en baja y uno pudo entretenerse desviando la vista si aparecía algo de mal gusto o demasiado gráfico.

Pero la relación entre esa pareja de agentes inmobiliarios que se aman profundamente , su hija adolescente y sus vecinos, mantienen el hilo argumental en el problema de cómo encarar que la mujer de la casa se haya convertido de la noche a la mañana en una zombie feliz y proactiva que adora a los suyos pero que lamentablemente debe alimentarse de carne humana cruda.

Por supuesto que matarán de las maneras más ridículas a personajes malos y detestables como traficantes de drogas, policías corruptos o pedófilos.

Tal vez lo que más enoja a los críticos es que tanto Drew como Timothy desperdicien toda su frescura y atractivo mostrando su lado de humor más oscuro.

Yo creo que lo peor de una serie es que me aburra y no es el caso. Los diálogos son fluídos e inteligentemente irónicos, aún cundo la situación sea revulsiva para cualquier mojigato que la sintonice.

Santa Clarita Diet gira en torno al matrimonio de los Hammond. Sheila y Joel son una encantadora pareja modelo de agentes inmobiliarios con una hija adolescente, que viven en un dúplex en la localidad de Santa Clarita, en la calurosa California. Ambos fueron rey y reina del baile, llevan casados veinte años y son un matrimonio envidiable.  

Cuando Sheila sufre un ataque y comienza a desarrollar un inesperado apetito por la carne cruda (y a ser posible fresca), la familia se lo toma como la típica crisis de los 40, hasta que descubren que no tiene pulso y que su sangre se ha coagulado. O sea, que se ha convertido en una muerta viviente. Desde ese mismo instante, la familia Hammond al completo, con ayuda de su vecino nerd Eric, trataran de lidiar con la situación, manteniendo vivo el espejismo de ser una familia americana normal, en tanto buscan un remedio que cure a Sheila.

Seguramente no va a ser lo mejor de la carrera de Drew o de Timothy pero la segunda temporada ya debe estar en proceso ya que la crítica en general la ha puntuado por encima de la media.

Taluego.